EE. UU. evalúa designar a los talibanes como organización terrorista extranjera

El gobierno de Estados Unidos está revisando la posibilidad de clasificar a los talibanes como una “organización terrorista extranjera” (FTO, por sus siglas en inglés), según declaraciones del secretario de Estado, Marco Rubio, durante una audiencia ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes el 21 de mayo.
“Creo que eso está bajo revisión”, afirmó Rubio en respuesta a una pregunta sobre la designación de los talibanes. Esta revisión marca un giro significativo en la política exterior estadounidense hacia el régimen talibán, que asumió el control de Afganistán en agosto de 2021 tras la retirada de las tropas de la OTAN.
La evaluación surge en un contexto de creciente preocupación por las acciones del régimen talibán, especialmente por su relación con grupos terroristas como Al Qaeda y su impacto en la seguridad regional.
Desde su retorno al poder, los talibanes han implementado políticas restrictivas, incluyendo la prohibición de la educación para mujeres y niñas más allá de la primaria, el cierre de centros estéticos y la reciente restricción de imágenes de “seres vivos” en medios.
La designación como FTO implicaría sanciones severas, como la congelación de activos en EE. UU., restricciones de viaje para miembros del grupo y prohibiciones de apoyo material.
Según el Departamento de Estado de EE. UU., en 2024 había 66 organizaciones listadas como FTO, incluyendo a Al Qaeda, ISIS y Hezbollah. La inclusión de los talibanes en esta lista podría complicar las relaciones diplomáticas y humanitarias con Afganistán.
El historial de los talibanes está marcado por su control de Afganistán entre 1996 y 2001, cuando albergaron a líderes de Al Qaeda, incluyendo a Osama bin Laden, responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Tras la invasión liderada por EE. UU. en 2001, los talibanes fueron derrocados, pero iniciaron una insurgencia que culminó con su regreso al poder.
Un informe de EL PAÍS en agosto de 2022 señaló que la presencia de Ayman al-Zawahiri, líder de Al Qaeda, en Kabul, evidenció la continuidad de los lazos entre ambos grupos, rompiendo el Acuerdo de Doha de 2020, que estipulaba que los talibanes no permitirían operaciones terroristas desde su territorio.
La posible clasificación como FTO podría tener consecuencias económicas significativas para Afganistán, cuya economía depende en un 80% de la ayuda internacional, según datos de la ONU de 2021. La congelación de 7 mil millones de dólares en reservas afganas en bancos estadounidenses tras la toma de Kabul en 2021 ya sumió al país en una crisis económica, con un ingreso per cápita inferior a 200 dólares en 2001. Una designación como FTO podría agravar esta situación, limitando aún más el acceso a recursos externos.