EE. UU. elimina recomendación de vacunas contra la COVID-19 para mujeres embarazadas y niños sanos

En un anuncio que marca un cambio significativo en la política de salud pública de Estados Unidos, el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., informó el martes 27 de mayo que las vacunas contra la COVID-19 ya no se recomendarán de forma rutinaria para mujeres embarazadas ni niños sanos. La declaración, realizada a través de una publicación en redes sociales, evitó el proceso tradicional de recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
En un video conjunto, Kennedy, junto con el comisionado de la FDA, Marty Makary, y el director de los Institutos Nacionales de Salud, Jay Bhattacharya, confirmaron que las vacunas han sido retiradas del calendario de vacunación recomendado por los CDC. Este cambio sigue a la reciente decisión, anunciada una semana antes, de restringir las vacunas contra la COVID-19 a adultos mayores y personas con alto riesgo de enfermedad grave.
“El año pasado, la administración Biden instó a los niños sanos a recibir otra dosis de la vacuna contra la COVID-19 sin datos clínicos sólidos que respaldaran esta estrategia de refuerzo”, afirmó Kennedy en el video, criticando las políticas previas.
Antes de esta nueva guía, los CDC recomendaban vacunas actualizadas contra la COVID-19 para todas las persona, incluidos bebés a partir de los seis meses. La nueva directriz representa un cambio drástico y se alinea con las promesas de campaña de Trump, quien, tras su victoria electoral el 5 de noviembre de 2024, aseguró que Kennedy tendría carta blanca para reformar las políticas de salud. “Kennedy podrá ir a fondo con la comida y la salud”, afirmó Trump en un mitin en Palm Beach, Florida.
Confirmado como secretario de Salud el 5 de febrero de 2025 con un voto del Senado de 52-47, Kennedy ha defendido una política de “transparencia radical”. En un comunicado del HHS del 1 de mayo, un portavoz señaló: “El objetivo del secretario Kennedy es ser claro y honesto sobre lo que sabemos —y lo que no sabemos— acerca de los productos médicos, incluidas las vacunas”. Esta filosofía también se refleja en medidas como la exigencia de ensayos controlados con placebo para nuevas vacunas, anunciada el 30 de abril.
La eliminación de estas recomendaciones se produce en un contexto de aumento del escepticismo hacia las vacunas. Un informe de la Kaiser Family Foundation de 2024 reveló que el 23% de los padres estadounidenses se oponen a vacunar a sus hijos contra la COVID-19, un aumento significativo desde el 10% en 2021. Kennedy, quien ha cuestionado la seguridad de las vacunas durante años, ha rechazado la etiqueta de “antivacunas”. En una entrevista con Politico el 7 de abril, afirmó: “Apoyo la vacuna contra el sarampión en medio de un brote”, matizando su postura.
Durante una audiencia ante el Comité de Salud del Senado, Kennedy destacó que su prioridad es reorientar la infraestructura de salud pública para abordar las enfermedades crónicas de manera más eficiente. “Estamos transformando el sistema para que sea más efectivo y centrado en las verdaderas necesidades de salud de los estadounidenses”, aseguró.
Asimismo, Kennedy, quien supervisa los CDC como parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), está liderando una reestructuración del sistema de salud estadounidense alineada con el objetivo del presidente Donald Trump de reducir la intervención del gobierno federal.