EE. UU. considera suspender fondos para hospitales que ofrecen tratamiento de género a menores

El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump está evaluando reducir los fondos federales a hospitales que ofrezcan tratamientos relacionados con la transición de género para menores, según informó el Wall Street Journal.
Esta iniciativa sigue a una carta enviada en mayo por los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS) a varios hospitales que realizan procedimientos de modificación de rasgos sexuales en menores.
La carta expresó preocupaciones sobre los estándares de calidad y la evidencia científica que respalda estos procedimientos, destacando la necesidad de garantizar prácticas médicas basadas en datos sólidos.
El administrador de CMS, Dr. Mehmet Oz, nominado por Trump, afirmó que la administración busca proteger a los menores y no ignorará procedimientos que puedan carecer de una base científica robusta y causar daños irreversibles. Los hospitales debían responder con información sobre cirugías de reasignación de género, terapias hormonales y bloqueadores de la pubertad en un plazo de 30 días, que finalizó el sábado.
Nueve hospitales infantiles recibieron estas cartas solicitando datos detallados. Como resultado, algunos están revisando o cerrando sus programas de atención de género para menores, influenciados por la investigación de CMS y la posible pérdida de fondos federales.
La postura de Trump
Donald Trump ha expresado consistentemente su oposición a los tratamientos de transición de género para menores, considerándolos perjudiciales. En 2023, anunció su intención de prohibir lo que describió como “mutilación química, física y emocional de los jóvenes”, argumentando que “ningún país serio debería decirles a sus niños que nacieron con el género equivocado”.
Propuso revocar políticas de la administración Biden que promueven la atención de afirmación de género, prohibir fondos federales para estos procedimientos y promover una legislación nacional para restringirlos. También sugirió que los hospitales que realicen estas intervenciones no cumplan con los estándares de Medicaid y Medicare, limitando su acceso a fondos federales.
El 28 de enero de 2025, Trump firmó la Orden Ejecutiva 14187, “Protegiendo a los Niños de la Mutilación Química y Quirúrgica”. Esta prohíbe que las agencias federales financien, promuevan o apoyen tratamientos de afirmación de género para menores de 19 años, incluyendo bloqueadores de la pubertad, terapias hormonales y cirugías. Define estos procedimientos como “mutilación química y quirúrgica” y argumenta que son irreversibles y pueden causar daños a largo plazo, como infertilidad. La orden instruye rescindir políticas basadas en las directrices de la Asociación Profesional Mundial para la Salud Transgénero (WPATH) y ordena al Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) revisar la literatura sobre las mejores prácticas para tratar la disforia de género en menores.
Respuesta de hospitales y desafíos legales
Algunos hospitales, como NYU Langone Health y Denver Health, han cancelado o revisado sus programas de atención de género para menores debido a la presión de las políticas federales y la dependencia de fondos federales. Sin embargo, 15 estados, incluyendo California, Nueva York y Massachusetts, han declarado su compromiso de continuar ofreciendo atención de afirmación de género, argumentando que la orden ejecutiva viola leyes estatales de no discriminación y que el gobierno federal no puede suspender fondos aprobados por el Congreso.
Organizaciones como la ACLU y Lambda Legal, junto con estados como Washington, Minnesota, Oregón y Colorado, han presentado demandas contra la orden, alegando que es inconstitucional y discriminatoria, violando la igualdad de protección bajo la Quinta Enmienda y los poderes regulatorios de los estados bajo la Décima Enmienda. Algunos jueces federales han emitido órdenes judiciales para bloquear la retención de fondos a hospitales.
Las acciones de la administración Trump reflejan su compromiso de limitar los tratamientos de afirmación de género para menores, basándose en preocupaciones sobre la evidencia científica y los riesgos a largo plazo.