EE. UU. aumenta la recompensa para capturar a Nicolás Maduro en medio de tensiones políticas en Venezuela

El líder venezolano Nicolás Maduro, quien ha estado al mando en el país desde 2013 en medio de una profunda crisis económica y social, asumió un controvertido tercer mandato el viernes, en medio de disputas electorales no resueltas, críticas internacionales y un aumento significativo en la recompensa ofrecida por Estados Unidos para su captura.

La administración saliente de Joe Biden incrementó la recompensa por información que conduzca al arresto o condena de Maduro a $25 millones, desde los $15 millones ofrecidos previamente, en el marco de cargos relacionados con narcotráfico y corrupción. Esta medida, que también incluye recompensas de $25 millones para el ministro del Interior, Diosdado Cabello, y de $15 millones para el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, busca intensificar la presión sobre el régimen venezolano.

Disputas electorales y denuncias de fraude

Maduro fue declarado vencedor en las elecciones de julio por el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia, ambos controlados por su gobierno, aunque no se han publicado resultados detallados que respalden su victoria. Mientras tanto, la oposición venezolana, encabezada por Edmundo González, asegura que los datos a nivel de mesa electoral muestran una victoria aplastante a su favor.

González, reconocido como presidente electo por países como Estados Unidos, se encuentra actualmente exiliado. Durante los meses posteriores a las elecciones, figuras clave de la oposición, incluida María Corina Machado, han sido perseguidas, detenidas o forzadas a esconderse. Organismos internacionales han señalado que las elecciones carecieron de transparencia y no cumplieron con estándares democráticos.

Sanciones internacionales y respuesta del régimen

El aumento en las recompensas ofrecidas por Estados Unidos coincide con nuevas sanciones de Reino Unido, la Unión Europea y Canadá contra altos funcionarios venezolanos, incluidos miembros del Consejo Nacional Electoral y de las fuerzas de seguridad. Estas medidas buscan presionar a un régimen acusado de violaciones a los derechos humanos, represión política y corrupción.

En su discurso de investidura, Maduro rechazó las sanciones, calificándolas como parte de una «guerra económica» diseñada para desestabilizar Venezuela. “El gobierno saliente de Estados Unidos no sabe cómo vengarse de nosotros”, declaró Maduro, sin referirse directamente a las sanciones.

A pesar de la narrativa oficial de resistencia, el régimen ha sido señalado por el colapso económico del país, con hiperinflación, desempleo masivo y una diáspora de más de 7 millones de venezolanos. Aunque Maduro afirmó recientemente que la economía creció un 9% el año pasado, millones de ciudadanos continúan enfrentando graves dificultades, como la falta de servicios públicos confiables y alimentos.

La oposición promete seguir luchando

Edmundo González, de 75 años, anunció su intención de regresar a Venezuela para asumir la presidencia, aunque no ha proporcionado detalles específicos. El gobierno, por su parte, ha prometido detenerlo si regresa al país y ha ofrecido una recompensa de $100,000 por información que conduzca a su captura.

María Corina Machado, líder del movimiento político Vente Venezuela, realizó recientemente su primera aparición pública desde agosto en una marcha antigubernamental en Caracas. Sin embargo, su participación se vio empañada por un incidente que incluyó un breve arresto, donde la obligaron a grabar unos videos antes de liberarla.

Luego de la investidura de Maduro dijo; “Ustedes son unos valientes. Ayer se ratificó mi profunda confianza de que la libertad está cerca. Ellos -el chavismo- ayer perdieron”, dijo, agregando que “hoy 10 de enero, Maduro consolida un golpe de Estado, frente a los venezolanos, frente al mundo”.

“Pisotean nuestra constitución. Maduro viola la constitución flanqueada por los dictadores de Cuba y Nicaragua”, agregó.

Luego afirmó que “estoy bien ahora, aunque tengo fuertes dolores y contusiones en algunas partes del cuerpo”. En cuanto a Edmundo González, señaló que le dijo “no es conveniente” que hoy “ingrese a Venezuela”.

Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos como Foro Penal han denunciado la detención de 42 personas por motivos políticos en la última semana, sumándose a las más de 2,000 arrestadas tras las disputadas elecciones.

La mirada internacional

El juramento de Maduro, realizado en la Asamblea Nacional de Caracas, contó con la presencia de aliados cercanos como los presidentes Miguel Díaz-Canel de Cuba y Daniel Ortega de Nicaragua, así como el presidente de la Duma Estatal de Rusia, Vyacheslav Volodin. Sin embargo, las críticas internacionales siguen creciendo, con líderes mundiales como el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, calificando a Venezuela como un país gobernado por un dictador.

En medio de estas tensiones, el destino político de Venezuela sigue siendo incierto, mientras la oposición intenta mantener su lucha por una transición democrática frente a un régimen que se fortalece con el respaldo de sus aliados internacionales.

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Redacción Mundo Libre
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