EE. UU. amplía la lista de productos que no se pueden importar desde China por involucrar trabajos forzados
El gobierno de Estados Unidos prohibió las importaciones de alimentos, metales y otros productos de otras 30 empresas por el trabajo forzado al que son sometidos los musulmanes uigures por parte de las autoridades del régimen comunista chino, según un aviso del gobierno publicado en línea el viernes.
Las nuevas incorporaciones, que abarcan una gama de productos desde pasta de tomate y nueces hasta oro y mineral de hierro, son parte del esfuerzo de Washington por eliminar las prácticas de trabajo forzado en la cadena de suministro de bienes que ingresan a los Estados Unidos.
Las empresas incluidas en el Registro Federal fueron agregadas a la Lista de Entidades de la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur, que restringe la importación de bienes vinculados a los abusos de los derechos humanos por parte de Beijing.
Las autoridades estadounidenses afirman que sus pares chinas han establecido campos de trabajo para uigures y otros grupos religiosos y étnicos minoritarios en la región occidental china de Xinjiang.
La incorporación de las 30 empresas elevaría el número total de empresas en la lista a más de 100 desde que se promulgó la Ley de Prevención del Trabajo Forzoso Uigur en diciembre de 2021.
Condena internacional
Mientras Beijing niega cualquier abuso, diversos reportes de organismos internacionales, ONG e investigaciones independientes han demostrado que bajo el régimen comunista chino se violan severamente los derechos humanos, siendo los grupos religiosos una de las víctimas más notorias.
A finales de julio de 2024, más de 130 legisladores de 15 países pidieron al Partido Comunista Chino (PCCh) que ponga fin a su persecución de un cuarto de siglo de duración contra la creencia ortodoxa budista Falun Gong.
«Desde julio de 1999, millones de practicantes de Falun Gong en China han sido arrestados arbitrariamente y encarcelados sin el debido proceso y muchos han sido torturados e incluso asesinados. Como mínimo, miles de personas han muerto como consecuencia de estas torturas y otros abusos bajo custodia policial», resaltó la declaración conjunta.
Estas atrocidades han sido bien documentadas por organizaciones de derechos humanos, organismos gubernamentales y las Naciones Unidas. El Informe de Derechos Humanos de 2007 del Departamento de Estado de EE. UU. declaró: «[El Relator Especial de la ONU sobre la Tortura] Manfred Nowak informó que los practicantes de Falun Gong representaron el 66 por ciento de las víctimas de presuntas torturas mientras estaban bajo custodia del gobierno».
En 2016, el Congreso de los Estados Unidos aprobó por unanimidad la Resolución H. Res. 343, expresando preocupación por los informes persistentes y creíbles de sustracción sistemática de órganos sancionada por el estado a un gran número de practicantes de Falun Gong.
En 2019, un Tribunal Independiente en el Reino Unido, presidido por Sir Geoffrey Nice KC, concluyó que «la sustracción forzada de órganos se ha cometido durante años en toda China a una escala significativa y que los practicantes de Falun Gong han sido una, y probablemente la principal, fuente de suministro de órganos». El Tribunal también determinó que se han cometido crímenes de lesa humanidad contra practicantes de Falun Gong en China.
En enero de 2024, el Parlamento Europeo aprobó la Resolución 2024/2504 (RSP), que «insta encarecidamente a la República Popular China a poner fin de inmediato a la persecución a los practicantes de Falun Gong y otras minorías…; Pide a la RPC que ponga fin a la vigilancia y el control nacionales y transnacionales y a la supresión de la libertad religiosa».
Con información de Reuters