EE. UU. afirma haber desmantelado una importante red de tráfico de fentanilo

Las autoridades estadounidenses anunciaron el martes el desmantelamiento de una de las operaciones de tráfico de fentanilo más grandes en la historia del país, con un saldo de 16 arrestos y la confiscación de millones de pastillas de esta droga letal. El operativo, llevado a cabo el mes pasado, abarcó seis estados del oeste: Arizona, Colorado, Nevada, Nuevo México, Oregón y Utah, y representa un duro golpe a las redes de narcotráfico que operan desde México.
Durante una conferencia de prensa, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, describió el fentanilo como «un arma de destrucción masiva» que está «inundando nuestras ciudades». Además de las pastillas, las autoridades incautaron 11,5 kg de fentanilo en polvo, junto con grandes cantidades de metanfetamina, heroína, cocaína y 41 armas de fuego, según documentos judiciales y declaraciones oficiales. La magnitud de la operación evidencia la escala del problema del narcotráfico en la región.
La red, que operaba en múltiples estados, estaba presuntamente liderada por Heriberto Salazar Amaya, identificado por las autoridades como un miembro clave con vínculos al Cártel de Sinaloa. De los 16 acusados, 14 enfrentan cargos conjuntos en un tribunal federal de Nuevo México por delitos como conspiración y distribución ilegal de drogas. Bondi destacó que seis de los arrestados, incluido Salazar Amaya, residían ilegalmente en EE.UU., y subrayó que enfrentarán la justicia estadounidense en lugar de ser deportados.
«Enviarlos de vuelta a México para que sigan con su negocio de drogas no ocurrirá bajo esta administración», afirmó Bondi, alineándose con la postura de la administración Trump de endurecer las medidas contra la migración ilegal. La fiscal general también señaló que esta red representa una amenaza significativa para la seguridad pública, reforzando el discurso del gobierno sobre los peligros asociados a la inmigración indocumentada y el crimen organizado transnacional.
Paralelamente, otro golpe al Cártel de Sinaloa se perfila con el caso de Ovidio Guzmán, hijo del conocido narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán. Registros judiciales del Distrito Norte de Illinois revelaron el martes que Ovidio, extraditado a EE.UU. en 2023, está negociando un acuerdo con la fiscalía por cargos de tráfico de drogas. Junto a sus hermanos, conocidos como «Los Chapitos», Ovidio habría liderado una operación que generó cientos de millones de dólares mediante el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses aseguran que tanto Salazar Amaya como los Guzmán formaban parte de una estructura criminal que ha agravado la crisis de opioides en el país. El fentanilo, un opioide sintético hasta 50 veces más potente que la heroína, ha sido responsable de decenas de miles de muertes por sobredosis en los últimos años, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Este operativo y el caso de Guzmán reflejan los esfuerzos del gobierno de EE.UU. por combatir el flujo de drogas desde México.
La administración Trump ha intensificado su enfoque en la lucha contra el narcotráfico, vinculándola a su agenda migratoria. Mientras el caso de Salazar Amaya y sus cómplices avanza en los tribunales, la posible cooperación de Ovidio Guzmán podría ofrecer información valiosa sobre las operaciones del Cártel de Sinaloa, abriendo la puerta a futuras acciones contra una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo.