Eduardo Bolsonaro y otros diputados exponen en el Congreso argentino sobre censura y violaciones de derechos humanos en Brasil
El 30 de mayo se llevó a cabo en el Congreso de la Nación argentina, un evento organizado por la diputada oficialista María Celeste Ponce donde varios oradores, incluyendo al diputado Eduardo Bolsonaro, denunciaron censura y graves violaciones de derechos humanos en Brasil.
El primero en hablar fue Eduardo Bolsonaro, quien expuso la persecución política que está viviendo la derecha conservadora en Brasil, especialmente los que apoyan a su padre, Jair Bolsonaro, quien fue inhabilitado por la justicia brasileña para ejercer cargos públicos hasta 2030. En cuanto a la justicia, apuntó a una persona en particular, el Ministro Alexandre de Moraes, que -según sus palabras para Mundo Libre Diario- es la persona más poderosa de Brasil, incluso más que el presidente Lula da Silva.
En este sentido, se preguntó a quién se puede recurrir cuando la justicia está tan corrupta en un país y en colusión con el gobierno izquierdista en el poder. Solo dijo que se puede apelar a exponer la situación de Brasil en distintos foros internacionales, esperando que el caso sirva de alerta para otros países.
Luego, en palabras para Mundo Libre Diario, Bolsonaro expresó que contempla la esperanza de que si Donald Trump gana la presidencia este año pueda ejercer la suficiente presión como para revertir la censura y la persecución política que rige actualmente en Brasil.
En la conferencia también expusieron la diputada Julia Zanatta, el diputado Marcel Van Hatten y el diputado Rodrigo Valladares, todos de Brasil, revelando la censura y el bloqueo que han sufrido en sus redes sociales y la desinformación de los medios de comunicación convencionales, coincidiendo en que en Brasil «ya no existe la libertad de expresión».
También tuvo la palabra Ezequiel Silveira, uno de los abogados de ASFAV, una asociación de víctimas y familiares del 8 de enero de 2023.
Si bien todos los medios de comunicación reportaron incidentes causados el 8 de enero por manifestantes pro Bolsonaro, según Silveira, los daños y la invasión a los 3 poderes fue perpetrada por infiltrados, es decir vándalos contratados para hacer esa tarea sucia.
Silveira comentó que el día 9 de enero de 2023, varias familias estaban haciendo otra protesta pacífica frente a un cuartel militar pidiendo recuento de los votos y la policía llevó secuestrados a aproximadamente 2000 personas, quienes fueron tratados de forma inhumana, incluso uno de ellos perdió la vida en reclusión. Los cargos que enfrentan, sin un proceso justo, son por «intento de golpe de estado», a pesar de que la mayoría no había estado en las manifestaciones del día anterior y muchos eran ancianos, de acuerdo a lo comentado por el abogado.
Actualmente, varios presos políticos siguen encerrados en cárceles o bajo arresto domiciliario, enfrentando penas de hasta 17 años de prisión, mientras que otros pidieron asilo político en Argentina y Paraguay, sin la posibilidad de regresar a su país natal.