Ecuador en Alerta: Noboa declara estado de excepción en Quito y seis provincias por la crisis de seguridad

En respuesta a la creciente crisis de seguridad que afecta al país, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha declarado un nuevo estado de excepción en la capital, Quito, y en seis provincias adicionales. Esta medida, que busca restaurar el orden y la seguridad, se produce en medio de un aumento significativo de la violencia y la actividad delictiva en varias regiones del país.

El decreto presidencial, anunciado el jueves, abarca las provincias de Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena y El Oro, además del Distrito Metropolitano de Quito en la provincia de Pichincha.

La medida incluye un toque de queda que restringe la movilidad de los ciudadanos entre las 23:00 y las 05:00 horas, con el objetivo de reducir la actividad delictiva nocturna.

Noboa justificó la decisión señalando la “grave conmoción interna y conflicto armado interno” que atraviesa Ecuador.

En un comunicado, el gobierno explicó que el estado de excepción permitirá a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional reforzar sus acciones para proteger la soberanía e integridad del Estado, así como la seguridad ciudadana y el orden público.

La situación de seguridad en Ecuador se ha deteriorado notablemente en los últimos meses, con un aumento en los incidentes violentos y las muertes relacionadas con el crimen organizado.

En particular, la provincia de Esmeraldas ha sido escenario de varios ataques con explosivos en las últimas semanas, lo que ha generado un clima de temor e incertidumbre entre la población.

El estado de excepción también contempla la declaración de zonas de seguridad alrededor de los centros penitenciarios, permitiendo la presencia de militares en los alrededores y la realización de operativos de control a los vehículos que transiten por el perímetro de las cárceles. Esta medida busca prevenir fugas y mantener el control dentro de los centros de detención, que han sido foco de disturbios y violencia en el pasado reciente.

La decisión de Noboa ha sido recibida con reacciones mixtas. Mientras algunos sectores de la sociedad apoyan la medida como necesaria para restaurar el orden, otros expresan preocupación por posibles abusos de poder y violaciones a los derechos humanos.

Este es el cuarto estado de excepción declarado por Noboa desde que asumió la presidencia en noviembre del año pasado. Cada uno de estos decretos ha sido una respuesta a la escalada de violencia y a la incapacidad de las autoridades para controlar la situación mediante medidas ordinarias.

El presidente ha reiterado su compromiso de combatir el crimen organizado y devolver la paz a las comunidades afectadas.

“No permitiremos que el miedo y la violencia dominen nuestras calles. Tomaremos todas las medidas necesarias para proteger a nuestra gente y restaurar el orden”, afirmó Noboa en su discurso a la nación.