Donald Trump se convierte en el primer expresidente en enfrentar un juicio penal, cargado de acusaciones cruzadas
Donald Trump se convertirá este lunes en el primer expresidente que se enfrenta a un juicio penal cuando comience la selección del jurado en Manhattan en un caso relacionado con el dinero pagado a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels, mientras las elecciones estadounidenses se avecinan en menos de siete meses.
Trump, de 77 años, tiene otros tres casos penales que están estancados por disputas legales y que podrían no ocurrir antes de las elecciones en las que él es el candidato republicano que desafía al presidente demócrata Joe Biden. Dos de los otros casos se refieren a sus supuestos intentos de interferencia electoral 2020 y uno está relacionado a la retención de documentos -aparentemente clasificados- después de dejar el cargo en 2021.
En el caso de Nueva York, está acusado de falsificar registros para encubrir un pago de 130.000 dólares que su entonces abogado Michael Cohen le hizo a Daniels en los últimos días de la campaña presidencial de 2016 para comprar su silencio sobre un encuentro sexual de 2006 que ella dijo que había tenido con él en un hotel de Lake Tahoe.
El dirigente republicano ha negado cualquier relación de ese tipo.
Asimismo, se declaró inocente el año pasado de 34 cargos de falsificación de registros comerciales en el caso presentado por el controvertido fiscal de distrito de Manhattan, el demócrata Alvin Bragg, en un tribunal estatal de Nueva York.
Cabe señalar que aun si es condenado esto no impediría que Trump se postule o asuma un segundo mandato en la Casa Blanca.
El líder del movimiento MAGA ha descrito todos los casos penales en su contra como destinados a perjudicarlo políticamente.
«Habrá un argumento por parte de la defensa de que se trata de un procesamiento motivado políticamente, y si hubiera cometido un delito real, habrían presentado un delito real, y en su lugar tienen pequeñas anotaciones en una chequera», sostuvo Adam Kaufmann, un ex fiscal de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan.
Bragg, cuya campaña para ser fiscal estuvo financiada por el polémico especulador George Soros, ha argumentado que el caso trata sobre un plan ilegal para corromper las elecciones de 2016 al enterrar una historia escandalosa que habría dañado la campaña de Trump. Sin embargo, los abogados del magnate han dicho que el pago a Daniels no constituye una contribución ilegal a la campaña.
Elegir un jurado entre un grupo de personas de Manhattan, un distrito fuertemente demócrata, podría llevar varios días, seguidos de declaraciones iniciales y testimonios de testigos en el juicio presidido por el juez Juan Merchán, quien también ha recibido fuertes acusaciones de parcialidad en el caso.
Daniels y Cohen se encuentran entre los testigos que se espera que testifiquen. Trump ha dicho que planea testificar en su propia defensa, una propuesta arriesgada que lo abriría a un contrainterrogatorio por parte de los fiscales.
«ATRAPAR Y MATAR»
Los fiscales han dicho que el pago a Daniels, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, fue parte de un plan más amplio de «atrapar y matar» para pagar a personas con información potencialmente negativa sobre Trump para que guardaran silencio antes de las elecciones en las que el político conservador derrotó a la demócrata Hillary Clinton.
Trump está acusado de registrar falsamente reembolsos a Cohen como honorarios legales mensuales en los libros de su empresa de bienes raíces con sede en Nueva York. La falsificación de registros comerciales en Nueva York es un delito grave punible con hasta cuatro años de prisión, aunque muchos acusados condenados por ese cargo han sido sentenciados a multas o libertad condicional.
La defensa ha argumentado que los pagos de Trump a Cohen en 2017, mientras era presidente, fueron por servicios legales. El expresidente republicano ha llamado a su exabogado un «mentiroso en serie» y se espera que sus actuales abogados ataquen su credibilidad en el juicio. Cohen se declaró culpable en 2018 de violar la ley de financiación de campañas y testificó que Trump le ordenó que pagara a Daniels. Los fiscales federales que presentaron ese caso no acusaron a Trump.
Se requerirá que el candidato republicano asista al juicio a menos que solicite una exención. Si bien eso podría limitar la capacidad de Trump para viajar a la media docena de estados indecisos estrechamente divididos que se espera que determinen el resultado de las elecciones, sus problemas legales han logrado reforzar su liderazgo en el Partido Republicano. Sus apariciones diarias en los tribunales podrían convertirse en el equivalente de paradas de campaña.
Reuters (artículo parcialmente modificado)