Donald Trump podría otorgar el perdón a activistas provida encarcelados
A partir del 20 de enero de 2025, Donald Trump, como presidente, tendrá la capacidad de otorgar indultos, y una de sus posibles acciones más esperadas podría ser el perdón a varios activistas provida encarcelados bajo la Ley de Acceso a las Entradas de Clínicas (FACE, por sus siglas en inglés). Estos activistas, considerados héroes por muchos en el movimiento provida, han sido condenados por llevar a cabo rescates pacíficos con el objetivo de salvar vidas de los no nacidos.
Entre los activistas que podrían beneficiarse de un indulto presidencial se encuentran Lauren Handy, Will Goodman, John Hinshaw, Joan Andrew Bell, Rosemary «Herb» Geraghty, Jonathan Darnel, Jean Marshall, Heather Idoni, Bevelyn Beatty Williams y Paulette Harlow. Estas personas enfrentaron sentencias de prisión que van desde un año hasta más de cuatro años por participar en protestas y bloqueos pacíficos frente a clínicas de aborto, como parte de una práctica conocida como «rescate provida».
Este tipo de acción, popular en los primeros días del movimiento provida antes de la promulgación de la Ley FACE en los años 90, busca persuadir a las mujeres para que no carguen con el peso en la conciencia de asesinar a su bebé en su vientre.
Las condenas y el impacto del FACE Act
La Ley FACE, aprobada en 1994, permite la persecución federal de aquellos que bloqueen accesos a clínicas de aborto, una herramienta que se ha utilizado para castigar de manera desproporcionada a activistas provida.
En agosto de 2023, un jurado en Washington, D.C., encontró culpables a varios de los mencionados activistas de violar esta ley. Posteriormente, la jueza Colleen Kollar-Kotelly dictó sentencias que incluyeron prisión y multas económicas.
Por ejemplo, Lauren Handy, directora de activismo de Progressive Anti-Abortion Uprising (PAAU), recibió una condena de cuatro años, mientras que Jonathan Darnel fue sentenciado a 25 meses. La jueza aplicó además aumentos en las sentencias basados en «obstrucción de la justicia» y en la supuesta vulnerabilidad de las pacientes de las clínicas afectadas.
A pesar de las duras sentencias, varios de los activistas encarcelados han mantenido una actitud firme. Handy, antes de ser sentenciada, expresó: “Este tiempo ha sido desafiante, pero me niego a perder la esperanza. La alegría y el amor siguen vivos, incluso en la cárcel”.
La promesa de Trump
Durante su campaña, Donald Trump prometió liberar a los activistas provida encarcelados y eliminar las acciones federales contra manifestantes provida. Según Jonathan Darnel, uno de los prisioneros, Trump se comprometió en varias ocasiones a otorgarles el perdón. De cumplirse esta promesa, Darnel expresó que podría estar en casa en febrero de 2025 para apoyar a su familia y continuar su labor en el movimiento provida.
El perdón de Trump no solo traería alivio a estos activistas y sus familias, sino que también enviaría un mensaje de apoyo a quienes defienden los derechos de los no nacidos. Además, podría reavivar el debate sobre la necesidad de derogar la Ley FACE, que algunos críticos consideran una herramienta para federalizar la persecución contra el activismo provida.
Un llamado al futuro
El caso de estos activistas refleja la división en torno al aborto y los límites de la protesta pacífica en Estados Unidos. La comunidad provida espera que, más allá de los indultos individuales, se tomen medidas para garantizar que ningún otro activista enfrente sentencias severas por defender lo que consideran la vida de los más vulnerables. Esto incluiría tomar medidas para evitar la persecución federal contra el movimiento provida y la revisión de las prácticas del Departamento de Justicia y el FBI en estos casos.
Con su llegada a la Casa Blanca, Trump tendrá la oportunidad de cumplir sus promesas y restaurar, según sus partidarios, la justicia para quienes han sido castigados por su activismo pacífico. La cuestión ahora es si estas acciones marcarán un cambio significativo en la política federal hacia el movimiento provida.