Diputado del partido de Milei propone declarar a Greenpeace como organización terrorista

El diputado Agustín Romo, del partido La Libertad Avanza, sugirió que habría que «declarar a Greenpeace como una organización terrorista», luego de que los activistas ambientales criticaran el punto 6 del recientemente anunciado Pacto de Mayo, que aboga por la explotación de los recursos naturales.

Tras conocerse los 10 puntos del pacto propuesto por el gobierno de Javier Milei el pasado viernes, en un llamado a la unidad nacional, Greenpeace emitió un duro comunicado en la red social X. 

La organización ambientalista argumentó que la alteración de las políticas relacionadas con la explotación del suelo y el agua «no beneficia en absoluto al país ni a la crisis ecológica que enfrenta el planeta», y que «insistir nuevamente con dichos retrocesos va en contra de las necesidades de Argentina y la salud del medio ambiente. Son leyes que han tenido un impacto positivo y, en lugar de ser derogadas, deberían ser mejoradas».

Añadieron: «No podemos permitir que se sacrifiquen los recursos naturales que sustentan ecosistemas, poblaciones y diversas actividades productivas sólo en beneficio de unos pocos. Desde Greenpeace Argentina seguimos demandando que no se flexibilicen leyes ambientales fundamentales, como las de bosques y glaciares».

Romo, quien es cercano a los principales asesores de comunicación del presidente Javier Milei y diputado libertario por la provincia de Buenos Aires, sostuvo en publicaciones en redes que «Greenpeace es una ONG británica cuyo objetivo es obstaculizar el progreso nacional bajo el pretexto del ambientalismo. Deberían ser expulsados del país de forma permanente».

Greenpeace es el estandarte ambientalista que responde directamente a la Agenda 2030 de Naciones Unidas, concretamente en el ítem 13 de los denominados “17 Objetivos de Desarrollo Sostenible” que componen la misma. 

El presidente Javier Milei indicó durante su campaña presidencial -y luego lo ratificó en el foro de Davos- que su gobierno se opondrá a la Agenda 2030 y al globalismo. 

La organización ambientalista Greenpeace ha sido acusada de responder directamente a intereses globalistas, difundiendo ideología y utilizando el miedo como herramienta de marketing. 

Esta crítica proviene de personalidades como Patrick Moore, cofundador y ex presidente de Greenpeace Canadá, quien denuncia que la ONG fue «secuestrada» por la izquierda política y se convirtió en «una organización política de recaudación de fondos».

Moore desde hace tiempo denuncia la manipulación política en la agenda climática. Asimismo, en una de sus apariciones durante un streaming el año pasado, alertó que las denominadas “políticas ambientales” que se están impulsando en la Unión Europea van a provocar una hambruna sin precedentes. 

El prestigio de Greenpeace en el mundo está mermado considerablemente en los últimos años. En 2015, India se sintió forzada a controlar su financiación y restringir operaciones en el país, calificando al grupo de «amenaza para la seguridad económica nacional».

En este sentido, parecería que Greenpeace -como parte del movimiento globalista-, en lugar de defender al ser humano y su ambiente, es por el contrario, su más feroz enemigo. Su filosofía considera al ser humano como el enemigo del planeta y propone diezmar la población mundial, cuando una de las principales amenazas para la humanidad hoy es la disminución de la natalidad.