Desde la campaña de Biden reconocen que tienen un camino cada vez más estrecho para alcanzar la reelección

La campaña del presidente estadounidense Joe Biden sigue un camino muy estrecho hacia la reelección contra su oponente republicano Donald Trump en noviembre, dijeron altos funcionarios demócratas, y cuatro de los siete estados clave en disputa parecen cada vez más fuera de su alcance.

Georgia, Arizona y Nevada —todos ellos ganados por Biden en 2020— además de Carolina del Norte, que los demócratas esperaban en un momento recuperar de manos de Trump, se han vuelto más desafiantes, dijeron a Reuters en entrevistas más de una docena de funcionarios de campaña y demócratas de alto rango en estados en disputa.

Trump, de 78 años, lideraba las encuestas en los cuatro estados mucho antes de ser rozado por una bala el fin de semana pasado, una posición que se consolidó después del desastroso desempeño de Biden en el debate del 27 de junio.

Los cálculos pueden cambiar antes del día de las elecciones, pero la última evaluación de los funcionarios de la campaña no deja prácticamente margen de error. Biden, de 81 años, solo puede reunir los 270 votos del Colegio Electoral necesarios para ganar la presidencia si gana los estados manufactureros del Cinturón del Óxido de Pensilvania, Wisconsin y Michigan y un distrito congresual en Nebraska que también podría estar en riesgo pronto.

«La situación parece muy reñida» en Arizona, Georgia y Nevada, dijo a Reuters un alto funcionario de la campaña. «Michigan, Pensilvania y Wisconsin son los lugares más claros para llegar a los 270. En eso nos estamos centrando».

Sin embargo, Dan Kanninen, director de los estados clave, reconoció que la campaña estaba sumando personal en Arizona y Nevada y que ser «muy competitivos» en todos los estados clave seguía siendo una prioridad. «No veo que el mapa se esté estrechando para nosotros», expresó en una entrevista.

Biden estaba en el segundo día de un viaje de dos días a Nevada el miércoles, cuando la Casa Blanca anunció que tenía un caso leve de COVID y había cancelado un discurso planeado.

Los legisladores demócratas han expresado su temor de que Biden pierda no sólo la Casa Blanca sino también la Cámara de Representantes y el Senado ante el Partido Republicano.

La campaña esperaba que esas voces se acallaran después del tiroteo, pero el representante estadounidense Adam Schiff, demócrata de California que se postula al Senado, advirtió a los donantes en una reunión privada el martes que el partido probablemente sufriría grandes pérdidas si Biden seguía en la campaña.

La reacción inmediata y televisada de Trump al tiroteo —un puño en alto mientras la sangre corría por su rostro desde una oreja raspada— contrastó con las preguntas sobre la agudeza mental de Biden y si tiene la resistencia para cuatro años más en la Casa Blanca.

Aunque la mayoría de las encuestas muestran que Biden está detrás de Trump en los estados del Cinturón del Óxido en los que se centra la campaña, el candidato demócrata permanece «dentro del margen de error», señaló un alto funcionario.

«Este es el camino más fuerte, uno en el que estamos centrados ahora mismo», añadió.

El estrechamiento del mapa para Biden significa un ensanchamiento para Trump. Algunas encuestas realizadas antes del tiroteo mostraban que Trump era competitivo en estados de tendencia demócrata como Virginia, New Hampshire, e incluso Minnesota, que no ha apoyado a un candidato presidencial republicano desde 1972.

«Cuando las cosas van mal, van mal en todas partes», lamentó James Carville, un veterano estratega demócrata. «Este ha sido el peor verano para un partido nacional desde los republicanos y el Watergate», agregó, refiriéndose a la investigación del Congreso que resultó en la renuncia del presidente republicano Richard Nixon en 1974.

‘EL MEJOR ESCENARIO’ PARA ALCANZAR UNA VICTORIA

Biden venció a Trump en 2020 en el voto popular por siete millones de votos y acumuló 306 votos en el colegio electoral contra 232 de Trump, con el apoyo de los suburbios y los ricos en los estados del Cinturón del Óxido y el Cinturón del Sol de Arizona y Nevada, así como una avalancha de votantes jóvenes después de un verano de protestas por la justicia racial y los derechos civiles.

Desde las elecciones de noviembre de 2020, Biden ha inyectado dinero federal en infraestructura y manufactura, al tiempo que supervisaba una economía pos-COVID que creció más rápido que la de otras naciones, pero que alcanzó máximos inflacionarios. Su apoyo a la respuesta de Israel a Gaza después de los ataques de Hamás, que han matado a más de 37.000 palestinos, ha dividido la coalición que lo eligió.

Las encuestas en los estados en disputa han favorecido a Trump durante meses, y en particular desde el debate en el que Biden se tambaleó y tuvo dificultades para completar las frases. Asimismo, el intento de asesinato ha aumentado el entusiasmo por Trump entre sus seguidores, lo que podría impulsar la participación republicana.

Biden «tendría que lograr una recta interna sin perder ni un solo voto electoral potencial para poder superar por poco la línea de meta de 270», opinó el encuestador republicano Whit Ayres, refiriéndose a una mano de póquer difícil.

En los últimos años, las elecciones presidenciales de Estados Unidos se han decidido por un estrecho segmento de votantes en un puñado de estados, pero el nuevo mapa para Biden, si tiene éxito, lograría una victoria con solo 270 votos del colegio electoral frente a los 268 de Trump, la victoria más ajustada desde que el republicano Rutherford B. Hayes ganó por un voto del colegio electoral en 1876.

Nebraska es uno de los dos estados que dividen sus votos en el colegio electoral (Maine es el otro).

Biden ganó el distrito del Congreso que incluye a Omaha en 2020, pero se espera que los republicanos, que controlan el estado, celebren una sesión especial a finales de este mes para convertir a Nebraska en una elección en la que el ganador se lleva todo. Eso impediría a Biden obtener un solo voto electoral decisivo y podría crear un empate sin precedentes de 269-269.

‘MONTAÑA RUSA DE ENCUESTAS’

Aunque algunos demócratas ven un mapa más estrecho, muchos estrategas y funcionarios estatales del partido dicen que siguen siendo optimistas sobre victorias más amplias contra Trump.

Desde 2020, señalan, Trump y sus aliados presentaron demandas sin éxito para anular los resultados electorales; sus seguidores atacaron el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021; un jurado lo declaró culpable de abuso sexual y fue declarado culpable de múltiples delitos graves por el pago de silencio a una estrella de cine para adultos.

«No son votantes demócratas independientes que vieron a Donald Trump recibir un disparo en la oreja y dijeron: ‘Dios mío, tengo que votar por este tipo'», comentó Bakari Sellers, analista político demócrata. «En los Estados Unidos de América no existe el voto de simpatía», agregó.

La campaña está gastando 50 millones de dólares en medios pagos en estados en disputa en julio, y para fines del verano esos estados tendrán más de 2.000 empleados, informaron los funcionarios.

Los demócratas habían esperado a principios de este año que el partido pudiera dar vuelta a Carolina del Norte, que ha apoyado a un solo demócrata para presidente desde 1976. Biden y la vicepresidente Kamala Harris han visitado el estado varias veces, la campaña gastó millones en contrataciones y publicidad, y Anderson Clayton, el presidente del partido demócrata allí, de 26 años, ha pasado el año tocando puertas.

La campaña no descarta al estado, apuntó Clayton.

«No me subo a una montaña rusa de encuestas, y creo que, ya sabe, las inversiones sobre el terreno dirían que Carolina del Norte está siendo priorizada tanto como necesitamos que sea este año para, creo, ponerla en el mapa», sostuvo.

Agregó: «Siento que a veces las personas que están tan inmersas en la burbuja a menudo se olvidan de tocar el césped de vez en cuando».

Reuters