DeSantis cuestiona al gobierno por tratar como ilegales a cubanos que huyen del comunismo
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, criticó las consecuencias de lo que consideró como “desastrosas políticas fronterizas” de la administración del presidente Joe Biden.
“Es la más grande operación de tráfico de personas en la historia de EE. UU.”, dijo DeSantis refiriéndose a la política de fronteras abiertas de la actual administración.
El gobernador republicano hizo especial énfasis en que al mismo tiempo, “tenemos personas que vienen” porque “están huyendo de dictaduras comunistas”, donde los “persiguen”, y [ellos] no son “migrantes ilegales”, aseveró DeSantis.
Refiriéndose a los cubanos que huyen del comunismo hacia EE. UU., consideró como un error llamarlos ilegales. También mencionó el caso de los vietnamitas que históricamente han encontrado refugio en ese país por los mismos motivos que los cubanos.
Los comentarios del gobernador fueron realizados en el día de ayer, 7 de febrero, cuando organizó una mesa redonda sobre los efectos de la actual crisis fronteriza de Biden.
El evento fue realizado en el Museo Americano de la Diáspora Cubana, y el gobernador de Florida calificó de “dañinas” las políticas migratorias de Biden porque además de alentar el aumento imparable del tráfico de personas conllevan el crecimiento de los cárteles de droga.
Se refirió a la frontera sur como el lugar donde está ocurriendo el más grande tráfico de personas, de inmigrantes ilegales, y de droga.
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Huyen del comunismo
Los cubanos arriesgan sus vidas para huir de la dictadura comunista que subyuga a esa nación desde enero de 1959.
Según reflejan las estadísticas y los testimonios ofrecidos por sobrevivientes, la travesía por el Estrecho de la Florida para llegar a las costas de EE. UU. se ha cobrado miles de vidas, y de acuerdo con las leyes migratorias de EE.UU. aprobadas por el anterior presidente Barak Obama y ratificadas por Joe Biden, quienes logren tocar tierra en su mayoría se arriesgan a ser deportados.
Esta cruda situación desconoce, además, el hecho de que a su regreso a Cuba las vidas de estas personas pueden correr grave riesgo.
“Esta madrugada, agentes de la patrulla fronteriza junto con el Alguacil de los Cayos de la Florida, respondieron a un evento de contrabando marítimo en los Cayos de Florida. 10 ciudadanos cubanos fueron puestos bajo custodia federal después de que tocaran tierra en una embarcación casera en Marathon, FL”, escribió hace unas horas en Twitter, el Jefe de Patrullas, Thomas G. Martin.
Jeanette M. Núñez, vicegobernadora de Florida, y que acompañó a DeSantis durante su intervención, comparó la equivocada política de Biden con la realizada años atrás por la Iglesia Católica respecto a los inmigrantes cubanos.
“El esfuerzo legal, y administrado por la Iglesia Católica que rescató a 14.000 niños de la Cuba comunista, está muy lejos de las imprudentes políticas de fronteras abiertas de Biden”, escribió la vicegobernadora en Twitter.
Se estaba refiriendo a la famosa operación “Peter Pan”.
Tras el triunfo de la revolución comunista en Cuba en 1959, mediante la operación «Peter Pan», el Gobierno de los Estados Unidos, la Iglesia católica y los cubanos que se encontraban en el exilio, ayudaron a más de 14.000 niños en edad escolar a huir del adoctrinamiento y la represión comunista de Cuba.
Tuvo lugar entre el 26 de diciembre de 1960 y el 23 de octubre de 1962.
Tras la crisis fronteriza se esconde el tráfico humano
En el contexto de la crisis fronteriza, Jeanette M. Núñez recordó que el tráfico humano, o la trata de personas para múltiples fines, “amenaza a los floridanos, su dignidad, independencia y libertad”.
El tráfico humano es la segunda industria ilegal más grande, y la empresa criminal de más rápido crecimiento en el mundo. Sin embargo, “el público no reconoce su existencia, lo cual permite que este crimen pueda prosperar en nuestros vecindarios”, escribió en el Diario Las Américas.
El estado de Florida se ha visto golpeado por la crisis de la frontera y sus consecuencias nefastas sobre la sociedad americana, lo que incluye el tráfico de niños.
“Alrededor del 40 por ciento de las víctimas en el condado de Miami-Dade son menores de edad, con edades que oscilan entre los 12 y 14 años en el caso de las niñas, y entre los 11 y 13 años en el caso de los niños”, apuntó el Gobernador Ron DeSantis el pasado 28 de enero.
Con este crimen, un traficante puede ganar entre 150.000 y 200.000 dólares por niño al año y un promedio de 4 a 6 niños.
En el año fiscal 2020-2021, el Departamento de Niños y Familias de la Florida, informó haber recibido 2.289 denuncias de tráfico de personas en todo el estado de Florida, que afectaron a 1.750 niños.
En el caso de los niños extranjeros no acompañados, en el último año, 107.000 de ellos fueron liberados en EE. UU.; ninguno de ellos buscando el estatus de refugiado.
Pandillas, caos, violencia en la frontera
Las críticas del gobernador DeSantis coinciden con la denuncia realizada ese mismo día por el fiscal general de Arizona, quien declaró que la ola de inmigrantes ilegales en el estado es una “invasión”, lo que permite al estado defenderse, según The Epoch Times.
“La violencia sobre el terreno y la anarquía en la frontera de Arizona causada por los cárteles y las pandillas es extensa, persistente y [está] bien documentada. Puede satisfacer la definición de ‘realmente invadido’ e ‘invasión’ bajo la Constitución de Estados Unidos”, afirma el dictamen emitido por el fiscal general, el republicano Mark Brnovich.