Desafíate a ti mismo fuera de tu zona de confort: La elección esencial para una vida plena
Desde tiempos prehistóricos, siempre ha habido situaciones que nos han obligado a salir de nuestras zonas de seguridad, poniéndonos a prueba para adaptarnos y crecer en un mundo lleno de posibilidades y peligros. A pesar de ser incómodas, o incluso aterradoras, hemos sobrevivido y prosperado gracias a nuestra capacidad para afrontar estos desafíos.
Sin embargo, en el mundo actual de alta tecnología y comodidades modernas, podemos disfrutar de la comodidad y el placer con poco esfuerzo. Lejos de arriesgar nuestras vidas para alimentar a nuestras familias, podemos tener lo que queramos, entregado en un instante. En lugar de agotarnos con el trabajo físico, muchos de nosotros nos sentamos en una silla cómoda para hacer nuestro trabajo.
Si bien existen beneficios obvios al evitar la ardua lucha por sobrevivir, nuestra dependencia de la tecnología se está acercando al extremo. A medida que nos volvemos más cómodos y complacientes, perdemos importantes oportunidades para crecer.
Si no te desafías a ti mismo con tareas difíciles, corres el riesgo de volverte débil y perezoso de cuerpo y mente. Necesitamos encontrar obstáculos continuamente si queremos avanzar, pero ¿cómo podemos viajar por un camino accidentado cuando no es necesario?
Los peligros de la comodidad
La humanidad siempre ha sido impulsada por dos poderosos instintos: la necesidad de superar nuestros límites y el deseo de encontrar alivio y disfrute.
La tecnología parece satisfacer ambos aspectos al simplificar la vida cotidiana. Si las tareas mundanas son rápidas y fáciles, nos da más tiempo y energía para hacer otras cosas. Podemos hacer todas nuestras compras sin siquiera entrar a una tienda. Desde lavavajillas y correo electrónico hasta impresoras 3D y todo con IA, podemos evitar «desperdiciar» nuestro tiempo, pensamiento o esfuerzo, pero ¿con qué fin?
Pedir comida a domicilio puede ahorrarte el tiempo de comprar, cocinar y limpiar; pero también pierdes una buena oportunidad de salir al aire libre, hacer ejercicio, ser creativo y asumir responsabilidades. Además, la comida para llevar rara vez es tan saludable o satisfactoria como las comidas caseras. De hecho, la comida rápida está relacionada con la obesidad y la diabetes .
Al seguir cualquier camino más fácil, evitamos los desafíos, lo que no solo elimina el riesgo, sino también la recompensa de superar la dificultad. Considera a los atletas: trabajan duro para perfeccionar sus cuerpos para la competencia y disfrutar de la satisfacción del logro.
Si nos condicionamos a rendirnos, racionalizando que otras tareas menos exigentes «merecen más la pena», esto en última instancia fomenta la complacencia y la pereza, erosionando la voluntad de esforzarnos y animándonos a quedarnos quietos. Además, elegir el camino fácil fomenta una sensación de debilidad personal. Cuando observamos los éxitos de los demás, podemos sentirnos inferiores, afianzando un estado de inercia.
Así que sí, podemos hacer muchas cosas sin mover un dedo ni salir de la comodidad de nuestros hogares, pero lo que ganamos en facilidad lo perdemos en integridad.
Desafíate a ti mismo fuera de tu zona de confort
Si te sientes prisionero en tu sillón, definitivamente es hora de un cambio. Puede ser difícil al principio, pero puedes ganar impulso comenzando poco a poco. Elige opciones más activas para desafiarte físicamente.
En lugar de ver una película en streaming, ve al cine. En lugar de enviar un mensaje de texto a alguien, intenta hablar con esa persona por teléfono, o mejor aún, en persona. Las pequeñas recompensas de estos pequeños cambios te darán el incentivo para dar pasos más grandes.
Uno de los mayores inhibidores en la vida es el miedo. Desde eventos catastróficos hasta minucias, nos preocupamos por cómo lidiaremos con todo tipo de incógnitas. No importa cuánto intentemos evitarlas, al final, tenemos que enfrentar estas incertidumbres. Entonces, ¿por qué no hacerlo de antemano?
La próxima vez que te sientas incómodo e inseguro, permítete cometer un error y seguir adelante. Pronto descubrirás todas las habilidades que necesitas para afrontar los reveses de la vida, haciéndote más fuerte y resiliente con cada desafío.
Aun así, simplemente enfrentar los obstáculos que encuentras es algo pasivo. A medida que progresas, comenzarás a pensar en perseguir tus sueños. ¿Querías escribir un libro? ¿Hacer una película? ¿Construir un barco? ¿Inventar algo indispensable? Tu yo amante de la comodidad podría haber descartado esas ideas como imposibles, pero tu nuevo yo está listo para un desafío, ¿verdad?
Por Darren Maung
