Decretos del primer año de Lula en Brasil se han centrado en repartir nombramientos y cargos políticos, según informe
Un año después de asumir la presidencia en Brasil el 1 de enero de 2023, el gobierno liderado por Lula da Silva, de orientación izquierdista, parece no haber logrado convencer ni siquiera a sus propios simpatizantes.
A pesar de las numerosas promesas y el considerable gasto gubernamental, las críticas predominan, especialmente según un análisis del destacado periódico brasileño O Estado de São Paulo. En este se señala que los decretos firmados por Lula en su primer año se han centrado más en distribuir nombramientos y cargos políticos que en la implementación de programas, especialmente aquellos de índole social.
Uno de los grupos más afectados por estas decisiones ha sido la población indígena. A pesar de las imágenes captadas durante la ceremonia de investidura que mostraban a Lula junto a representantes de sectores marginados, incluyendo al líder simbólico de la lucha indígena, Raoni, este último expresó su descontento, declarando a O Globo a finales de octubre: «No hizo lo que prometió». Raoni destacó la falta de acción con respecto a la demarcación de tierras, una cuestión crucial para los más de 1,6 millones de indígenas en Brasil.
En el ámbito de los programas sociales, incluso pilares históricos como «Mi Casa, Mi Vida» han experimentado retrasos en su reactivación, generando críticas por favorecer la construcción de viviendas sociales en áreas de bajo costo, pero alejadas de los centros urbanos y con deficiencias en servicios esenciales.
Incluso las luchas por los derechos de los trabajadores, como los repartidores de aplicaciones de entrega, han sido desatendidas, a pesar de ser anunciadas como prioritarias. La creación de numerosos grupos de trabajo no ha producido resultados concretos, generando escepticismo sobre la eficacia de esta estrategia.
Mientras tanto, un estudio reciente del Instituto Ipec indica que solo el 33% de los brasileños confía en el gobierno actual, mientras que el 24% ya está decepcionado.