De comediante a dirigir un país en guerra: la serpenteante vida de Volodimir Zelensky

El Zelenskiy bien afeitado y de aspecto juvenil que juró como presidente en Kiev en 2019 y vestía un elegante traje ajustado a su delgada figura ha sido reemplazado por una figura mucho más mayor, más corpulenta y melancólica, típicamente vestido con uniforme paramilitar, con barba incipiente y ojeras bajo los ojos.

Zelenskiy creció en la década de 1990 en Krivói Rih, una ciudad siderúrgica en el centro de Ucrania que se vio consumida por la crisis económica y la delincuencia desenfrenada tras la desintegración de la Unión Soviética.

Encontró su nicho en el entretenimiento, creando una exitosa compañía de comedia, llamada Kvartal 95 en honor a su distrito natal, que ganó el programa de talentos de la televisión rusa KVN, popular en toda la ex región soviética.

En 2015, Zelenskiy protagonizó una nueva comedia televisiva, «El servidor del pueblo», interpretando a un honesto maestro de escuela que se convierte en presidente ucraniano después de que un discurso en clase sobre la corrupción se volviera viral en Internet.

El papel tocó una fibra sensible entre los ucranianos, hartos de la corrupción postsoviética y, en un caso extraordinario de la vida imitando al arte, ayudó a catapultarlo a la presidencia con una votación aplastante.

Su índice de aprobación pública, que saltó al 90% en 2022 después de la invasión cuando los ucranianos se unieron en torno a la bandera, se ha visto arrastrado por la fatiga de la guerra, una campaña de reclutamiento impopular, el despido de un general respetado y una sombría perspectiva del campo de batalla que ha visto a Rusia avanzar lentamente en el este en los últimos meses.

A pesar de contar con partidarios como el presidente estadounidense Joe Biden y el representante estadounidense Michael McCaul, presidente republicano del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Zelenskiy ha luchado por retener la atención mundial sobre la difícil situación de Ucrania desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás en octubre de 2023.

Sus persistentes pedidos de mayor ayuda occidental a menudo están imbuidos de una indignación moral porque Ucrania, en su mirada, está pagando con sangre para defender al mundo democrático frente a Rusia.

En un intento por aumentar la presión sobre la OTAN de camino a su cumbre en Vilna en 2023, Zelenskiy arremetió contra la alianza militar diciendo que era «absurdo» que no le diera a Kiev un calendario claro para unirse.

En Washington, con ese objetivo aún difícil de alcanzar, el liderazgo ucraniano fue menos abrasivo y su jefe de gabinete dijo que estaba contento con el resultado.

El propio Zelenskiy ha rechazado las preguntas sobre su desempeño como líder de Ucrania en circunstancias excepcionales.

«No puedo evaluar mi actividad, creo que no es muy ética», dijo en una entrevista con Reuters en su oficina en el centro de Kiev para conmemorar sus cinco años en el poder.

«Estoy orgulloso de ser el presidente de Ucrania: esta ha sido mi actitud durante todos estos cinco años», explicó.

Con información de Reuters