Cuba: La miseria obliga a deportistas olímpicos a vender sus medallas para huir de la crisis

Ante la desesperación de los cubanos frente a la creciente miseria en la isla, los deportistas olímpicos, desde hace varias décadas, han recurrido a subastar sus medallas olímpicas en plataformas digitales de Estados Unidos, obteniendo sumas que oscilan entre los 20.000 y los 80.000 dólares. 

Los atletas cubanos en lugar de conservar sus logros, optan por venderlos como única opción para escapar de la profunda crisis que se vive en la isla bajo el mando del régimen comunista, liderado por Miguel Díaz-Canel.

La estrategia se lleva a cabo de manera muy discreta a través de plataformas como eBay, con sede en San José, California, y RR Auction, con base en Boston, para eludir la “repercusión ideológica” de sus acciones, dado que el asunto parece volverse polémico para numerosos seguidores del deporte en la isla. Es que aquellas medallas de oro, plata y bronce son, para el régimen comunista, “ofrendas patrióticas” que simbolizan el “éxito socialista”. 

La creciente lista de deportistas que se suman a estas negociaciones revela historias similares de lucha contra la pobreza y el deseo de una vida mejor fuera de Cuba.

Según informó Cubanet, la subasta actual de RR Auction que cierra el 18 de enero, tiene más de 400 artículos en concurso, que van desde algunos pertenecientes a los primeros Juegos Olímpicos, celebrados en Atenas en 1896, hasta la medalla de oro obtenida por el boxeador cubano Roniel Iglesias en Londres 2012.

Historias de sacrificio y exilio

El reconocido pugilista y doble campeón olímpico, Mario Kindelán, pese a su “lealtad” al partido comunista y sus líderes, logró migrar a Baréin después de admitir la venta de su medalla ganada en Sídney 2000. 

“De la venta de mi medalla olímpica de Sydney 2000 todavía no me arrepiento. La vendí porque me vi en una situación crítica. No tenía prácticamente nada para comer ni para mantener a mis hijas, y tuve problemas personales que me llevaron al divorcio. La vendí porque era mejor tener cuatro o cinco pesos para poder comer que desertar”, reconoció el boxeador. 

Otros atletas, como Roniel Iglesias, el saltador Iván Pedroso y el tirador Leuris Pupo, también han optado por esta vía para financiar su escape.

Iglesias, medallista de oro en Tokio 2020, subastó su presea por 83.000 dólares, superando las estimaciones de su valor original. 

Otro caso conocido fue el de la reconocida discóbolo Yarelis Barrios, subcampeona olímpica en Beijing 2008, quien enfrentó problemas con su medalla cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) exigió su devolución por haber dado positivo a acetazolamida. La atleta dijo en ese entonces que ya no tenía disponible el galardón para su devolución, justificando que había sido robado. Sin embargo, informes internacionales revelaron tiempo después que la medalla fue subastada en eBay antes de abandonar Cuba en 2022.

A pesar de las críticas del gobierno de Díaz-Canel, que califica estas transacciones como «acciones provocadoras del enemigo», las subastas de medallas olímpicas cubanas continúan en plataformas como eBay. Las ofertas por medallas de oro en voleibol y béisbol se mantienen vigentes, marcando la persistente búsqueda de los atletas por una vida fuera de las restricciones impuestas por el régimen cubano.

Captura de pantalla de publicación en eBay

Por: Cecilia Borrelli – Mundo Libre Diario

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