Cuatro trucos con el aguacate que desearías haber conocido antes

No hay nada como un aguacate en su punto justo de maduración. Esta fruta irresistiblemente rica y delicada, firme y cremosa, puede hacer que cualquier plato sea un lujo. Sin embargo, extraer la alegre pulpa verde de su capa oscura siempre es un momento decisivo. ¿Estará en su punto justo, medio podrido o medio verde? 

Aunque los errores puedan parecer aleatorios, en realidad tienes más control del que crees. Desde la selección y la maduración hasta el almacenamiento y el servicio, estos cuatro consejos mejorarán tus posibilidades con los aguacates. 

Selección de aguacates

Comprar aguacates es un poco más complicado que comprar otras frutas. Por un lado, la parte que te interesa es invisible bajo la cáscara dura. Por otro lado, los aguacates maduros se magullan fácilmente, por lo que siempre se envían, y a menudo se venden, verdes. 

Si quieres disfrutar de tu aguacate el mismo día, ¡mucha suerte! A veces hay aguacates maduros, pero la mayoría de las veces están demasiado maduros o magullados por la manipulación. Los aguacates maduros deben estar firmes, ligeramente flexibles y sin partes blandas. Dependiendo de la variedad, la piel puede ser muy oscura.

Normalmente querrás comprar el aguacate con unos días de antelación. Sí, esto implica planificar, pero es más fiable que esperar. Idealmente, cualquier aguacate firme y verde debería madurar bien, pero te comparto un pequeño secreto que alguien me contó la semana pasada: los aguacates mexicanos son menos propensos a echarse a perder. 

Ahora bien, no lo he probado personalmente, pero tiene sentido si las alternativas vienen de más lejos. Además, México es el principal productor mundial de aguacate, y su producción a gran escala es prácticamente una ciencia. Claro que hay más de 20 tipos diferentes de aguacate, y las preferencias varían, así que esto también es una cuestión de elección personal. 

Aguacates madurando

Conseguir que tus aguacates alcancen el punto de maduración ideal no tiene por qué ser difícil. Solo requiere paciencia. Si te gustan los plátanos, te darán un impulso: liberan una buena cantidad de gas etileno, lo que acelera el proceso. Puedes simplemente apilar las dos frutas en el mismo recipiente. 

Si no te gustan los plátanos, no te preocupes. Coloca los aguacates verdes en una bolsa de papel cerrada para retener el etileno que emiten. Revísalos después de un par de días; no querrás perderte el breve periodo entre que están verdes y demasiado maduros. Cuando la piel esté oscura y cedan un poco, ¡estarás listo!

Almacenamiento de aguacates

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(Imagen: Ila Bonczek/Vision Times)

¿Y qué pasa si tus aguacates maduran antes de que estés listo para usarlos? Si tu cocina está fresca, podrían durar un día más, pero si se mantienen mucho más tiempo, es probable que se echen a perder. De hecho, puedes detener la maduración metiéndolos en el refrigerador, pero entonces corres el riesgo de dañarlos por el frío: manchas oscuras y una textura alterada. 

Para evitarlo, protégelos un poco del frío. Envuélvelos en un paño de cocina limpio antes de guardarlos en el cajón de verduras del refrigerador. Así estarán abrigados y en perfecto estado, listos para usar cuando tú lo estés. 

Eliminación del carozo y la cáscara del aguacate

(Imagen: Ila Bonczek/Vision Times)

Este último punto trata sobre el manejo del aguacate. Siempre es una pena ver que se desperdicie una buena cantidad de aguacate por usar malas técnicas de pelado y descarozado. Siempre que los aguacates estén maduros y no podridos, el siguiente método funcionará de maravilla: 

  • Corta el aguacate por la mitad (a lo largo).
  • Gira las dos mitades en direcciones opuestas para separarlas. El carozo quedará en una mitad. 
  • Toma tu cuchillo y golpea el carozo con la suficiente fuerza para que la hoja quede clavada.
  • Gira ligeramente el cuchillo y el carozo saldrá. 
  • Corta cada mitad por la mitad, de modo que tengas cuatro cuartos. Para aguacates más grandes, puedes dividirlos en octavos.
  • Empezando por el extremo más delgado, pela cada sección. ¡Fácil, pan comido! ¡Limpio como un guante y sin desperdicios!
(Imagen: Ila Bonczek/Vision Times)

Eso es todo lo que tengo que decir sobre los aguacates por ahora, ¡pero permanezcan atentos para aprender sobre algunos usos sorprendentes de los carozos y las cáscaras!

Por  Ila Bonczek

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Redacción Mundo Libre
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