Cristina Kirchner y su prisión domiciliaria: ¿Por qué la Justicia la concedió y cuáles son las condiciones?
El 17 de junio, el Tribunal Oral Federal N°2 (TOCF 2) otorgó la prisión domiciliaria a Cristina Fernández de Kirchner para cumplir su condena de seis años por el caso Vialidad, donde fue hallada culpable de administración fraudulenta. La decisión, que incluye el uso obligatorio de un dispositivo de vigilancia electrónica, se fundamentó en razones de seguridad y su edad, pero estableció estrictas condiciones. A continuación, las claves del fallo y su contexto.
Los fundamentos de la decisión judicial
La defensa de Kirchner, liderada por Carlos Beraldi y Ary Llernovoy, presentó tres argumentos clave: su rol como ex presidenta, que exige medidas especiales de seguridad; el intento de magnicidio de septiembre de 2022, aún bajo investigación; y su edad, 72 años, que la habilita para la domiciliaria según la Ley 26.472. Los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso consideraron que una cárcel pondría en riesgo su seguridad, especialmente tras el atentado, y podría implicar un trato inhumano, como el aislamiento.
El fallo subrayó que la edad de Kirchner no es suficiente por sí sola para conceder el beneficio, pero el peligro para su integridad física y la dificultad de protegerla en un penal fueron decisivos. Los jueces citaron estándares internacionales, como las Reglas de Mandela y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para garantizar los derechos de la condenada.
Condiciones estrictas y dispositivo electrónico
Kirchner cumplirá la condena en su departamento de San José 1111, en Monserrat, declarado apto tras un informe socioambiental. Las condiciones impuestas son rigurosas:
- Dispositivo de vigilancia: Pese a la objeción de la defensa, que lo consideró innecesario por la custodia policial, Kirchner deberá usar un dispositivo electrónico. No se aclaró si será una tobillera tradicional, pero podría ser un aparato similar a un celular que alerte ante incumplimientos, debido a la escasez de tobilleras.
- Restricciones de visitas: Solo familiares, médicos, abogados y custodios autorizados podrán entrar sin permiso judicial. Otras visitas, como las de políticos o periodistas, necesitarán autorización previa.
- Comportamiento: Kirchner debe evitar perturbar la tranquilidad del vecindario, incluyendo el uso del balcón para saludar a manifestantes, un punto sensible por las concentraciones de militantes.
- Supervisión: La Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal revisará trimestralmente el cumplimiento, y cualquier infracción podría derivar en la revocación del beneficio y el traslado a una cárcel federal.
Oposición de los fiscales
Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola se opusieron, argumentando que no había razones humanitarias suficientes y que la seguridad de Kirchner podía garantizarse en una unidad federal. También cuestionaron la idoneidad del departamento en Monserrat por las manifestaciones y exigieron un dispositivo electrónico y controles estrictos. El tribunal desestimó sus planteos, priorizando el riesgo para la vida de Kirchner.
La decisión buscó desactivar una marcha masiva del peronismo prevista para el 18 de junio, que planeaba acompañar a Kirchner desde su domicilio hasta Comodoro Py. Al notificarla virtualmente y anular su presentación en los tribunales, se evitó un escenario de alta tensión política.
El impacto de la condena y el futuro
La condena por el caso Vialidad, ratificada por la Corte Suprema, convirtió a Kirchner en la segunda ex presidenta condenada en democracia, junto a Carlos Menem. Además de los seis años de prisión, enfrenta una inhabilitación perpetua para cargos públicos, excluyéndola de las elecciones de 2025. Su defensa planea acudir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, denunciando un supuesto “lawfare” para proscribirla.
En el peronismo, la domiciliaria reavivó el debate sobre el liderazgo de Kirchner y el futuro del movimiento, tras la derrota de 2023 ante Javier Milei. Mientras algunos sectores convocan movilizaciones, otros piden una renovación interna. La condena, que implicó un perjuicio al Estado por más de 500 millones de dólares, según la Justicia, sigue polarizando al país.
La prisión domiciliaria de Cristina Kirchner no solo cierra una etapa del caso Vialidad, sino que abre interrogantes sobre su rol político y el impacto de su condena en Argentina. Con estrictos controles y un dispositivo electrónico, su vida en Monserrat estará bajo lupa, mientras el peronismo redefine su estrategia frente al gobierno de uderecha. ¿Podrá Kirchner mantener su influencia desde el confinamiento? Este capítulo podría reforzar su narrativa de persecución o marcar el declive de una figura clave en la política argentina.
