Cristina Kirchner realizó 194 vuelos a Santa Cruz durante su mandato sin agenda oficial

Una investigación reciente llevada a cabo por el equipo del diario La Nación reveló que durante los últimos cuatro años de gobierno, la vicepresidente saliente Cristina Fernández de Kirchner realizó 194 vuelos a Santa Cruz, sin contar con actividades oficiales que respaldaran dichos desplazamientos, representado un gasto para el Estado argentino de 5.250.000 dólares.

Este patrón de uso discrecional de los aviones presidenciales, que ya generó polémica durante los 12 años del primer gobierno de los Kirchner, resurgió en los últimos cuatro años de mandato de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. No solo la vicepresidente, sino también la primera dama, Fabiola Yáñez, y el entonces ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, utilizaron los recursos públicos para estos fines.

En el caso de Cristina Kirchner, los vuelos hacia Santa Cruz se realizaban mayormente de jueves a domingo y tenían como único objetivo descansar en sus residencias de Río Gallegos o El Calafate, ubicadas a 3000 kilómetros de distancia de la Casa Rosada y del Congreso.

La vicepresidente no solo utilizó las aeronaves de la flota presidencial para estos viajes, sino que también recurrió a aviones de la empresa YPF e incluso taxis aéreos alquilados en dólares, los cuales eran financiados por la Secretaría General de la Presidencia, incluso en plena pandemia, y se estima que se realizaban con una frecuencia aproximada de uno por semana.

Este derroche de fondos públicos ha sido objeto de críticas y controversias, siendo señalado como un ejemplo de privilegios de casta.

A pesar de las denuncias presentadas por la diputada Mónica Frade de la Coalición Cívica en 2021, donde se acusaba a la vicepresidente, al presidente saliente y al secretario general de la Presidencia por posibles delitos como defraudación a la administración pública, malversación de fondos y peculado, la causa fue sorprendentemente archivada en septiembre por el fiscal Gerardo Pollicita, sin que se llevara a cabo ninguna investigación ni se solicitara ninguna medida de prueba.

El 10 de diciembre marca el fin de su mandato como vicepresidente, y con ello, la culminación de este patrón de gastos cuestionables. Así lo expresó el presidente electo Javier Milei en un posteo en respuesta a lo publicado por la periodista Guadalupe Vázquez, parte del equipo que investigó el fraude: «A partir del domingo estos privilegios de casta se terminan».