Crisis de apagones en Cuba: barrios oscuros, centrales flotantes y pymes sobreviviendo a cortes de luz
El inicio de agosto ha sido trágico para miles o incluso millones de personas en Chile, debido al sistema frontal y la afectación a viviendas y servicios básicos como la electricidad. Más al norte del continente, en la isla de Cuba, los cortes de luz ya son panorama de todas las semanas.
No es un problema que inició hace algunos días, sino una situación que responde a la crisis económica e incluso de combustibles que atraviesa el país.
Ya en marzo de este año surgieron una serie de protestas en donde una de las consignas que se levantaban era “¡Corriente y comida!.
Tales manifestaciones se dieron en varios lugares del país, resultado del hastío de los habitantes de Cuba respecto a la grave crisis económica. Sobre los apagones, las tasas de afectación llegaron incluso hasta el 45% en los momentos de mayor demanda.
Apagones en Cuba: el pan de cada noche
Día con día, la compañía estatal Unión Eléctrica (UNE), lanza proyecciones sobre el porcentaje de población que será afectada por los apagones en Cuba.
En el caso del viernes 16 de agosto, un 21% de la población tuvo que aguantar la falta de luz eléctrica o energía para sus artefactos domésticos, luego que se calculara una capacidad de generación de 2.605 megavatios (MW), mientras que la demanda llegaría hasta los 3.200 MW, señala EFE.
La obsolescencia de las centras de energías soviéticas en la isla, junto con la llegada irregular de combustible desde el exterior, son dos de los grandes problemas que llevan a los masivos apagones.
Por ello, tanto desde las 10 mil pequeñas empresas autorizadas a operar en el país, como el propio Gobierno, se han volcado a tomar medidas para enfrentar los cortes de servicio.
Adaptándose a la falta de luz
Una heladería en La Habana tuvo que reducir su producción hasta en un 3/4 del total durante el último tiempo, consigna Agencia EFE.
La dueña de la empresa (Carla, nombre ficticio para resguardar su identidad) critica al gobierno de la isla, señalando que “yo puedo entender que el Estado no tenga divisas para comprar petróleo o para reparar las termoeléctricas. ¿Pero por qué a quienes decidimos apostar por este país con nuestro dinero nos dejan solos?”.
Sin embargo, pese a las dificultades que significan los apagones, presume que la fórmula que hace para sus helados hace que puedan resistir unas cuatro horas de apagón sin derretirse. Su problema reside en que se ha roto el artefacto que le permitía tener corriente de forma independiente “y no he podido comprar otro”.
Preparar todo con anticipación
Por su parte está Vicent Maillard, suizo dueño de una pastelería y que ha tenido que organizar a sus trabajadores para que preparen todo lo necesario antes del corte de luz.
“La suerte que tenemos, entre comillas, aquí en La Habana es que los apagones están programados. Entonces estamos preparados y se puede organizar perfectamente bien. (Aunque) no es lo ideal”, dijo a EFE.
Sin embargo, Raciel Álvarez se sorprende cuando a las 10:00 de la mañana en su barbería el ventilador no se apaga, a pesar de que -en teoría- había un corte programado.
“Nos ponemos de acuerdo, si el apagón es desde las 10, trato de venir con máquinas ya con carga para trabajar”, señaló, dando cuenta de lo imprevisible que pueden ser las interrupciones de electricidad.
Combustible: el principal de los apagones en Cuba
Según la propia compañía eléctrica cubana, el principal problema que ha derivado en los cortes del servicio ha sido el combustible, aunque también existe falta de divisas y problemas logísticos, según el director técnico de UNE, Lázaro Guerra, en entrevista también con Agencia EFE en abril.
Durante abril, y con tal de paliar la situación, llegaron buques con petróleo ruso. Sin embargo, el arribo de estas naves no recae bajo la empresa, por lo que no pueden asegurar nuevos barcos ya que el aprovisionamiento de combustible le corresponde a la petrolera Cupet.
E incluso están las conocidas como “patanas”, las termoeléctricas flotantes las cuales se rentan por ciertos periodos de tiempo y para la UNE, estarían solo como comodín.
¿Qué opción se tiene a largo plazo para enfrentar esta crisis energética en Cuba? Según señaló Guerra a EFE, es el buscar la “independencia energética” mediante el “crudo nacional, el gas acompañante y las energías renovables”, especialmente mediante paneles solares.
Y es que el país necesita unos US$10 mil millones solo para reconstruir las viejas termoeléctricas, por lo que el avanzar a energías limpias podría abaratar costos.
Finalmente, el ejecutivo señala que son “conscientes” del papel del suministro eléctrico y la importancia que tiene para el pueblo, y que el incurrir en apagones “es una tarea muy desagradable y compleja”.
“La crisis no ha terminado”, dijo Guerra a EFE.