Menos del 2% de las personas elegibles han recibido vacunas de refuerzo Covid actualizadas en EE. UU.
Solo alrededor del 1,5 % de las personas actualmente elegibles en los EE. UU. han recibido la dosis de refuerzo actualizada de la inyección para el Covid, desde principios de mes.
Según datos publicados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, 4,4 millones de estadounidenses han recibido el refuerzo contra el Covid, lo que representa menos del 2% de la población que -según las edades y condiciones- podría administrárselo.
Los CDC aprobaron versiones actualizadas de las vacunas de refuerzo de Pfizer y Moderna el 1 de septiembre, y las farmacias y otros sitios de vacunación comenzaron a administrar las nuevas vacunas. Las inyecciones bivalentes se dirigen tanto a la cepa original del coronavirus como a las subvariantes omicron BA.4 y BA.5 que circulan actualmente en EE. UU.
El CDC recomienda que todas las personas mayores de 12 años obtengan un refuerzo actualizado, siempre que hayan pasado al menos dos meses desde su última vacuna contra el covid.
Las personas pueden mezclar y combinar vacunas de Pfizer y Moderna, pero el refuerzo actualizado de Pfizer está disponible para personas de 12 años en adelante, mientras que el de Moderna está limitado a mayores de 18 años.
De acuerdo con NBC News, el Dr. Scott Roberts, especialista en enfermedades infecciosas de Yale Medicine, dijo que la aceptación relativamente baja del refuerzo era «desmoralizante».
“Esperaría que una proporción mucho mayor de estadounidenses haya recibido el refuerzo en este punto”, dijo.
Roberts supone que la «falta de conciencia pública» sobre las inyecciones o la narrativa predominante de que la «pandemia está terminando» podría haber obstaculizado el lanzamiento de la vacuna.
“El hecho de que este refuerzo salió días antes de que Biden dijera que la pandemia había terminado es un gran mensaje contradictorio”, agregó.
“Ahora va a ser mucho más difícil convencer a las personas en riesgo que están indecisas de obtener un refuerzo”, se lamentó.
De acuerdo a AP, el miércoles pasado en Facebook, cuando un departamento de salud de Kansas publicó dónde podían encontrar los residentes las nuevas vacunas de refuerzo, el primer usuario comentó sarcásticamente:
«Pero Biden dice que la pandemia ha terminado».
Josh Michaud, director asociado de política sanitaria mundial de la Fundación Familiar Kaiser en Washington, dijo que la declaración del presidente, a pesar de sus intentos por aclararla, aumentó la confusión del público.
«La gente no está segura de cuándo es el momento adecuado para recibir el refuerzo. ¿Soy elegible? La gente suele estar confundida sobre cuál es la opción correcta para ellos, incluso sobre dónde buscar esa información», dijo Michaud.
«Cada vez que hay mensajes contradictorios, es perjudicial para el esfuerzo de la salud pública», se quejó Michaud. «Tener los mensajes contradictorios de los comentarios del presidente, hace que ese trabajo sea mucho más difícil».
Si bien Joe Biden suavizó sus comentarios, los videos de su primera declaración siguen circulando y los que no están nada contentos -evidentemente- son los funcionarios de salud y las grandes farmacéuticas.
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Efectos adversos tras la vacunación
Mucho del escepticismo a las vacunas y el rechazo a los refuerzos probablemente no sea solo causado por el anuncio fallido de Biden, sino también porque muchas personas no las consideran efectivas y también por los reportes de efectos adversos que estas terapias génicas han provocado en cientos de miles de personas.
Entre los efectos adversos reconocidos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. se encuentran «el síndrome de Guillain-Barré (SGB) y la trombosis con síndrome de trombocitopenia (TTS) tras la vacunación con COVID-19 de Janssen y la miocarditis tras la vacunación con COVID-19 de ARNm (Pfizer-BioNTech y Moderna)».
El SGB es definido por el CBC como «un raro trastorno en el que el sistema inmunitario del cuerpo daña las células nerviosas, causando debilidad muscular y a veces parálisis», generalmente tras una infección por un virus o una bacteria. «Los pacientes pueden requerir el ingreso en la unidad de cuidados intensivos (UCI) y el apoyo de un respirador; aunque la mayoría de los pacientes se recuperan, el SGB puede provocar una parálisis permanente o la muerte».
Según la base de datos del Sistema de Notificación de Efectos Adversos de las Vacunas (VAERS), gestionada por los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que actúa como un «sistema nacional de alerta temprana para detectar posibles problemas de seguridad» de las vacunas estadounidenses, se han notificado 31.071 muertes tras la vacunación con COVID-19, según los informes realizados hasta el 16 de septiembre de 2022.
Además, se reportaron 258.456 casos de personas con heridas graves luego de la vacunación, entre ellos decenas de bebés y niños pequeños.