Corte Suprema de Brasil rechaza devolverle pasaporte a Bolsonaro para viajar a Israel

La Corte Suprema de Brasil ha rechazado la solicitud para restituir el pasaporte al expresidente Jair Bolsonaro, quien tenía la intención de realizar un viaje junto a su familia a Israel.

El magistrado de tendencia izquierdista, Alexandre de Moraes, justificó la denegación de la autorización para que el exmandatario salga del país como una medida «apropiada y necesaria», considerando la investigación en su contra por supuestas acciones destinadas a promover un supuesto golpe de Estado luego de las elecciones generales que dieron como ganador a Lula da Silva.

«Sería prematuro levantar la restricción impuesta al investigado», afirmó De Moraes, alineándose con la postura de la Fiscalía General de la República, que señaló el «peligro» que representa la salida del expresidente para una «posible aplicación de la ley penal».

Bolsonaro había solicitado el lunes la devolución temporal de su pasaporte para poder viajar a Israel entre el 12 y el 18 de mayo, en respuesta a una invitación del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, con quien el político brasileño mantiene una estrecha relación.

En su solicitud a De Moraes, la defensa del expresidente argumentó que el viaje no representaba «ningún riesgo para el proceso judicial», debido a otros compromisos que Bolsonaro tenía programados en Brasil posteriormente.

«Como es de conocimiento público, el fortalecimiento de las relaciones internacionales y el diálogo con líderes globales forman parte de la actividad política», expresó uno de los abogados de Bolsonaro, Fábio Wajngarten.

El rechazo a la devolución del pasaporte llega poco después de que el diario estadounidense The New York Times revelara que Bolsonaro había pasado dos noches en la Embajada de Hungría en Brasilia en febrero.

El expresidente afirmó que su visita a la sede diplomática fue como «invitado» y para discutir asuntos políticos con autoridades de ese país, desestimando cualquier otra interpretación, como la supuesta intención de buscar asilo para evadir problemas legales, como «ficción».

Bolsonaro ha negado en reiteradas ocasiones haber planeado un golpe de Estado después de los comicios donde se impuso por estrecho margen Lula en el medio de acusaciones de irregularidades en máquinas de votación.

En ese marco, el líder del Partido Liberal (PL) se fue a Florida y Lula asumió el 1° de enero de 2023.

Días después, una multitud se reunió en Brasilia denunciando un eventual fraude electoral y algunos de los presentes irrumpieron en edificios gubernamentales.

Desde entonces, la justicia de Lula ha perseguido a bolsonaristas acusándolos de insurrección. Próximamente, podría ser el turno del propio expresidente.

«No temo ningún juicio, siempre y cuando los jueces sean imparciales», afirmó Bolsonaro al respecto en un mitin en Río de Janeiro para respaldar a su candidato a alcalde de la ciudad en las elecciones locales que tendrán lugar en octubre de este año.

En el acto celebrado en el patio de una escuela de samba de Río, el político de 68 años declaró que estaba siendo perseguido políticamente por el gobierno de Lula porque era una espina clavada en el costado de la izquierda.

El año pasado, a Bolsonaro se le prohibió postularse para cargos electos durante ocho años por supuestamente abusar de su poder como presidente y criticar repetidamente el sistema electoral del país.

¿Qué sucedió el 8 de enero de 2023?

El juez De Moraes ha condenado con hasta 17 años de prisión a simpatizantes de Bolsonaro que simplemente estuvieron presentes el 8 de enero de 2023 cuando una multitud se congregó en Brasilia para protestar contra lo que consideraban un gobierno ilegítimo que acababa de asumir. Pero, ¿qué fue realmente lo que pasó?

En primer lugar, hay que aclarar que Bolsonaro, a esa altura, ya se encontraba en Florida, Estados Unidos, adonde viajó luego de las elecciones.

«Toda esa narrativa de que Bolsonaro incentivó un golpe es todo mentira porque él ni siquiera estaba en Brasil en ese entonces», explica la periodista brasilera, María Laura Assis en una entrevista con Mundo Libre Diario.

Assis detalla que en el marco de la manifestación de los bolsonaristas «un par de infiltrados arrancaron con líos, quemando y rompiendo, y terminaron invadiendo los tres edificios de los tres Poderes, que quedan en la plaza principal de Brasilia, uno al lado de otro».

En este marco, desenmascara la narrativa de los medios hegemónicos brasileros que acusaron a Bolsonaro de planear un golpe de Estado (tal como sostiene también el juez De Moraes).

«¿Ustedes creen que si realmente la derecha quisiera dar un golpe de Estado, como ellos lo alegan, iban a invadir tres edificios en plenas vacaciones un domingo donde no había nadie adentro de esos edificios, sin el apoyo del ejército ni de la policía? ¿Cómo vas a hacer un golpe de Estado sin armas ni apoyo militar? No existe eso… Es una falacia», afirma Assis.

La periodista agrega que para impedir que esto salga a la luz el gobierno de Lula prohibió la divulgación de las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas en todos los edificios gubernamentales.

Sin embargo, Assis resalta que, antes de la prohibición, CNN ya tenía acceso a algunas filmaciones y las terminó difundiendo. Entre otras cosas, se veía al ministro de Seguridad del gobierno de Lula, Gonzalo Díaz, adentro de uno de los edificios dirigiendo a los manifestantes hacia los lugares donde debían causar destrozos.

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Redacción Mundo Libre
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