Cómo la izquierda ha transformado la educación en EE. UU. y la apuesta por la educación patriótica

En las últimas décadas, el sistema educativo de Estados Unidos ha experimentado una profunda transformación impulsada por ideologías de izquierda que han redefinido los valores y principios fundamentales de la nación.
Corrientes progresistas han promovido una visión de la historia y la sociedad que, según críticos, distorsiona la realidad y busca imponer la idea de un EE. UU. «opresor», concepto que parte de la «lucha de clases» de la teoría marxista.
La corrección política y el adoctrinamiento en las aulas
La corrección política ha limitado la libertad de expresión y promovido una narrativa única que, en muchos casos, omite o tergiversa aspectos clave de la historia estadounidense. En escuelas y universidades, se ha enfatizado una visión de la nación como inherentemente opresiva, minimizando los logros y valores que han caracterizado a Estados Unidos. Este enfoque ha generado generaciones de estudiantes con una comprensión parcial de su propio país.
Se ha impulsado la idea de que la identidad racial determina de manera central la vida de los individuos, fomentando la cultura de victimización. En lugar de promover cohesión, estas teorías han sembrado división, resentimiento y polarización, debilitando el tejido social y desviando la atención de los problemas reales que afectan a las comunidades.
La respuesta conservadora y la educación patriótica
Frente a esta situación, sectores conservadores abogan por una educación que valore la libertad, la responsabilidad y la unidad nacional. La educación patriótica busca ofrecer a los estudiantes una visión equilibrada y positiva de la historia y cultura de EE. UU., resaltando logros y desafíos superados. Esta perspectiva pretende inspirar orgullo y pertenencia, contrarrestando narrativas divisivas y promoviendo el conocimiento profundo de los valores estadounidenses.
En esta línea, la administración del presidente Donald J. Trump anunció el miércoles que priorizará otorgar fondos de subvenciones a programas enfocados en la «educación patriótica», aunque críticos señalan que esto podría socavar el reconocimiento de fases críticas de la historia estadounidense.
El Departamento de Educación afirmó: «La educación patriótica presenta la historia de Estados Unidos de manera precisa, honesta e inspiradora. Para comprender verdaderamente los valores estadounidenses, el incansable trabajo para vivir de acuerdo con ellos y el lugar excepcional del país en la historia mundial es la mejor manera de inspirar un patriotismo informado y amor por la nación.»
Como parte de estas iniciativas, la administración lanzó una coalición de educación cívica con más de 40 grupos aliados al movimiento «Make America Great Again», además de evaluar la posible presión sobre museos y universidades para asegurar que su narrativa histórica sea equilibrada y alineada con los valores patrióticos.