Cómo funciona el «Domo de Hierro» y el sistema de defensa antimisiles de Israel

Israel cuenta con un sofisticado sistema de defensa aérea en capas diseñado para enfrentar amenazas provenientes de actores como Irán, que en los últimos días ha lanzado cientos de misiles balísticos y drones suicidas contra territorio israelí. En respuesta, Israel ha activado su escudo antimisiles, el cual ha sido perfeccionado desde la Guerra del Golfo de 1991, cuando fue blanco de misiles Scud lanzados por Irak.
Una pieza central de esta red defensiva es el «Domo de Hierro» (Iron Dome), operativo desde 2011. Desarrollado por la empresa estatal Rafael Advanced Defense Systems con apoyo financiero de Estados Unidos, el sistema fue creado tras la guerra del Líbano de 2006, cuando el grupo terrorista Hezbolá lanzó una intensa ofensiva con cohetes. Según Uzi Rubin, fundador de la Organización de Defensa contra Misiles de Israel, la decisión de desarrollar un sistema defensivo surgió ante la falta de éxito de las medidas ofensivas en aquel conflicto.
El Iron Dome está diseñado para interceptar misiles de corto alcance, cohetes, morteros y drones. Su eficiencia, según Rubin, ronda el 80%, aunque en ciertas condiciones puede superar el 90%. Uno de sus logros clave es su costo relativamente bajo: cada misil interceptor «Tamir» cuesta cerca de 50.000 dólares, mientras que sistemas similares en el mercado internacional pueden valer hasta 1 millón de dólares por unidad.
El sistema selecciona sus blancos en función del peligro que representan: mediante radares y computadoras, predice la trayectoria de los proyectiles enemigos y solo intercepta aquellos que podrían impactar en zonas pobladas o estratégicas, permitiendo ahorrar recursos al ignorar los que caerán en áreas deshabitadas o el mar Mediterráneo.
Sin embargo, el Iron Dome no es eficaz frente a amenazas de muy corto alcance o de vuelo rasante, como misiles antitanque Kornet o los Burkan, ya que no dispone del tiempo necesario para activarse ante estos ataques.
Para enfrentar misiles de mayor alcance, Israel utiliza otras capas defensivas. Entre ellas están los sistemas Arrow-2 y Arrow-3, diseñados para interceptar misiles balísticos que pueden viajar miles de kilómetros. Mientras el Arrow-2 actúa dentro de la atmósfera, el Arrow-3 puede interceptar objetivos en el espacio.
Otra herramienta clave es el sistema David’s Sling, diseñado para neutralizar misiles balísticos de alcance medio, así como aviones, drones y misiles de crucero. Según Rubin, “es como un Iron Dome gigante, mucho más potente”, y se utiliza especialmente cuando se detectan misiles de tierra a tierra lanzados desde el Líbano.
La defensa aérea israelí también cuenta con el respaldo directo de Estados Unidos. En octubre, el Pentágono envió a Israel el sistema THAAD (Terminal High Altitude Area Defense), que puede interceptar misiles balísticos de corto a medio alcance en la fase final de su trayectoria. Además, durante la reciente ofensiva iraní, las fuerzas estadounidenses ayudaron a interceptar misiles desde bases terrestres y desde un destructor en el Mediterráneo oriental, según confirmaron medios israelíes y funcionarios estadounidenses.
A pesar de esta red defensiva de alta tecnología, las autoridades israelíes reconocen que ningún sistema es infalible. El sábado, un portavoz militar informó que entre los casi 100 misiles lanzados por Irán esa noche, siete lograron impactar en suelo israelí.
Los ataques han dejado daños en zonas residenciales y vehículos, aunque el sistema logró evitar mayores víctimas al neutralizar la mayoría de las amenazas.