Cómo beneficiaría a la Argentina el nuevo Acuerdo Marco de Comercio e Inversión con Estados Unidos

El Acuerdo Marco de Comercio Recíproco e Inversión anunciado por el gobierno argentino marca un giro estratégico en la relación económica con Estados Unidos y abre un paquete de beneficios directos para sectores productivos, científicos y tecnológicos del país. Según destacaron el canciller Pablo Quirno y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, el entendimiento no sólo mejora el acceso al mercado norteamericano, sino que corrige problemas estructurales que durante años limitaron la competitividad argentina.

Más inversiones y reducción de tarifas en sectores clave

El canciller Quirno subrayó que el acuerdo “crea las condiciones para aumentar las inversiones de EE.UU. en Argentina” gracias a un marco más previsible y a la eliminación de aranceles en productos estratégicos. Para la Argentina, esto implica que industrias locales podrán exportar con tarifas más bajas que las que enfrentan otros países, al tiempo que se facilita el ingreso de tecnología estadounidense que eleve la productividad interna.

Sturzenegger explicó que, en la práctica, la Argentina pasa a tener un arancel básico del 10% con canales preferenciales de 0%, algo que coloca al país en un nivel de trato cercano al que Washington reserva para sus aliados más estrechos.

Reconocimiento de certificaciones: menos trabas y costos

Uno de los impactos más inmediatos será la eliminación de barreras burocráticas. El acuerdo acepta estándares internacionales y reconoce certificaciones de Estados Unidos en áreas sensibles como automóviles y medicamentos.
En la práctica, esto implica:

  • Autos aprobados bajo normas de EE.UU. podrán venderse en Argentina sin repetir pruebas.
  • Medicamentos validados por la FDA obtendrán aprobación automática.

Esto recorta tiempos, elimina duplicación de controles y reduce costos que antes se trasladaban al consumidor y frenaban la competitividad.

Protección de la propiedad intelectual: un cambio estructural

Argentina venía siendo señalada por su débil legislación de propiedad intelectual, lo que obligaba a científicos e inventores a patentar en el exterior o dependía de estructuras legales de terceros países.
El nuevo marco soluciona esta carencia y eleva los estándares al nivel internacional.

Para la economía argentina, esto significa:

  • Más seguridad jurídica para innovadores locales.
  • Posibilidad de que desarrollos científicos argentinos tengan protección global desde el país.
  • Incentivos a la innovación y al capital intelectual.

Como explicó Sturzenegger, “cada patente es una semilla de innovación argentina”, y el acuerdo busca precisamente que esas semillas puedan crecer dentro del país.

Integración a la economía digital global

Otro eje central es la modernización digital. El acuerdo:

  • Reconoce a Estados Unidos como jurisdicción adecuada para la transferencia transfronteriza de datos.
  • Alinea el sistema argentino de firmas digitales con estándares criptográficos internacionales.
  • Permite que startups, fintechs y empresas tecnológicas operen con mayor previsibilidad jurídica.

Esto conecta a la Argentina con las redes globales de comercio digital, un paso clave para atraer empresas tecnológicas, acelerar inversiones y facilitar servicios modernos en un entorno seguro.

Un cambio de inserción internacional

Los funcionarios destacaron el trabajo conjunto de Cancillería, Economía y el Ministerio de Desregulación, y agradecieron el apoyo del presidente Javier Milei para avanzar con el acuerdo. La lógica subyacente es que Argentina busca dejar atrás un modelo de aislamiento y sustituirlo por una inserción basada en reglas claras, estándares globales y mayor apertura a la innovación.

El acuerdo, todavía en etapa de marco general, apunta a que el país recupere competitividad, reduzca costos y se convierta en un destino más atractivo para el capital internacional, al tiempo que mejora el acceso de los productos argentinos al mercado más grande del mundo.

Los presidentes Trump y Milei tienen previsto sellar personalmente el pacto anunciado el jueves, un entendimiento que avanza en la reducción de barreras, la armonización de estándares y una mayor apertura, mientras se termina de pulir el texto final.

Quirno lideró la misión en Washington, donde mantuvo reuniones con Greer y Rubio. El Gobierno sostiene que el acuerdo no vulnera las reglas del Mercosur, ya que no modifica el arancel externo común y se concentra exclusivamente en barreras no arancelarias.

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Redacción Mundo Libre
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