Colombia se adherirá a la iniciativa de la Franja y la Ruta de China, afirma Petro

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció el lunes que el país se unirá a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), un proyecto de desarrollo liderado por China que financia infraestructura global. En una entrevista desde la Gran Muralla China, Petro confirmó la decisión, refiriéndose al proyecto como la “Ruta de la Seda”.

“Vamos a firmar la Ruta de la Seda”, afirmó, indicando que Colombia buscará utilizar los fondos chinos para proyectos de inteligencia artificial y empleo juvenil. “Hemos decidido dar un paso firme para fortalecer las relaciones entre China y América Latina”, añadió.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta, lanzada en 2013 por el presidente chino Xi Jinping, busca construir infraestructura como carreteras, puertos y redes digitales en Asia, África, Europa y América Latina. Sin embargo, la adhesión de Colombia al BRI plantea serios riesgos.

La iniciativa ha sido criticada por sus préstamos a países con dificultades financieras, como los de América Latina, África y Medio Oriente, considerados de alto riesgo crediticio. Estos préstamos pueden generar dependencia económica, y en casos de incumplimiento, los países han cedido activos estratégicos a China, como el puerto de Hambantota en Sri Lanka, transferido por un arrendamiento de 99 años tras problemas de pago.

La falta de transparencia en los acuerdos del BRI es otra preocupación. Muchas empresas chinas involucradas, como China Gezhouba Group, que opera proyectos hidroeléctricos en América Latina, tienen vínculos con el Partido Comunista Chino (PCCh), lo que podría dejar infraestructuras clave bajo el control de un régimen autoritario sin rendición de cuentas. En Colombia, donde Huawei impulsa el desarrollo de tecnología 5G, ya existen temores sobre posibles actividades de espionaje o censura, dado los lazos de la compañía con el gobierno chino.

Además, aceptar financiamiento chino podría implicar avalar prácticas controvertidas. Los fondos de instituciones como el Banco de Desarrollo de China han sido vinculados a actividades opacas, incluyendo acusaciones de lavado de dinero y conexión con violaciones de derechos humanos, como el uso de mano de obra forzada en China. Estas cuestiones éticas generan dudas sobre las implicaciones de asociarse con un régimen criticado por su historial en derechos humanos.

La decisión de Petro busca diversificar las alianzas económicas de Colombia y reducir la dependencia de socios como Estados Unidos, especialmente en medio de tensiones comerciales con la administración de Donald Trump. Sin embargo, sectores empresariales colombianos, como la Asociación Nacional de Empresarios, han expresado preocupación por las consecuencias geopolíticas, temiendo que afecte las relaciones con Washington, el principal socio comercial del país. China, segundo socio comercial de Colombia con un comercio bilateral de 18,79 mil millones de dólares en 2023, podría aumentar su influencia en sectores estratégicos, lo que plantea riesgos para la soberanía económica.

Para mitigar estos desafíos, Colombia deberá negociar con cautela, exigiendo transparencia en los acuerdos y protegiendo los intereses nacionales. La incorporación al BRI podría traer consigo proyectos de infraestructura, pero el costo de una mayor influencia china y la potencial pérdida de control sobre activos clave podrían superar cualquier beneficio inmediato, dejando al país en una posición vulnerable frente a las dinámicas de poder global.

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Redacción Mundo Libre
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