China realiza ejercicios de «tiroteo» en la costa de Taiwán y promete impulsar la «reunificación»

El Ejército de China realizó el miércoles un «entrenamiento de tiro» frente a la costa suroeste de Taiwán, en una acción que Taipei describió como provocativa y peligrosa, mientras que un alto líder chino prometió esfuerzos inquebrantables para poner la isla bajo el control de Pekín.

Taiwán, gobernado democráticamente y considerado por China como su propio territorio, se ha quejado reiteradamente de las actividades militares chinas, incluidas varias rondas de juegos de guerra a gran escala durante los últimos tres años.

Poco antes de las 9 am (0100GMT), el Ministerio de Defensa de Taiwán dijo en un comunicado que había detectado 32 aviones militares chinos realizando un «ejercicio de preparación para el combate conjunto» con buques de guerra chinos en el área del Estrecho de Taiwán.

«Durante este período incluso violó flagrantemente la práctica internacional al establecer un área de ejercicios en aguas a unas 40 millas náuticas (74 kilómetros) de la costa… sin previo aviso, afirmando que llevaría a cabo ‘entrenamiento de tiro'», añadió el ministerio.

Los principales centros de población del suroeste de Taiwán, Kaohsiung y Pingtung, albergan importantes bases navales y aéreas. En Kaohsiung también se encuentra el puerto más grande de Taiwán, un centro de gran actividad para el transporte marítimo internacional.

Los ejercicios ponen en peligro la seguridad de los vuelos y el transporte marítimo internacionales y son una «flagrante provocación» a la paz y la estabilidad regionales, afirmó el ministerio, añadiendo que había enviado sus propias fuerzas para vigilar.

No hubo confirmación inmediata de China de que estuviera realizando nuevos ejercicios alrededor de Taiwán y su Ministerio de Defensa no respondió a una solicitud de comentarios.

Otras actividades militares recientes de China en la región, como la ocurrida frente a las costas de Australia, son «una prueba de que China es la única y la mayor amenaza a la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán y el Indo-Pacífico», afirmó el Ministerio de Taiwán.

China nunca ha renunciado al uso de la fuerza para someter a Taiwán bajo su dominio y ha denunciado tanto al presidente Lai Ching-te, que asumió el cargo el año pasado, como a los Estados Unidos por su apoyo a Taiwán.

Más temprano el miércoles, la agencia oficial de noticias china Xinhua dijo que el cuarto líder del gobernante Partido Comunista, Wang Huning, había pedido esta semana un mayor esfuerzo en la causa de la «reunificación» china.

China debe «aferrarse firmemente al derecho a dominar y tomar la iniciativa en las relaciones entre ambos lados del estrecho, e impulsar inquebrantablemente la causa de la reunificación de la patria», declaró Wang en una reunión anual sobre el trabajo relacionado con Taiwán.

El gobierno de Taiwán rechaza las reclamaciones de soberanía de Beijing y afirma que sólo el pueblo de la isla puede decidir su futuro.

CABLES SUBMARINOS CORTADOS

Taiwán y China también han intercambiado críticas esta semana por el corte de un cable de comunicaciones submarino en la costa suroeste de la isla.

Taipei detuvo el martes un buque de carga vinculado a China, con bandera de Togo, sospechoso de estar involucrado, aunque el gobierno chino dijo que Taiwán estaba «manipulando» la posible participación china, diciendo que la isla estaba poniendo en duda los hechos antes de que estuvieran claros.

Antes de ser detenido por la guardia costera de Taiwán, el Hong Tai 58, con tripulación china, ya estaba en una lista de monitoreo de 52 buques vinculados a China que las agencias de seguridad de Taiwán sospechan que representan una amenaza para los cables debido a sus actividades pasadas cerca de Taiwán, informaron a Reuters dos funcionarios taiwaneses familiarizados con el asunto.

Este es el quinto caso de averías en el cable marítimo en lo que va de año en Taiwán. En 2024 y 2023 se habían registrado tres casos similares.

Taiwán ha señalado similitudes entre lo que ha experimentado y los daños a los cables submarinos en el Mar Báltico después de la invasión rusa de Ucrania.

Reuters