Caos en Venezuela: registran más de 180 protestas en todo el país pidiendo que se respete la voluntad de las urnas

Opositores y partidarios del dictador venezolano, Nicolás Maduro, planeaban manifestarse el martes, mientras se extendían las protestas y los enfrentamientos tras las elecciones del fin de semana que auto otorgaron la victoria al socialista, en el poder desde 2013. La oposición afirma tener pruebas de una victoria.

La renovada inestabilidad en el productor de petróleo sudamericano provocó reacciones internacionales divididas: Estados Unidos declaró que la reelección de Maduro carecía de credibilidad y consideraba más sanciones, mientras China y Rusia lo felicitaron.

Las protestas iniciaron después de que la junta electoral chavista anunciara el lunes que Maduro ganó un tercer mandato con el 51% de los votos, extendiendo el gobierno de su movimiento «chavista» de un cuarto de siglo.

La oposición afirmó que el 73% de las actas de escrutinio a las que tiene acceso mostraban que su candidato Edmundo González obtuvo más del doble de votos que Maduro.

Muchos venezolanos realizaron «cacerolazos», algunos bloquearon carreteras, encendieron fuegos y lanzaron bombas molotov a la policía mientras las protestas se multiplicaban, incluso cerca del palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.

«Estamos hartos de este gobierno, queremos un cambio. Queremos ser libres en Venezuela. Queremos que nuestras familias regresen», dijo un manifestante enmascarado, refiriéndose al éxodo de cerca de un tercio de los venezolanos en los últimos años.

«Lucharé por la democracia de mi país. Nos robaron las elecciones», agregó otro.

La policía con escudos y porras en Caracas y Maracay disparó gases lacrimógenos para dispersar algunas protestas.

Muchos manifestantes circularon en motocicletas atascando las calles o se cubrieron con la bandera venezolana. Algunos se protegieron el rostro con pañuelos contra los gases lacrimógenos.

El régimen los califica de agitadores violentos.

«Ya hemos visto esta película», declaró Maduro desde el palacio presidencial, prometiendo que las fuerzas de seguridad mantendrían la paz. «Hemos estado siguiendo todos los actos de violencia promovidos por la extrema derecha».

Las fuerzas armadas lo apoyan desde hace tiempo y no hubo señales de que los generales se separaran del régimen.

En Coro, capital del estado Falcón, los manifestantes vitorearon y bailaron al derribar una estatua que representaba al expresidente Hugo Chávez, mentor de Maduro que gobernó entre 1999 y 2013.

Un grupo de monitoreo local, el Observatorio Venezolano de Conflictividad, informó que registró 187 protestas en 20 estados hasta las 6 p.m. del lunes con «numerosos actos de represión y violencia» llevados a cabo por grupos paramilitares y fuerzas de seguridad.

Al menos dos personas murieron en relación con el recuento de votos o las protestas, una en el estado fronterizo de Táchira y otra en Maracay.

Maduro, un ex líder sindical y ex ministro de Relaciones Exteriores de 61 años, ganó las elecciones tras la muerte de Chávez en 2013 y fue reelegido en 2018. La oposición declaró que ambas votaciones fueron amañadas.

Ha presidido un colapso económico, una migración masiva y el deterioro de las relaciones con Occidente, incluidas las sanciones de Estados Unidos y la UE que han paralizado una industria petrolera ya en dificultades.

Su ministro de Defensa, Vladimir Padrino, advirtió contra la posibilidad de que se repitan las «terribles situaciones de 2014, 2017 y 2019», cuando las oleadas de protestas antigubernamentales causaron cientos de muertos y no lograron desalojar a Maduro.

Encuestadoras independientes calificaron de inverosímil la victoria de Maduro, mientras gobiernos en Washington y alrededor de América Latina cuestionaron los resultados e instaron a un recuento completo de los votos.

«Ni siquiera (Maduro) cree en el fraude electoral que celebra», dijo el presidente de Argentina, Javier Milei.

Perú ordenó a los diplomáticos venezolanos salir en 72 horas, citando «decisiones graves y arbitrarias tomadas hoy por el régimen venezolano».

Pero en una división global familiar, aliados como Rusia, China y las naciones latinoamericanas lideradas por la izquierda respaldaron a Maduro.

«China, como siempre, apoyará firmemente los esfuerzos de Venezuela para salvaguardar la soberanía nacional, la dignidad nacional y la estabilidad social, y apoyará firmemente la justa causa de Venezuela de oponerse a la injerencia externa», dijo el líder Xi Jinping en un mensaje de felicitación.

La líder opositora venezolana María Corina Machado, a quien se le prohibió presentarse a los comicios pero ha encabezado la campaña en favor de González, convocó marchas para el martes.

«Mis queridos venezolanos, mañana nos vemos; en familia, organizados, demostrando la determinación que tenemos para hacer valer cada voto y defender la verdad», dijo.

El régimen también planea concentraciones a favor de Maduro, y muchos venezolanos temen otro brote de violencia y derramamiento de sangre similar a otros en su turbulenta historia reciente.

Reuters, parcialmente modificado

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Redacción Mundo Libre
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