Canje de prisioneros entre Rusia y EE. UU.: famoso periodista y un agente de inteligencia vuelven a sus países
El periodista estadounidense Evan Gershkovich y el ex marine estadounidense Paul Whelan regresaron a Estados Unidos el jueves, horas después de ser liberados de su detención rusa en el mayor intercambio de prisioneros entre ambos países desde la Guerra Fría.
La Casa Blanca dijo que negoció el intercambio con Rusia, Alemania y otros tres países. El acuerdo, negociado en secreto durante más de un año, incluía a 24 prisioneros: 16 trasladados de Rusia a Occidente y ocho devueltos a Rusia desde Occidente.
Entre ellos se encontraba Vadim Krasikov, condenado por el asesinato de un disidente exiliado en Berlín, según informó el gobierno alemán.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró el acuerdo como «una proeza de la diplomacia y la amistad» y elogió a los aliados de Washington por sus «decisiones audaces y valientes».
Biden y la vicepresidente Kamala Harris, animados por la ocasión, saludaron a los estadounidenses liberados Gershkovich, Whelan y la periodista Alsu Kurmasheva a su llegada a la Base Conjunta Andrews, en Maryland, poco antes de la medianoche.
El presidente se quitó el alfiler de solapa y se lo entregó a Whelan al bajar del avión Bombardier Global 7500.
El acuerdo confiere a la administración Biden-Harris un éxito diplomático de primer orden de cara a la campaña presidencial, que enfrentará a Harris con el ex presidente republicano Donald Trump, dentro de apenas tres meses.
Harris, a punto de convertirse en la candidata demócrata después de que Biden abandonara la carrera el mes pasado, elogió su liderazgo para llevar a cabo el complejo intercambio de prisioneros, diciendo a los periodistas en la pista que era un testimonio del liderazgo estadounidense.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se reunió con los prisioneros que regresaban a Rusia a su llegada a Moscú y dijo que recibirían condecoraciones estatales.
El intercambio representa también una victoria para Putin, que había indicado que quería recuperar a Krasikov. Su patria «no los ha olvidado ni un momento», dijo a los retornados a Rusia.
Krasikov es un coronel del servicio de seguridad ruso FSB que cumplía cadena perpetua por asesinar a un disidente checheno-georgiano exiliado en un parque de Berlín.
LOS CRÍTICOS TEMEN UN «MENSAJE PELIGROSO»
El acuerdo entre varios países parecía ser un intercambio puntual que no restablece la antagónica relación entre Estados Unidos y Rusia, que se ha deteriorado fuertemente desde la invasión rusa de Ucrania en 2022.
El asesor adjunto de seguridad nacional de Estados Unidos, Jon Finer, dijo que los lazos entre Washington y Moscú siguen «en un lugar muy difícil» a pesar del intercambio. «No hubo confianza en esta relación o negociación», dijo Finer a la cadena CNN.
Los críticos dijeron que liberar a rusos condenados por delitos graves podría alentar más tomas de rehenes por parte de enemigos de Estados Unidos.
«Me sigue preocupando que seguir intercambiando estadounidenses inocentes por criminales rusos reales retenidos en Estados Unidos y en otros lugares envíe un peligroso mensaje a Putin que solo alienta más tomas de rehenes por parte de su régimen», dijo en un comunicado Michael McCaul, presidente republicano de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Trump, que dijo no tener detalles del canje, preguntó si fueron liberados «asesinos, matones o maleantes». «Solo por curiosidad, porque nunca hacemos buenos tratos, en nada, pero especialmente en los canjes de rehenes», dijo el candidato presidencial en las redes sociales.
En el acuerdo también participaron Bielorrusia, Noruega, Polonia y Eslovenia. Turquía coordinó el intercambio.
El Kremlin dijo en un comunicado que su decisión de indultar y liberar presos «se tomó con el objetivo de devolver a los ciudadanos rusos detenidos y encarcelados en países extranjeros».
El último gran intercambio entre Estados Unidos y Rusia, en 2010, afectó a 14 presos.
Los dos países tuvieron un canje de alto perfil en diciembre de 2022, intercambiando a la estrella de baloncesto estadounidense Brittney Griner -condenada a nueve años por llevar cartuchos de vapeo con aceite de cannabis en su equipaje- por el traficante de armas Viktor Bout, que cumplía una condena de 25 años.
EMOTIVOS REENCUENTROS
En Occidente, los gobiernos y activistas consideran que los disidentes son presos políticos detenidos injustamente. Todos han sido calificados por Moscú, por diferentes motivos, de extremistas peligrosos.
Entre los occidentales liberados, Gershkovich, periodista del Wall Street Journal, fue acusado de recopilar información militar sensible para la CIA, acusación que él y el periódico negaron.
La Casa Blanca publicó un emotivo vídeo de dos minutos del momento en que las familias de los detenidos en Estados Unidos hablaron con sus seres queridos por teléfono desde el Despacho Oval.
«Soy mamá. ¿Me oyes? Soy tu mamá», le dice la madre de Gershkovich a su hijo en el clip, publicado en la cuenta de redes sociales de Biden en la plataforma X.
Horas después, Gershkovich la abrazó y la levantó en el aire cuando se encontraron en la pista mientras otros miembros de la familia vitoreaban de alegría.
Whelan, ex marine, cumplía una condena de 16 años en una colonia penal rusa por cargos de espionaje que él negaba.
El alemán Rico Krieger había sido condenado a muerte en Bielorrusia por terrorismo. Fue indultado por el presidente Alexander Lukashenko, estrecho aliado de Putin, antes de quedar en libertad.
También quedaron en libertad Kurmasheva, periodista ruso-estadounidense condenada a 6 años y medio de prisión el 19 de julio, el mismo día que Gershkovich, y Kara-Murza, que cumplía 25 años por traición tras afirmar que Putin estaba bombardeando viviendas, hospitales y escuelas ucranianas.
Junto a ellos fueron liberados el activista de derechos humanos Oleg Orlov y el político opositor ruso Ilya Yashin.
Muchos de los liberados habían trabajado con Alexei Navalny, líder de la oposición rusa que murió en circunstancias poco claras en una colonia penal del Ártico en febrero.
Antes de su muerte, Navalny iba a formar parte del intercambio, dijo el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan.
Un tribunal esloveno condenó el miércoles a dos rusos a tiempo cumplido por espionaje y uso de identidades falsas y dijo que serían deportados. Ambos figuraban entre los devueltos a Rusia, según una lista oficial estadounidense.
También fueron devueltos a Rusia y puestos en libertad en Estados Unidos Roman Seleznev y Vladislav Klyushin -ambos condenados por delitos cibernéticos- y Vadim Konoshchenok.
La redactora jefe del Wall Street Journal, Emma Tucker, publicó una carta abierta en X, calificándolo de «día alegre».
(Reuters)