Campañas de Biden y Trump pujan por los temas que se discutirán en el debate presidencial en CNN
Las campañas presidenciales del demócrata Joe Biden y del republicano Donald Trump saben de qué quieren hablar en su debate televisivo del mes que viene, y ahora están intentando convencer a la cadena de noticias CNN para que les siga el juego.
El presidente Biden y el expresidente Trump, su predecesor en el cargo, se reunirán en Atlanta el 27 de junio para el primero de los dos debates que han acordado, un evento que atraerá a millones de espectadores y podría cimentar las preferencias de muchos votantes en unas elecciones muy reñidas el 5 de noviembre.
Biden tiene tres temas preferidos, según un memorando de campaña visto por Reuters: el derecho al aborto, el estado de la democracia y la economía.
El equipo de Trump ha señalado la inmigración, la seguridad pública y la inflación como temas clave de cara al debate. El exmandatario se convirtió el jueves en el primer presidente de Estados Unidos condenado por un delito cuando un jurado de Nueva York le declaró culpable de falsificar documentos para encubrir un pago para silenciar a una actriz de cine para adultos antes de las elecciones de 2016.
Como es lógico, cada equipo de campaña ha elegido los temas que cree que favorecen los puntos fuertes de los candidatos en el debate y los ha señalado públicamente.
Esto no es nuevo. En el pasado, las campañas han presionado a los anfitriones de los debates sobre las reglas, los temas y otros detalles.
Sin embargo, este ciclo electoral presenta una situación casi sin precedentes: desde que en 1960 se inauguró la era de los debates presidenciales televisados, ninguna organización de noticias ha tenido el control absoluto de los términos y parámetros de dos debates entre los dos principales candidatos. Más recientemente, la Comisión bipartidista sobre Debates Presidenciales los ha patrocinado.
La comisión se creó en 1987 para dirimir las diferencias entre los dos principales partidos políticos en un foro bipartidista. Algunos debates anteriores habían sido organizados por la Liga de Mujeres Votantes, un grupo cívico, pero los partidos Demócrata y Republicano querían más control.
Está por ver si la CNN, la cadena de noticias de Warner Bros Discovery, respetará los deseos de los candidatos en cuanto a los temas. La CNN no ha querido hacer ningún comentario.
Además de los temas, CNN y posteriormente la cadena de noticias ABC, que organiza un debate en septiembre, controlan quién está en la sala, cuánto tiempo tienen los candidatos para responder, qué otros medios pueden compartir imágenes de los debates y cómo funcionaría el sistema de silenciamiento de micrófonos propuesto por la campaña de Biden.
Frank Fahrenkopf, copresidente de la comisión, dijo que las cadenas evitaban patrocinar sus propios debates debido a los conflictos entre la organización de un acontecimiento periodístico y su cobertura, así como el quebradero de cabeza que supone crear un foro justo en medio de las presiones de ambas partes.
«No creo que funcione, pero vamos a ver qué pasa», expresó.
Los moderadores de anteriores debates organizados por la comisión revelaron los temas generales de antemano, pero de momento no hay señales de que los presentadores de CNN, Jake Tapper y Dana Bash, planeen hacerlo. ABC, que forma parte de Walt Disney Co, acogerá un segundo debate entre los candidatos el 10 de septiembre.
El equipo de Biden cree que puede vencer el hastío de los votantes hacia su propio candidato presentando a Trump como una amenaza para la democracia y las libertades individuales.
El equipo de Trump cree que los votantes verán más allá de los juicios legales del expresidente y le elegirán por cuestiones de bolsillo y otras políticas que preocupan de Biden.
Los dos candidatos tienen en común que se centran en la economía, que los votantes sitúan a la cabeza de su lista de preocupaciones en las encuestas de opinión pública, aunque también figuran la inmigración y la democracia.
Trump declaró en una entrevista la semana pasada que los candidatos estarían sentados durante el debate, para su disgusto, a pedido de la campaña de Biden. Un asesor de Biden respondió que eso no es cierto.
El candidato independiente a la presidencia de EE. UU. Robert F. Kennedy Jr., que anteriormente había dicho que esperaba cumplir los requisitos para participar, presentó el martes una queja ante la Comisión Electoral Federal por haber sido excluido.
Jen O’Malley Dillon, presidente de la campaña de Biden, sostuvo en un memorando de estrategia visto por Reuters que Biden quiere discutir el papel de Trump en la revocación en 2022 por parte de la Corte Suprema de Estados Unidos de la sentencia Roe v. Wade que garantizaba el derecho al aborto, así como «cómo Trump ataca nuestra democracia» y cómo su plan económico «le haría a él y a sus amigos más ricos».
Karoline Leavitt, portavoz de la campaña de Trump, indicó que «los votantes quieren un presidente que detenga el Baño de Sangre de Biden en la frontera sur, haga cumplir la ley y el orden en nuestras ciudades plagadas de delincuencia, baje los precios de la vivienda, la gasolina y los comestibles, y ponga a Estados Unidos en primer lugar».
(Reuters)