Cambio radical: Daddy Yankee abandona el reguetón para ser predicador evangelista

El reconocido cantante puertorriqueño Daddy Yankee sorprendió a sus seguidores al anunciar su retirada de la música y del mundo del reguetón durante un concierto el pasado lunes por la tarde. El motivo detrás de esta decisión fue revelado por el artista, quien expresó su firme dedicación a Jesucristo: «A todas las personas que me siguieron, sigan a Jesucristo, que Él es el Camino, la Verdad y la Vida», concluyó al término de su actuación.
La transformación espiritual de Daddy Yankee tuvo lugar tras reflexionar sobre un versículo del Evangelio según San Mateo: «¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?». Esta pregunta resonaba en la mente del cantante, quien anunció su retiro del «mundo» para preservar su alma. En su declaración pública de fe, Daddy Yankee compartió que Cristo ha dado un nuevo significado a su vida: «Para todos era alguien, pero yo no era nada sin Él». De manera significativa, cerró su carrera musical en San Juan, su ciudad natal.
Ante una multitud entusiasta que coreaba su nombre, Daddy Yankee reflexionó sobre su exitosa carrera: «Pude recorrer el mundo durante años, ganar muchos premios, aplausos y elogios, pero me di cuenta de algo que dice la Biblia: ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde el alma?». En un emotivo gesto, el puertorriqueño añadió: «Esta noche, reconozco y no me avergüenzo de decirle al mundo entero que Jesús vive en mí y que yo viviré para Él».
Las palabras de Daddy Yankee fueron recibidas con alegría por sus seguidores, y destacadas figuras eclesiásticas también expresaron su aprecio. El presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona, monseñor Juan José Omella, elogió las declaraciones del cantante como un «bello anuncio de cómo Cristo puede transformar nuestras vidas si le dejamos entrar». Además, instó a orar por Daddy Yankee para que, bajo la protección divina, se convierta en un fiel misionero de Jesucristo al servicio del Evangelio.