Calor, huracanes y apagones: Los cubanos se preparan para un largo verano tras un mayo abrasador
Si el mes de mayo sirve de indicador, a Cuba le espera un verano largo y caluroso, dice el cochero Osmel Valdés.
Este habanero de 52 años dirige un servicio de transporte por las sofocantes calles de la capital cubana. La sombra es difícil de encontrar, así que coloca un trozo de cartón encima de su caballo entre paseo y paseo para volver a darle un respiro.
«Este mes el calor ha sido terrible», dice.
En todo el país, las temperaturas estivales se han adelantado casi dos meses, agravadas por apagones de varias horas debidos a la escasez de combustible y a fallos en las centrales eléctricas. Con temperaturas nocturnas que alcanzan los 27° C y diurnas que se disparan hasta los 35º C, no hay escapatoria, dicen los residentes locales.
El meteorólogo Ramón Pérez, que trabaja para el Centro del Clima de Cuba, informa que mayo parece que fue el más caluroso en la isla caribeña desde 1951, cuando comenzaron a llevarse registros.
«El clima de Cuba se está volviendo gradualmente más y más caliente, y especialmente nuestros veranos», comentó Pérez a Reuters.
El verano pasado fue el más caluroso del que se tiene constancia y éste va camino de alcanzar temperaturas igualmente sofocantes.
El fenómeno meteorológico de El Niño, que empezó a debilitarse en marzo, también ha impulsado temperaturas terrestres y marinas superiores a la media en todo el planeta.
Estas condiciones han dejado a Cuba, situada en la tormentosa intersección del océano Atlántico, el golfo de México y el mar Caribe, excepcionalmente expuesta a una temporada de huracanes que se prevé sea una de las peores de la historia.
El Centro del Clima de Cuba dice que hay un 80% de probabilidades de que al menos un huracán azote la isla esta temporada.
Los meteorólogos del gobierno de Estados Unidos dijeron la semana pasada que podrían formarse hasta siete huracanes importantes en una temporada «extraordinaria» de huracanes en el Atlántico en 2024, que comienza el 1 de junio.
Las altas temperaturas se combinan en Cuba con una devastadora crisis económica.
El doble golpe ya ha agotado a cubanos como Nelson Jadier, un joven de 28 años empapado en sudor que trabaja en un restaurante cortejando clientes desde la acera.
«Mayo ha sido un mes muy duro para los que tenemos que trabajar en la calle para llevar comida a la mesa», dijo Jadier.
(Reuters)