Bukele pide extender por 16ª vez estado de emergencia contra pandillas en El Salvador

Como parte de su política de ‘mano dura’ contra las pandillas, a las que atribuye la mayoría de los delitos en el país centroamericano, el gobierno del presidente Nayib Bukele de El Salvador solicitó al Congreso una nueva extensión del régimen de excepción.

Esta última solicitud marca la décimosexta prórroga solicitada por el gobierno desde finales de marzo de 2022, y ha generado preocupación y denuncias por parte de organismos de derechos humanos.

El ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, reiteró los argumentos del gobierno para restringir derechos como el derecho a la representación legal para los detenidos y el derecho de asociación, afirmando que el régimen de excepción ha brindado paz a los salvadoreños y les ha dado esperanza y seguridad para moverse por diferentes lugares. Según él, esto se logró después de haber perdido generaciones debido a la inacción de los gobiernos anteriores.

Villatoro presentó oficialmente la solicitud al Congreso, que deberá pronunciarse sobre la aprobación o el rechazo de estas medidas. Hasta ahora, el Congreso, dominado por la mayoría oficialista, no ha negado la renovación del régimen de excepción, que ya se ha extendido durante 472 días.

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Cada mes es necesario solicitar la prórroga, y la extensión anterior, aprobada el 14 de junio, vence el sábado 15 de julio. Si la nueva prórroga comenzara el 16 de julio, estaría vigente hasta el 14 de agosto.

Además de la solicitud de prórroga, el gobierno de Bukele presentó una propuesta ante el Congreso para reformar la Ley Especial Contra el Crimen Organizado, con el objetivo de aumentar en dos tercios la pena máxima de 45 años de prisión para los líderes de estas estructuras criminales conocidas como maras o pandillas.

También se solicitó la aprobación de disposiciones transitorias para procesar a los detenidos durante el régimen de excepción por su participación en estas estructuras. El gobierno busca poder juzgar conjuntamente a los miembros de las pandillas, que están formadas por grupos o clicas.

Según la Constitución, el régimen de excepción debe ser aprobado por un período de 30 días y puede ser prorrogado «si las circunstancias que lo motivaron continúan».

El Salvador, que hasta hace poco fue conocido por tener la tasa de homicidios más alta del mundo ahora tiene la tasa de encarcelamiento más alta del mundo, mientras que la tasa de homicidio bajó en un 92% y la aprobación presidencial ronda el 90%.