Bolsonaro desafía la persecución judicial de Lula: «No temo ser juzgado siempre y cuando los jueces sean imparciales»

El ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo el sábado que no teme ser juzgado, en el marco de la persecución judicial que enfrenta en su país por parte de la Corte Suprema y del gobierno del izquierdista Lula da Silva.

Ante una multitud, Bolsonaro se refirió a un juicio que podría enfrentar a medida que avanzan los procesos judiciales comandados por el controvertido juez del Tribunal Supremo Electoral, Alexandre de Moraes, quien lo acusa de intentar convencer a militares para que intervengan en las instituciones del país luego de las polémicas elecciones presidenciales de 2022.

Bolsonaro ha negado en reiteradas ocasiones haber planeado un golpe de Estado después de los comicios donde se impuso por estrecho margen Lula en el medio de acusaciones de irregularidades en máquinas de votación.

En ese marco, el líder del Partido Liberal (PL) se fue a Florida y Lula asumió el 1° de enero de 2023.

Días después, una multitud se reunió en Brasilia denunciando un eventual fraude electoral y algunos de los presentes irrumpieron en edificios gubernamentales.

Desde entonces, la justicia de Lula ha perseguido a bolsonaristas acusándolos de insurrección. Próximamente, podría ser el turno del propio expresidente.

«No temo ningún juicio, siempre y cuando los jueces sean imparciales», afirmó Bolsonaro al respecto en un mitin en Río de Janeiro para respaldar a su candidato a alcalde de la ciudad en las elecciones locales que tendrán lugar en octubre de este año.

En el acto celebrado en el patio de una escuela de samba de Río, el político de 68 años declaró que estaba siendo perseguido políticamente por el gobierno de Lula porque era una espina clavada en el costado de la izquierda.

El año pasado, a Bolsonaro se le prohibió postularse para cargos electos durante ocho años por supuestamente abusar de su poder como presidente y criticar repetidamente el sistema electoral del país.

Próximamente podría enfrentarse a un posible arresto y un juicio por parte de la Corte Suprema.

«El riesgo es muy grande que Bolsonaro vaya preso», alertó el diputado del PL de Bahía, Diego Castro.

«En Brasil hay una persecución muy clara y abierta a los conservadores», agregó Castro en diálogo con Mundo Libre Diario.

El legislador detalló que a los bolsonaristas le han sacado los «derechos fundamentales», por ejemplo el derecho a respuesta o a la defensa, entre otros derechos procesales básicos.

«Hay una persecución clara de un juez de la Suprema Corte, que es Alexandre de Moraes», sostuvo indicando que el magistrado es «juez, promotor y víctima del caso al mismo tiempo y acumula funciones que deberían ser del Poder Legislativo».

¿Qué pasó el 8 de enero de 2023?

El juez De Moraes ha condenado con hasta 17 años de prisión a simpatizantes de Bolsonaro que simplemente estuvieron presentes el 8 de enero de 2023 cuando una multitud se congregó en Brasilia para protestar contra lo que consideraban un gobierno ilegítimo que acababa de asumir. Pero, ¿qué fue realmente lo que pasó?

En primer lugar, hay que aclarar que Bolsonaro, a esa altura, ya se encontraba en Florida, Estados Unidos, adonde viajó luego de las elecciones.

«Toda esa narrativa de que Bolsonaro incentivó un golpe es todo mentira porque él ni siquiera estaba en Brasil en ese entonces», explica la periodista brasilera, María Laura Assis en una entrevista con Mundo Libre Diario.

Assis detalla que en el marco de la manifestación de los bolsonaristas «un par de infiltrados arrancaron con líos, quemando y rompiendo, y terminaron invadiendo los tres edificios de los tres Poderes, que quedan en la plaza principal de Brasilia, uno al lado de otro».

En este marco, desenmascara la narrativa de los medios hegemónicos brasileros que acusaron a Bolsonaro de planear un golpe de Estado (tal como sostiene también el juez De Moraes).

«¿Ustedes creen que si realmente la derecha quisiera dar un golpe de Estado, como ellos lo alegan, iban a invadir tres edificios en plenas vacaciones un domingo donde no había nadie adentro de esos edificios, sin el apoyo del ejército ni de la policía? ¿Cómo vas a hacer un golpe de Estado sin armas ni apoyo militar? No existe eso… Es una falacia», afirma Assis.

La periodista agrega que para impedir que esto salga a la luz el gobierno de Lula prohibió la divulgación de las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas en todos los edificios gubernamentales.

Sin embargo, Assis resalta que, antes de la prohibición, CNN ya tenía acceso a algunas filmaciones y las terminó difundiendo. Entre otras cosas, se veía al ministro de Seguridad del gobierno de Lula, Gonzalo Díaz, adentro de uno de los edificios dirigiendo a los manifestantes hacia los lugares donde debían causar destrozos.

¿Brasil se parece cada vez más a Cuba y Venezuela?

En este marco, recientemente Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente de Brasil, comparó la situación política y social de Brasil con la de países como Cuba y Venezuela.

En una conferencia de prensa realizada en el exterior del Capitolio en Estados Unidos, Eduardo Bolsonaro expresó su preocupación por la dirección que está tomando Brasil, sugiriendo que el país podría seguir el camino de regímenes autoritarios conocidos por sus campos de concentración.

Eduardo Bolsonaro se describió a sí mismo viviendo su «propia película sobre el Gulag», refiriéndose a los sistemas de campos de trabajo forzados que existieron en la Unión Soviética.

Destacó la opresión y la crueldad como pasos hacia el «objetivo final» de encarcelar a su padre, Jair Bolsonaro quien, según él, «se atrevió a poner los intereses de los brasileños en primer lugar».

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Redacción Mundo Libre
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