Bolsonaro llama a combatir el comunismo tanto como al nazismo por matar a millones de personas inocentes
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro expresó que tanto el nazismo como el comunismo deben ser repudiados y combatidos por provocar la muerte de millones de personas inocentes.
“Es nuestro deseo que otras organizaciones que promueven ideologías que predican el antisemitismo, la división de las personas en razas o clases, y que también diezmaron a millones de inocentes alrededor del mundo, como el comunismo, sean alcanzadas y combatidas por nuestras leyes”, escribió el mandatario en Twitter, el 9 de febrero.
Bolsonaro expresó estas opiniones un día después de que la Fiscalía General ordenó abrir una investigación para establecer si un diputado federal y un reconocido «Youtuber» habían cometido el delito de apología al nazismo, por unas declaraciones dadas en un podcast, que levantaron polémica en el país.
Se trata del diputado federal Kim Kataguiri, que sugirió no criminalizar a los grupos que comulgan con esta ideología, y el influencer digital conocido como ‘Monark’ que fue despedido de Flow Podcast tras defender el pasado lunes la creación de un partido nazi en Brasil.
Bolsonaro repudió el nazismo «de manera irrestricta y permanente» y “sin reservas que permitan su florecimiento”, y agregó, “así como toda ideología totalitaria que atente contra los derechos fundamentales de los pueblos y las personas, como el derecho a la vida y a la libertad”.
En medio de la polémica nacional, el presidente de la Confederación Israelita de Brasil, Claudio Lottenberg, apeló a la tolerancia como forma de convivencia social.
«Imaginábamos, (…), que vivíamos en un escenario diferente, pero justo esta semana, uno de los podcasts más importantes de este país hace un movimiento demostrando que, para algunos, (…), la muerte de esos seis millones de judíos y más de cincuenta millones de personas, fruto de una atrocidad de un partido nazi, no ha sido suficiente para que hayamos aprendido algo significativo en el sentido del respeto a la diversidad, en la comprensión de la tolerancia», dijo.
Según Bolsonaro, es necesario ser serio al abordar el tema para evitar cualquier trivialización y llamó a reflexionar sobre lo sucedido.
«Que el momento sea de reflexión, de maduración, respecto a qué tipo de ambiente queremos crear para Brasil. Tengamos todos más sentido común y responsabilidad», dijo el presidente.
Asimismo manifestó su apoyo al pueblo judío.
“A los que realmente insisten en defender la división de las personas por raza/etnia, el control total por parte del Estado, la violación de las libertades, que son premisas del nazismo”, expreso Bolsonaro, “así como a los que, en una cruel falta de respeto al pueblo judío, banalizan un hecho grave para su promoción política, tenemos una lección que aprender:
Brasil nunca será un terreno fértil para el totalitarismo porque el amor a la libertad corre por nuestras venas. Quien desee lo contrario está en el lado equivocado”.
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El nazismo, el fascismo y el socialismo tienen sus raíces en el comunismo
Cuando hablamos de colectivismo de Estado, economía planificada y lucha de clases, sabemos que son los conceptos claves del comunismo, pero también del socialismo y del fascismo.
De acuerdo con el reconocido investigador y reportero, Joshua Philipp, todos ellos fueron simplemente interpretaciones diferentes del marxismo, formado justo antes de la Primera Guerra Mundial, en un tiempo en el que la materialización de las ideas de Karl Marx fracasaron y los comunistas tuvieron que comenzar de cero.
Según Philip, luego de Lenin, la siguiente revisión comunista en aparecer en el escenario mundial fue la de Benito Mussolini, quien aprendió de la Primera Guerra Mundial la lección de que el nacionalismo es más unificador que la idea de una revolución de los trabajadores.
Poco después, Adolf Hitler emergió con su nuevo sistema socialista bajo el eslogan “nacional socialismo”.
Las políticas del partido Nazi sigueron el modelo comunista de educación y salud gratuitas, nacionalización de grandes corporaciones y fondos, control estatal de los bancos y el crédito, la división de grandes propiedades de tierras en unidades más pequeñas, entre otras.
Hitler se oponía tenazmente al sistema capitalista tradicional como todas las otras ideologías comunistas.
Si bien Lenin culpaba a los ricos dueños de campos, y Mao Zedong culpaba a los propietarios de tierras, Hitler transfirió la culpa a los judíos.
Citando al autor bestseller, Dinesh D’Souza, en su libro: “La gran mentira: Exponiendo las raíces nazis de la izquierda americana”, Philip indicó que, “el antisemitismo nazi nació del odio de Hitler al capitalismo. Hitler hace una distinción crucial entre el capitalismo productivo, al cual él puede aceptar, y el capitalismo de finanzas, al cual él asocia a los judíos”, de acuerdo con The Epoch Times.
“Descomunización”
En 2019, Ucrania, país que sufrió tanto la ocupación nazi como la comunista, ratificó en una ley que equipara a ambas ideologías.
“El régimen comunista, al igual que el régimen nazi, infligió daños irreparables a los derechos humanos debido a su existencia, tuvo control total sobre la sociedad y, persecuciones y represiones motivadas políticamente, violó sus obligaciones internacionales y sus propias constituciones y leyes”, declaró el Tribunal Constitucional de Ucrania en su sitio web.
Unos años antes, el 9 de mayo de 2015, los parlamentarios ucranianos aprobaron cuatro leyes para iniciar el proceso de “descomunización” del país.
Esas leyes prohíben toda propaganda comunista, soviética y nazi, así como su simbología.
Las cuatro leyes aprobadas fueron:
- Condena de los regímenes totalitarios, comunistas y nacionalsocialistas en Ucrania y la prohibición de la propaganda de su simbolismo
- Acceso a los archivos de los órganos represivos del régimen totalitario comunista de 1917 a 1991
- Para perpetuar la victoria sobre el nazismo en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)
- Sobre la condición jurídica y la memoria de los combatientes por la independencia de Ucrania en el siglo XX.
Si bien, el Holocausto de Hitler es un horror familiar, y fueron condenados por el Tribunal de Nuremberg, los sombríos recuentos de muertes de las revoluciones comunistas en Rusia y China superan con creces los esfuerzos genocidas nazis. Mientras Hitler apuntaba a los judíos, los comunistas apuntan a todas las religiones y clases enteras de la sociedad.
Según “El libro negro del comunismo” de Stéphane Courtois, el comunismo es responsable de 100 millones de muertes, un número total que supera con creces al nazismo, que dejó 16 millones de muertos.
Al llevar a cabo esta ideología, los regímenes políticos del siglo XX encabezados por dictadores como Mao Zedong, y Joseph Stalin, fueron responsables de una rápida destrucción de vidas humanas nunca antes vista en la historia humana.