Bolivianos golpean cacerolas para protestar por el aumento de precios de los alimentos y la escasez de combustibles
Bolivianos salieron a las calles de La Paz el viernes (16 de agosto) para expresar su descontento por el aumento de los precios de los alimentos y la persistente escasez de combustible y dólares que han afectado la economía del país.
Los manifestantes gritaron consignas y golpearon cacerolas en las calles, pidiendo al gobierno de Luis Arce encontrar soluciones a la crisis económica del país andino.
«No hay nada para comer, no hay fuentes de trabajo, no hay alimentos; todo ha aumentado. Los productos de primera necesidad se han disparado y los salarios no alcanzan. Por eso protestamos», dijo Florencia Laguna, una manifestante, a Reuters.
La escasez ha provocado largas colas en las estaciones de servicio y reiteradas quejas de las empresas de transporte, lo que ha agravado la frustración de la ciudadanía.
Bolivia gasta aproximadamente 800 millones de dólares anuales para importar la mitad de la gasolina que necesita para el consumo interno y hasta el 80% de sus suministros de diésel, principalmente de las naciones vecinas de América del Sur.
«Hace poco fui a Argentina a comprar harina. Aquí no hay harina para comprar. Los comerciantes nos dicen que el dólar ha subido y no hay gasoil. ¿Cómo vamos a traer la harina aquí?», dijo una manifestante a Reuters.
Desde 2023 las transacciones de dólares en Bolivia han sido irregulares, generando perjuicios en varios sectores.
Por otro lado, las instituciones bancarias locales han impuesto restricciones a las transacciones financieras realizadas en dólares, lo que ha dado lugar al surgimiento del llamado mercado negro.
Con información de Reuters