Bioterrorismo: los científicos chinos acusados de introducir patógeno tóxico recibían fondos del gobierno estadounidense

Dos científicos chinos, Yunqing Jian, de 33 años, y Zunyong Liu, de 34, han sido acusados por autoridades federales de Estados Unidos por intentar introducir de forma ilegal el hongo tóxico Fusarium graminearum en el país.
Este patógeno, considerado una potencial arma de agroterrorismo, afecta cultivos esenciales como trigo, cebada, maíz y arroz, y produce toxinas que pueden causar vómitos y daños hepáticos en humanos y animales.
La investigación, a la que accedió el portal de investigación Just the News, reveló que ambos científicos estaban vinculados a un laboratorio de la Universidad de Michigan, dirigido por investigadores chinos que recibían financiamiento del Instituto Nacional de Salud (NIH) de EE.UU. para estudiar la inmunidad de las plantas.
Este hallazgo ha generado preocupación sobre la posible infiltración de intereses del Partido Comunista Chino (PCCh) en instituciones académicas estadounidenses.
Liu fue detenido en el Aeropuerto Metropolitano de Detroit con muestras del hongo ocultas en su mochila. Inicialmente negó conocer el contenido, pero posteriormente admitió haberlo ocultado debido a restricciones de importación, con la intención de utilizarlo en investigaciones en el laboratorio de la Universidad de Michigan donde trabajaba su pareja, Jian.
Las comunicaciones entre Jian y Liu, obtenidas a través de la aplicación china WeChat, evidencian que ya en agosto de 2022 habían discutido métodos para introducir materiales biológicos en EE. UU. sin autorización. En una conversación, Liu escribió: «Las semillas del profesor Liang deben colocarse bien», a lo que Jian respondió: «¿Dónde ponerlas? Solo tengo un par de zapatos. La plantilla no se puede quitar».
El Departamento de Justicia de EE. UU. ha presentado cargos contra ambos por conspiración, contrabando, declaraciones falsas y fraude de visas. Además, se descubrió que Jian es miembro del PCCh, lo que intensifica las preocupaciones sobre posibles intentos de infiltración en la infraestructura crítica estadounidense.
Expertos en seguridad nacional han señalado que, aunque el Fusarium graminearum ya está presente en EE. UU., la introducción de cepas extranjeras sin autorización podría representar un riesgo significativo si estas son más agresivas o resistentes a tratamientos.
El FBI considera este caso como parte de un esfuerzo más amplio del PCCh para infiltrarse en instituciones estadounidenses y amenazar la seguridad nacional.
La Universidad de Michigan ha declarado que no recibió financiamiento del gobierno chino para los trabajos de Jian y que está cooperando con la investigación. Sin embargo, la presencia de investigadores vinculados al PCCh en proyectos financiados por el gobierno estadounidense ha generado un debate sobre la necesidad de reforzar los controles en colaboraciones académicas internacionales.
Este incidente ocurre en un contexto de creciente escrutinio sobre la influencia china en instituciones académicas y científicas de EE. UU., especialmente tras la pandemia de COVID-19 y las preocupaciones sobre investigaciones de «ganancia de función» en laboratorios chinos financiados parcialmente por fondos estadounidenses.
El caso también ha reavivado las discusiones sobre programas como el «China Initiative», lanzado por el Departamento de Justicia en 2018 para combatir el espionaje económico chino, y que fue criticado por posibles sesgos raciales antes de su finalización en 2022. Algunos legisladores han pedido su reinstauración ante casos como el de Jian y Liu.
Mientras tanto, Jian permanece bajo custodia a la espera de una audiencia de fianza, y Liu ha sido deportado a China, donde continúa su labor investigativa en una universidad local. Las autoridades estadounidenses han emitido una orden de arresto activa contra él.