Biden hace declaraciones confusas sobre la situación entre Rusia y Ucrania

El presidente Joe Biden causó recientemente confusión con respecto a la postura estadounidense en la cuestión de Rusia-Ucrania. En declaraciones a los periodistas, el presidente dio a entender que la respuesta de Washington a una posible invasión de Rusia en Ucrania dependería de la magnitud de dicha incursión. También predijo que el presidente ruso, Vladimir Putin, «intervendrá» en Ucrania.

«Rusia tendrá que rendir cuentas si invade, y depende de lo que haga. Una cosa es que sea una incursión menor y tengamos que pelearnos sobre qué hacer y qué no hacer, etc… Pero si realmente hacen lo que son capaces de hacer… va a ser un desastre para Rusia si siguen invadiendo Ucrania», dijo el presidente.

Repercusiones de los comentarios de Biden

Los comentarios de Biden hicieron saltar las alarmas en la esfera política. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, emitió una declaración el 19 de enero en la que aclaraba que si cualquier fuerza militar rusa se desplaza a través de la frontera de Ucrania, se vería como «una nueva invasión». 

Tal movimiento será recibido con una «respuesta rápida, severa y unida» de Estados Unidos y sus aliados. Psaki declaró que cualquier agresión que no sea una acción militar, como los ataques paramilitares y los ciberataques, será recibida con una «respuesta decisiva, recíproca y unida».

En un tuit del 20 de enero, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, insistió en que «no hay incursiones menores ni naciones pequeñas», al igual que no hay víctimas menores ni pequeños dolores por la pérdida de seres queridos.

Biden no tardó en emitir un comunicado, aclarando su posición al respecto. «Si cualquiera de las unidades rusas reunidas se desplaza a través de la frontera ucraniana, eso es una invasión… Que no quede ninguna duda de que si Putin toma esta decisión, Rusia pagará un alto precio», dijo el presidente. Moscú recibirá una «respuesta económica severa y coordinada» por invadir Ucrania, advirtió el mandatario. 

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El 21 de enero, funcionarios de Estados Unidos y Rusia se reunieron para discutir formas de mitigar las tensiones entre ambas potencias. A la reunión, celebrada en Ginebra, asistieron el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

«No esperamos resolver hoy aquí nuestras diferencias. Pero sí espero y deseo que podamos comprobar si la vía de la diplomacia o del diálogo sigue abierta… Este es un momento crítico», dijo Blinken a Lavrov antes de que hablaran en privado. 

Lavrov afirmó que la reunión fue «constructiva y útil». Según el ministro ruso, Washington ha aceptado responder a las demandas de Rusia sobre Ucrania y la OTAN antes de la próxima semana. Una de las exigencias consiste en impedir que Ucrania entre en la OTAN.

Al parecer, Rusia ha acumulado 100.000 soldados cerca de la frontera ucraniana. Según las imágenes por satélite recogidas por Maxar Technologies, las fuerzas rusas se han desplegado en múltiples posiciones que se encuentran a una distancia de entre 16 y 161 kilómetros de la frontera ucraniana. Los militares rusos han llegado a Bielorrusia para participar en unas maniobras militares conjuntas previstas para febrero.

Estados Unidos ha sancionado a cuatro individuos ucranianos por coludir con agencias rusas para desestabilizar Ucrania. Los individuos actuaron «bajo la dirección del Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB)», según un comunicado de prensa del 20 de enero. El FSB está sancionado por Estados Unidos. 

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