Biden dice que Putin es un «dictador asesino» y Moscú reacciona
La Federación Rusa convocó al embajador de Estados Unidos para hacerle una advertencia formal a Washington por la retórica agresiva utilizada por el presidente Joe Biden hacia su homólogo Vladimir Putin.
El 21 de marzo, Russia Today afirmó que el Ministerio de Asuntos Exteriores había convocado al embajador John Sullivan, donde se le entregó una «nota de protesta» por las declaraciones que Joe Biden hizo caracterizando al presidente Putin como un «dictador asesino», un «puro matón» y un «criminal de guerra».
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Declaraciones verídicas
En una declaración en ruso publicada el 21 de marzo en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores se lee: «Se subrayó que tales declaraciones del presidente de EE.UU., que son indignas de un estadista de tan alto rango, ponen las relaciones entre EE.UU. y Rusia al borde de la ruptura. Se advirtió que las acciones hostiles emprendidas contra Rusia serán rechazadas con firmeza y determinación».
El 16 de marzo, la corresponsal de Fox News en la Casa Blanca, Jacqui Heinrich, publicó imágenes de un vídeo de 45 segundos en un evento en el que, cuando al principio se le preguntó al presidente Biden si estaba dispuesto a llamar a Putin criminal de guerra, al principio dijo «no» y se alejó.
Unos segundos después, Biden volvió a dirigirse a la misma reportera para afirmar: «Oh, creo que es un criminal de guerra».
Solo un día después, en el Día de San Patricio, mientras hablaba en el almuerzo de Amigos de Irlanda organizado por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, Biden se refirió claramente a Putin como un “dictador asesino, un matón puro”, según informó Associated Press.
Una posición tajante
El 18 de marzo, el medio de comunicación estatal ruso TASS citó al portavoz presidencial Dmitry Peskov afirmando que los comentarios de Biden constituían «un insulto personal» contra Putin, pero en ese momento mostró su perdón hacia los comentarios, aunque de forma solapada.
«Teniendo en cuenta la irritabilidad, el cansancio y el olvido del Sr. Biden, que a la larga se traduce en declaraciones agresivas, posiblemente prefiramos abstenernos de hacer comentarios fuertes para no desencadenar más agresiones», dijo Peskov.
Los comentarios de Biden fueron quizás siniestramente oportunos. Exactamente un año antes, el día de San Patricio de 2021, Biden calificó a Putin de «asesino» durante una entrevista con ABC News a raíz de un informe posiblemente espurio publicado por la comunidad de inteligencia de Estados Unidos en el que se evaluaba la interferencia extranjera en las elecciones presidenciales de 2020 como atribuible, esta vez, no al Partido Comunista Chino, sino a Rusia.
Cuando Biden fue interrogado por George Stephanopolous con la pregunta: «Entonces, ¿qué precio debe pagar [Putin]?» por la supuesta interferencia, el Presidente respondió: «El precio que va a pagar lo veremos en breve… Ha sido… hicieron algunas cosas maliciosas, por decir algo. Y por eso vamos a tener – no voy a anunciar lo que voy a hacer, pero él va a entender que… no es gratis».
En respuesta, Rusia retiró inmediatamente a su embajador en Estados Unidos, declarando: «La situación actual es el resultado de la política deliberada de Washington, que durante los últimos años estuvo dando pasos para llevar -en esencia, intencionadamente- nuestra relación bilateral a un punto muerto.»
Un día después, Putin respondió a las declaraciones de Biden a través de TASS, donde afirmó: «En cuanto a las declaraciones de mi homólogo estadounidense. ¿Qué le diría en respuesta? Le diría: ‘¡Que tenga salud! Le deseo buena salud».
TASS aclaró que Putin «quería decir lo que decía sin una pizca de ironía». A continuación, Putin desafió a Joe Biden a un debate en directo y sin dilaciones.
Una respuesta fría
Ante la convocatoria de John Sullivan, el Departamento de Estado de EE.UU. se mostró inflexible. Durante la lectura de los comentarios a la prensa del 21 de marzo, el portavoz del Departamento, Ned Price, continuó caracterizando la Operación Militar Especial de Rusia en Ucrania como un «bombardeo implacable y a sangre fría contra Ucrania, que causa muerte y destrucción».
Price declaró entonces que Sullivan había dado la vuelta a la tortilla a sus homólogos rusos y «aprovechó este encuentro para exigir al Gobierno ruso que se atenga al derecho internacional, y a la decencia humana básica, y permita el acceso consular a todos los ciudadanos estadounidenses detenidos en Rusia, incluidos los que se encuentran en prisión preventiva».
Cuando los periodistas le preguntaron si el embajador Sullivan había aprovechado la «oportunidad para plantear la situación en Ucrania», Price se mostró evasivo y declaró: «Pero si se escucha a los rusos, tenían un mensaje que querían transmitir. Nosotros también tenemos un mensaje que el embajador Sullivan fue muy directo al transmitirlo».
Price continuó diciendo que, aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores «dio su versión de los hechos», dado que Rusia está «llevando a cabo una guerra no provocada e injustificada contra Ucrania» y que, basándose en «pruebas» de que «están atacando intencionadamente a civiles y cometiendo ataques indiscriminados», los comentarios de Biden estaban justificados.
«Los comentarios del presidente Biden la semana pasada, los comentarios de los que luego se hicieron eco el secretario Blinken y otros, hablan del horror de la brutalidad que Rusia ha desatado sobre un vecino inocente».
Price caracterizó además a Ucrania como «un vecino inocente que no representaba absolutamente ninguna amenaza o riesgo para la seguridad de Rusia», a pesar de la preocupación declarada de la Federación Rusa por cuestiones como el golpe de Estado de 2014 respaldado por Estados Unidos, los repetidos ataques a las regiones de Donetsk y Luhansk, principalmente de habla rusa, en el este de Ucrania, y la expansión gradual de la OTAN hacia la frontera occidental de Rusia.