Argentina y EE. UU. fortalecen su alianza: El jefe del Comando Sur visitó Ushuaia y avanza la Base Naval Integrada

El Gobierno argentino, liderado por el presidente Javier Milei, dio un nuevo paso en el fortalecimiento de su alianza estratégica con Estados Unidos con la visita oficial del almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur, quien arribó al país el lunes 28 de abril y dos días después viajó a Ushuaia para inspeccionar la Base Naval Integrada, un proyecto clave que consolida la cooperación militar bilateral.
Holsey, quien asumió la jefatura del Comando Sur el 7 de noviembre del año pasado, fue recibido el martes en la Casa Rosada por el presidente Milei, acompañado por el ministro de Defensa, Luis Petri, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier Xavier Isaac.
La reunión, que duró aproximadamente 45 minutos, tuvo como objetivo “profundizar la asociación en defensa con Argentina y fortalecer la seguridad regional”, según informó la Oficina del Presidente en su cuenta de X el mismo día.
La visita del almirante, la primera desde que asumió su cargo, subraya el compromiso de Washington con la administración libertaria, en un contexto de creciente interés por contrarrestar la influencia de China y Rusia en América Latina.
El plato fuerte de la agenda de Holsey fue su viaje a Ushuaia, Tierra del Fuego, el miércoles. A las 8:30 (hora local), partió desde Buenos Aires y llegó cerca de las 12:00 a la Base Naval de Ushuaia, donde fue recibido con un cordón de honor por autoridades de la Armada Argentina.
Acompañado por Abigail Dressel, encargada de negocios de la Embajada de EE. UU. en Argentina, y el mayor general Julian Cheater, director de Estrategia, Políticas y Planes del Comando Sur, Holsey recorrió las instalaciones del Área Naval Austral, que desempeña tareas de búsqueda y rescate, control marítimo y monitoreo del Canal de Beagle.
La visita, según la Embajada de EE. UU., busca “interiorizarse sobre las misiones argentinas en la protección de rutas marítimas estratégicas para el comercio global”.
El proyecto de la Base Naval Integrada, cuya construcción comenzó en 2022 bajo la gestión del entonces ministro de Defensa Jorge Taiana, ha cobrado nuevo impulso con la llegada de Milei al poder el 10 de diciembre de 2023. Este polo logístico, ubicado en uno de los puntos más australes del planeta, apunta a convertirse en “la puerta de entrada a la Antártida”, según expresó Milei el 5 de abril durante un acto en Ushuaia junto a la entonces jefa del Comando Sur, Laura Richardson.
La base, que incluye un muelle de 650 metros de largo por 150 metros de ancho, depósitos y viviendas para personal militar, requiere una inversión estimada en 300 millones de dólares, según fuentes castrenses citadas por La Nación.
La cooperación con EE. UU. en este proyecto marca un giro geopolítico significativo. Durante el gobierno de Alberto Fernández (2019-2023), se especuló con la posibilidad de que China o Rusia financiaran la base, lo que generó preocupación en Washington. Sin embargo, Milei reorientó la iniciativa hacia una alianza con EE. UU., en línea con su alineamiento con la administración Trump.
“Siempre estaremos allí para las naciones con ideas afines, que comparten nuestros valores, nuestra democracia, nuestro estado de derecho y los derechos humanos”, afirmó Holsey el 7 de noviembre en Miami, durante su ceremonia de asunción como jefe del Comando Sur, un discurso que resuena con los principios defendidos por Milei.
La buena sintonía entre el mandatario argentino y su par norteamericano se evidencia no solo en el ámbito militar, sino también en el económico. El 21 de abril, el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, visitó Buenos Aires y se reunió con Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo. El alto funcionario de la administración Trump expresó su respaldo al plan económico libertario.
Este apoyo se complementa con la posibilidad de una línea de crédito directo de EE. UU. a Argentina, un gesto que refuerza la confianza de Washington en el rumbo de Milei.
La Base Naval Integrada no solo tiene un valor estratégico para la defensa, sino también un impacto económico potencial. Según fuentes oficiales, el proyecto podría revitalizar Ushuaia, una ciudad de 80.000 habitantes, al competir con el polo logístico de Punta Arenas, Chile, que alberga a 130.000 personas. La base ofrecerá servicios de reparación, reabastecimiento y apoyo logístico a buques argentinos y extranjeros, fortaleciendo la presencia argentina en el Atlántico Sur y facilitando operaciones científicas en la Antártida.
La visita de Holsey también incluyó reuniones con Petri e Isaac en Buenos Aires, donde se discutió el fortalecimiento de capacidades conjuntas y el intercambio de información estratégica. Petri, quien asistió a la asunción de Holsey en Miami, destacó la importancia de la cooperación militar, señalando el 28 de abril en su cuenta de X: “Todos los países limítrofes con Argentina usan a sus fuerzas armadas para el control y vigilancia de sus fronteras, Estados Unidos lo acaba de anunciar en enero”.
El acercamiento entre Argentina y EE.UU. no está exento de críticas. Algunos sectores, como los senadores fueguinos Cristina López y Pablo Blanco, han solicitado explicaciones al Congreso sobre la participación de EE. UU. en la base, argumentando preocupaciones por la soberanía nacional. Sin embargo, el Gobierno de Milei defiende la alianza como una oportunidad para modernizar las Fuerzas Armadas argentinas, que recientemente incorporaron 24 cazas F-16 y cuatro aviones Orión P-3 de origen estadounidense.