Argentina vota en unas elecciones clave que definirán el rumbo de las reformas económicas de Milei

Este domingo 26 de octubre, los argentinos acudirán a las urnas para participar en unas elecciones legislativas de medio término que se perfilan como un referéndum sobre las políticas de austeridad y reforma económica impulsadas por el presidente Javier Milei. Los comicios llegan tras un rescate financiero liderado por Estados Unidos y en un contexto de fuertes divisiones políticas internas.
Desde su llegada al poder, Milei aplicó un programa de “terapia de shock” que logró enfriar la inflación y alcanzar superávit fiscal, medidas celebradas por los mercados internacionales y respaldadas por el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump. Sin embargo, el costo social del ajuste ha generado tensiones y una caída en los índices de aprobación del mandatario libertario.
Durante un encuentro reciente en la Casa Blanca, Trump elogió los logros económicos del gobierno argentino y anunció una línea de apoyo financiero de 20.000 millones de dólares, aunque advirtió que el futuro de la cooperación bilateral dependerá del desempeño electoral de La Libertad Avanza, el partido de Milei en las elecciones generales de 2027.
Qué se elige
En estas elecciones se renovará la mitad de la Cámara de Diputados (127 bancas) y un tercio del Senado (24 escaños). La atención se centra especialmente en la provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país y el que mayor cantidad de representantes pone en juego.
El movimiento peronista, hoy en la oposición, arriesga perder parte de su poder legislativo, mientras que Milei busca ampliar su todavía limitada presencia parlamentaria —actualmente cuenta con 37 diputados y 6 senadores— para consolidar su programa de reformas.
Analistas estiman que si La Libertad Avanza supera el 35% de los votos, se considerará un avance significativo, y que un resultado cercano al 40% sería una “muy buena elección” que consolidaría el respaldo popular a su gestión.
Lo que está en juego
Un resultado favorable permitiría al oficialismo fortalecer su posición en el Congreso, facilitando la aprobación de proyectos como la reforma laboral, la reducción de impuestos y otras medidas orientadas a dinamizar la economía.
En cambio, un desempeño débil podría alentar el regreso de fuerzas políticas de centro o de izquierda en las elecciones presidenciales de 2027. Algunos analistas advierten que, si Milei pierde impulso, los mercados podrían anticipar un retorno al intervencionismo estatal que caracterizó a los gobiernos peronistas y kirchneristas.
Para muchos argentinos, las políticas de aquellos años —basadas en subsidios masivos y emisión monetaria— representaron “pan para hoy y hambre para mañana”, ya que brindaron alivio temporal pero dejaron al país con inflación crónica, déficit fiscal y dependencia del Estado.
Escenarios y desafíos
En los últimos meses, el Congreso argentino ha intentado revertir varias de las decisiones del presidente, incluyendo vetos a leyes que aumentaban el gasto público en universidades y programas sociales. Para evitar que se repitan estas maniobras, el oficialismo necesita asegurarse al menos un tercio de los votos en ambas cámaras.
El éxito de Milei dependerá también de sus alianzas. Su partido mantiene vínculos con el PRO, liderado por el expresidente Mauricio Macri, con quien comparte la visión de un Estado más austero y una economía abierta al mundo.
Aunque su popularidad ha caído, Milei continúa contando con un núcleo de apoyo firme entre los votantes que ven en él la última oportunidad de romper con el ciclo de crisis y populismo que marcó la política argentina en las últimas décadas.
Más allá del resultado, estas elecciones definirán si el país respalda la continuidad de las reformas o si opta por volver al pasado. Para una gran parte de los ciudadanos, la elección del domingo no solo se trata de economía, sino de mantener el rumbo de un cambio estructural que buscan preservar frente a la posibilidad de regresar a las políticas socialistas del pasado.








