Argentina se posiciona como potencia gasífera: deja las importaciones bolivianas y abre nuevo horizonte exportador

Próximamente, Argentina dará un giro radical en su política energética al ponerle fin a las importaciones de gas natural desde Bolivia después de 18 años. Este cambio histórico se debe a la finalización de la obra de reversión del Gasoducto Norte, que permitirá al país no solo autoabastecerse sino también convertirse en exportador de gas, principalmente hacia Brasil.

La decisión marca el final del acuerdo firmado en 2006 entre los entonces presidentes Néstor Kirchner y Evo Morales, que entró en vigor en 2007. Este convenio, que debía extenderse hasta 2026, supuso para Argentina un desembolso cercano a los 20.000 millones de dólares en importaciones de gas boliviano.

El cambio de rumbo se materializa con la conclusión de obras clave en el sistema gasífero nacional.

Las empresas Techint y Sacde finalizaron recientemente la construcción de 100 kilómetros del Gasoducto de Integración Federal, uniendo las localidades cordobesas de Tío Pujio y La Carlota. Este tramo forma parte de un proyecto más amplio que incluye otros 22 kilómetros de ductos y cuatro plantas compresoras en Córdoba, Santiago del Estero y Salta.

«Durante la construcción del ducto alcanzamos un promedio de 3km diarios de avance en la cuadrilla de soldadura, un récord para este tipo de proyectos», informaron las empresas constructoras. Este logro se atribuye al uso de tecnologías avanzadas como la soldadura automática y la planta de doble junta.

La reversión del Gasoducto Norte, con una inversión de aproximadamente 710 millones de dólares, cambiará el flujo gasífero.

En lugar de recibir gas desde Bolivia, ahora transportará el gas de Vaca Muerta hacia las provincias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy. Este cambio no solo asegurará el suministro doméstico sino que también impulsará la industria y sectores clave como la minería de litio.

El gobierno argentino espera que la nueva configuración genere un ahorro en importaciones de casi 2000 millones de dólares anuales a partir de 2024. La capacidad de transporte de gas natural desde el centro del país hacia el norte aumentará a 19 millones de metros cúbicos diarios.

Nuevo perfil exportador

En un movimiento paralelo, la Secretaría de Energía liberalizó la competencia en las exportaciones de gas, autorizando volúmenes adicionales para potenciar el perfil exportador del país. Esta medida permitirá, por primera vez en dos décadas, la firma de contratos de exportación de gas plurianuales, con una duración de hasta cuatro años.

«Neuquén tiene la visión de exportar gas en las próximas dos o tres décadas», declaró el gobernador Rolando Figueroa, refiriéndose a las posibilidades de comercialización con Chile a través del existente Gasoducto del Pacífico.

Las opciones de exportación no se limitan a Chile. Argentina ya autorizó ventas de gas de Neuquén a Brasil a través de Bolivia, involucrando a empresas como Tecpetrol, Total y PAE. Para llegar al mercado brasileño, la obra de Reversión del Gasoducto Norte juega un papel crucial.

Se contemplan tres rutas principales para exportar gas desde Vaca Muerta a Brasil: la interconexión Paso de los Libres-Uruguayana-Porto Alegre, la exportación de GNL desde Argentina, y el aprovechamiento de la interconexión Argentina-Bolivia.

En este contexto de expansión, Pan American Energy y Golar anunciaron la instalación de un barco para licuar gas en Argentina y exportarlo desde 2027, con capacidad para procesar unos 11 millones de metros cúbicos diarios.

Además, YPF y Petronas confirmaron un megaproyecto de GNL en Punta Colorada, provincia de Río Negro, que requerirá una inversión de entre 30.000 y 50.000 millones de dólares. Este proyecto permitirá llevar el gas de Vaca Muerta a diversos mercados internacionales.

Por Alberto Peralta – Mundo Libre Diario