Argentina: Más de la mitad de los comedores comunitarios que relevó el Gobierno no existen

El gobierno argentino está realizando un relevamiento para saber con exactitud qué cantidad de comedores para personas vulnerables existe en el país, así como la forma en que se han distribuido los alimentos comprados por el Estado para abastecer los mismos. El análisis preliminar es escandaloso: más de la mitad de los comederos relevados simplemente no existen.

El relevamiento está siendo ejecutado por el ministerio de Capital Humano. Andrés Klipphan, periodista del portal Infobae, pudo acceder al documento -que aún no está terminado-.

“Hasta el momento, el 55% de los comedores relevados no existen”, resalta el informe.

Algunos números: en el Registro Nacional de Comedores (RENACOM) hay inscriptos 44.314 comedores. Sin embargo, solo el 10% (unos 4.430) fueron ‘matriculados’ por el gobierno de Alberto Férnandez. A su vez, apenas 2.314 recibían asistencia por parte del Estado.

Alimentos manejados por «organizaciones sociales» para «extorsionar»

Las irregularidades en la cantidad de comedores no es el único dato anómalo: en la gestión del Frente de Todos, el 4,2% de los alimentos secos que distribuía el gobierno lo hacía de una forma particular. Los compraba el Estado nacional, se almacenaban en los galpones del entonces ministerio de Desarrollo Social y, desde allí, no iban a los comedores y merenderos, sino que eran trasladados a depósitos de las llamadas «organizaciones sociales». Se trata de una partida de casi 80 mil millones de pesos en total.

Algunas de estas organizaciones forman parte de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (como por ejemplo el Movimiento Evita, el MTE, la CCC o Somos Barrios de Pie) y de la Unidad Piquetera (Polo Obrero, Libres del Sur o el Frente de Organizaciones en Lucha).

Funcionarios consultados por Infobae detallaron que cuando los alimentos llegaban a los depósitos de estas organizaciones territoriales, «de ahí, de manera discrecional y extorsiva iban supuestamente a los comedores y merenderos que dependían de esas agrupaciones».

Apenas el 8% de esa mercadería era rendida “de manera informal” al exministerio de Desarrollo Social.

No va más

Ahora, con la gestión de la ministra Sandra Pettovello, el sistema de manejo discrecional de los alimentos dejará de funcionar.

El presupuesto en cuestión se dividirá en dos partes: 50% para una reserva para casos de emergencias como inundaciones, incendios y otras catástrofes.

La otra mitad será vehiculizada a través del Programa Alimentar Comunidad. Primero que nada, los comedores deberán estar debidamente registrados con una persona responsable a cargo. A este encargado se le dará una suerte de tarjeta prepaga para que pueda comprar no solo arroz, fideos y yerba (como era antes), sino otros alimentos de mayor contenido proteico como lácteos, carnes, verduras, frutas y hasta alimentos para celíacos si es necesario. Estas compras tienen que ser rendidas al Estado en tiempo y forma para seguir recibiendo la ayuda en el futuro.

La idea es que cada comedor compre lo que necesite, no lo que el Estado quiera… [los gastos] deberán ser rendidos para continuar con el beneficio. De esta manera, además de agregar valor nutricional a las comidas, existirá transparencia y trazabilidad de los alimentos y a quiénes llegan, un hecho que hasta ahora no ocurría”, explicaron desde la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, que se encuentra bajo la órbita de Capital Humano.

De acuerdo a Infobae, en las planillas de rendiciones -para acceder y poder cobrar periódicamente la ayuda- se debía indicar la ubicación exacta del comedor/merendero, nombre de la organización comunitaria a la que pertenece, antigüedad, cantidad de personas que asisten, qué alimentos y de qué forma se asiste y, entre otros datos, la asistencia que ya se recibió por parte del Estado. El 92% de los supuestos beneficiarios no cumplieron con el trámite.

“Queremos cortar con los gerentes de la pobreza que hacían política con los alimentos. No hay registros de los comedores a los que, de manera discrecional, enviaban los alimentos. Es escandaloso”, repiten los responsables de Capital Humano.

Estos cambios en pos de la transparencia y la libre disponibilidad de los responsables de los comedores han sacudido al mundo de las «organizaciones sociales» que otrora manejaban discrecionalmente estas partidas presupuestarias. Es por eso que agrupaciones piqueteras y de izquierda han convocado a una manifestación el martes que amenaza con cortar los accesos a la Ciudad de Buenos Aires.

De acuerdo a funcionarios del ministerio de Capital Humano, la excusa que ponen estas organizaciones es «la falta de alimentos en los comedores comunitarios”, pero en realidad tiene que ver con “la disputa por el reparto sin control ni rendición de esa comida”.

“Más de la mitad de los comedores que relevó el Gobierno no existen… El gobierno nacional le está dando libertad a las personas en la ayuda social. Ahora la ayuda alimentaria llega directo al bolsillo de la gente que lo necesita… Al igual que hacían con los planes, los dirigentes sociales en lugar de garantizar que le llegue la asistencia a los que la necesitaban, la repartían con la lógica de ‘te doy pero tenés que ir a la marcha’», señalaron.

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Redacción Mundo Libre
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