Argentina: críticas por la designación del entrenador del perro del presidente para un alto cargo en el Ministerio de Seguridad
En una decisión algo insólita, el gobierno argentino designó a un alto cargo del ministerio de Seguridad al entrenador del perro del presidente Alberto Fernández.
Ariel Zapata, el entrenador de Dylan, el perro presidencial, es el nuevo director de Planificación Operativa del Centro de Monitoreo del Ministerio de Seguridad de la República Argentina.
Su jefe, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, negó que dicho nombramiento tenga que ver con su vínculo con la familia presidencial.
“Me importa un [*] si es el entrenador del perro de Alberto Fernández. Yo busqué al mejor y es él”, aseguró.
Según el ministro, él ya conocía a Zapata porque ya había trabajado con él antes.
“Necesitábamos una persona para adiestrar a los perros y fui a buscar al mejor. No sabía que había entrenado a Dylan, pero ahora que lo sé no me importa. Necesitábamos personal idóneo para la Policía y fui a buscar al mejor”, añadió Fernández.
De acuerdo a lo publicado por los medios locales, el nuevo funcionario tiene bajo su órbita la Dirección de Cinotecnia, área que entrena a perros para participar de operativos y otras tareas de seguridad como la detección de drogas y explosivos en aeropuertos.
Además, no es la primera vez que ocupará ese cargo, pues ya cumplió funciones similares en la provincia de Buenos Aires bajo la conducción del ministro de Seguridad de esa provincia, Sergio Berni.
En su perfil de Linkedin, según detalló Infobae, Zapata se presenta como Jefe de Instructores de la Escuela de Adiestramiento Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA desde 2004.
La decisión generó polémica y críticas tanto de la oposición como de la ciudadanía.
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Por ejemplo, el diputado nacional Diego Santilli, escribió en Twitter:
“Argentinos: La inseguridad nos está matando”.
“Solo en Argentina puede pasar estas cosas”, escribió en Twitter, Ayelen Alancay, del Partido Celeste.
Por supuesto que predominaron las ironías.
“Con esta incorporación se acabó la inseguridad”, escribió el usuario @Gabriel_FX_CDT.
En otra arista de las críticas, algunos se refirieron al abultado sueldo que percibirá el entrenador.
“Escándalo: ascendieron al adiestrador de Dylan. 270 mil por mes como Director de Monitoreo en Ministerio de Seguridad”, escribió en Twitter, el periodista Luis Gasulla de FM 97.9.
Como si fuera poca la polémica, luego de una nota que fue presentada en por Luis Gasulla y Federico Teijeiro, para el medio Clarín, el equipo de comunicación del Presidente contestó a la nota publicando en redes una foto del famoso perro Dylan, usando lentes y leyendo ¿la nota? en un periódico impreso.
Buena parte de la sensibilidad del nombramiento viene de que los argentinos asocian a Ariel Zapata con un doloroso recuerdo que ocurrió en esa nación en medio de la pandemia.
A Zapata se le recuerda como parte de las violaciones sistemáticas de las cuarentenas obligatorias para los argentinos pero transgredidas en la quinta de Olivos, la principal residencia oficial del presidente de la Nación Argentina.
La lista de ingresos y egresos a la quinta presidencial dejó en evidencia que Zapata, quien se desempeñaba como el adiestrador de Dylan, entró y salió de la residencia oficial sin ningún tipo de control o restricción “todas las veces que quiso”.
En ese momento, la muerte de una joven que sufría de cáncer, y que debido a las cuarentenas no pudo volver a ver a su familia antes de fallecer, fue la contracara de los privilegios que vivía la familia presidencial.
Lo sucedido con Solange Musse, que falleció sin volver a ver a su familia, estremeció al país de indignación.
“Siento tanta impotencia de que sean arrebatados los derechos de mi padre para verme y a mí para verlo. ¿Quién decide eso si queremos vernos? Acuérdense, hasta mi último suspiro tengo mis derechos. Nadie va a arrebatar eso en mi persona”, escribió Solange Musse, antes de morir sin volver a ver a su familia.
“El adiestrador del perro tuvo más derechos que mi hija”, dijo Pablo Musse, según Panam Post.
Sin embargo, a pesar de la polémica del nombramiento y de las críticas ciudadanas, no parece que el gobierno vaya a revertir el nombramiento.
La contratación de Ariel Zapata se hizo efectiva el 3 de enero. Tiene carácter «transitorio» y caducará a los 180 días hábiles.