Argenchina: Inyección de US$ 5.000 millones de China impulsa campaña de Massa

En un nueva estrategia para frenar el dólar y optimizar la campaña, el régimen comunista chino otorgará un apoyo financiero crucial al equipo de Sergio Massa, desencadenando una activación exprés del Swap con China. Esta inyección de liquidez, avalada por la administración de Xi Jinping, proveerá al Gobierno kirchnerista con la disponibilidad inmediata de US$ 5.000 millones, destinados a robustecer las reservas del Banco Central en el corto plazo.

Estos fondos podrían ser destinados a una variedad de propósitos, incluyendo la facilitación de operaciones de comercio exterior con Brasil y China, o canalizarse para abordar los próximos pagos al Fondo Monetario Internacional para el resto de 2023, considerando que el yuan figura entre las divisas aceptadas por el organismo.

La ampliación del Swap tiene como objetivo primordial liberar divisas para enfocarse en la intervención del dólar. El enfoque estará en procesar operaciones que requieran del tipo de cambio oficial, al mismo tiempo que se busca restringir las cotizaciones de los segmentos alternativos legales.

Durante la gestión de Sergio Massa, el endeudamiento con el régimen chino ha ascendido a un total de US$ 10.000 millones, un movimiento que se percibe como impulsado por motivos políticos. Este desembolso masivo de recursos representa un intento desesperado por potenciar la competitividad electoral del ministro de Economía en medio de una aguda crisis económica y social.

No es la primera vez que el kirchnerismo recurre a asistencia financiera en busca de ventajas electorales y apoyo político a nivel internacional. Recientemente, el presidente Lula da Silva ejerció presión sobre el Banco de Desarrollo de América Latina – CAF para liberar hasta US$ 1.000 millones, destinados a saldar vencimientos con el FMI, fondos que fueron transferidos directamente a las cuentas del Fondo.

Curiosamente, el presidente Fernández llegó al poder denunciando un supuesto «préstamo político» del FMI en apoyo a la campaña del expresidente Macri, pero en su propio gobierno, la deuda acumulada para financiar la campaña de Sergio Massa ya asciende a US$ 11.000 millones, entre las facilidades otorgadas por Lula y Xi Jinping.

«Argenchina»

A principios de junio, toda una comitiva argentina viajó a China y Sergio Massa fue como Ministro de Economía y también como precandidato presidencial.

Luego de lograr algunos acuerdo, Massa disparó una frase que dio la vuelta al mundo: “Nos deberíamos llamar Argenchina», celebrando y sintiéndose orgulloso de cerrar acuerdos y aumentar la dependencia geopolítica con el régimen comunista más opresor y sangriento del mundo.

En ese viaje, aparte de ampliar el swap, el régimen comunista aprobó una línea de crédito de hasta 3.000 millones de dólares para financiar diversos proyectos en obras de infraestructura, energía y transporte público. Se trata de un préstamo pensado como parte del programa de la “Ruta de la Seda”, que se dedica a financiar proyectos de infraestructura en todo el mundo y endeudar a los países emergentes con préstamos imposibles de pagar.

Interferencia extranjera

Tanto la inyección de dinero proveniente de China como de Brasil para apoyar a Massa pueden considerarse como «interferencia electoral extranjera» y tiene penas muy severas en otros países.

Tal como describe este informe, el régimen comunista chino busca interferir en las elecciones de los países para que gane su candidato predilecto. El mismo Trump denunció interferencia de China a favor de Biden y si lo hicieron en EE. UU., más aún lo pueden hacer en Argentina.

Afortunadamente, Argenchina todavía no se ha convertido en un régimen de partido único, tal como el que rige en las dictaduras comunistas. Sin embargo, el partido comunista chino ya logró meterse en casi todos los espacios políticos. Y, con aportes monetarios para las campañas, seguirá avanzando hacia otros partidos a los que todavía no ha llegado a controlar.