Apoyado por Trump y odiado por Bruselas: Karol Nawrocki, el historiador nacionalista que ganó la presidencia de Polonia

Karol Nawrocki, un historiador de 42 años respaldado por el partido conservador Ley y Justicia (PiS), se convirtió en el nuevo presidente de Polonia tras una reñida victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebrada el 1 de junio de 2025.

Con un ajustado 50,89% de los votos, Nawrocki superó al candidato liberal Rafal Trzaskowski, quien obtuvo el 49,11%, según los resultados oficiales de la Comisión Electoral Nacional. La diferencia de apenas 369.591 votos refleja la profunda polarización política en el país, con una participación récord del 71,63%, la más alta en unas elecciones presidenciales desde 1990.

Nawrocki sucederá a Andrzej Duda, cuyo segundo mandato finaliza el 6 de agosto de 2025, y su triunfo representa un fortalecimiento del nacionalismo conservador en Polonia y un desafío directo al gobierno proeuropeo de Donald Tusk.

Nawrocki, originario de Gdansk, es un historiador sin experiencia previa en política electoral, pero con una sólida trayectoria al frente del Instituto de la Memoria Nacional (IPN), una institución estatal dedicada a investigar crímenes nazis y comunistas entre 1917 y 1990.

Durante su gestión, promovió la remoción de monumentos dedicados al Ejército Rojo soviético, una acción que le valió ser incluido en 2024 en una lista de personas buscadas por el Ministerio del Interior de Rusia, tras la demolición de un monumento en Glubczyce en 2022.

“Polonia debe ser fuerte, Polonia debe ser independiente”, declaró Nawrocki en Varsovia, tras emitir su voto, palabras que resumen su plataforma centrada en la soberanía nacional y los valores tradicionales.

La campaña de Nawrocki estuvo marcada por un discurso nacionalista que resonó entre los votantes conservadores. Bajo el lema “Polonia primero, los polacos primero”, prometió priorizar los intereses de los ciudadanos polacos, defendiendo medidas como controles fronterizos estrictos y la oposición al pacto migratorio de la Unión Europea.

En un video de campaña publicado en abril, afirmó: “Los beneficios sociales serán ante todo para los polacos. Los ciudadanos polacos deben tener prioridad en las filas para doctores y clínicas”.

Su postura firme contra la inmigración ilegal y su rechazo a políticas progresistas, como el aborto y las normativas LGTBIQ+, le ganaron el respaldo de sectores que buscan preservar la identidad cristiana y tradicional de Polonia.

El nuevo presidente también expresó críticas hacia Ucrania, un aliado clave de Polonia en el contexto de la guerra contra Rusia. En mayo, acusó al presidente ucraniano Volodimir Zelensky de “insolencia” y se opuso a la adhesión de Ucrania a la OTAN hasta que se resuelvan disputas históricas, como la exhumación de víctimas de la masacre de Volinia, perpetrada por nacionalistas ucranianos durante la Segunda Guerra Mundial.

“Ganaremos y salvaremos a Polonia”, afirmó Nawrocki el domingo en Varsovia, prometiendo impedir que el gobierno de Tusk consolidara un “monopolio de poder maligno”. Estas declaraciones reflejan su intención de usar el poder de veto presidencial para bloquear la agenda reformista y progresista del primer ministro.

El respaldo internacional fue un factor clave en la campaña de Nawrocki. El presidente estadounidense Donald Trump lo recibió en el Despacho Oval el 1 de mayo, donde, según el equipo de campaña de Nawrocki, le dijo: “Tú ganarás”.

La secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, también expresó su apoyo en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) celebrada en Polonia en mayo, afirmando: “Si gana el historiador, los polacos podrán contar con Trump como un gran aliado”.

Otros líderes conservadores, como el primer ministro húngaro Viktor Orbán, y el rumano George Simion, respaldaron a Nawrocki, viéndolo como un aliado en la construcción de una “Europa de las patrias”.

La victoria de Nawrocki no estuvo exenta de controversias. Durante labrella campaña, se revelaron acusaciones sobre su pasado, incluyendo supuestos vínculos con grupos criminales y neonazis, así como un escándalo inmobiliario relacionado con la compra de una vivienda en condiciones dudosas. Nawrocki negó categóricamente estas acusaciones, calificándolas como “una manipulación profunda” y afirmó: “Nadie ha escuchado de mí ninguna palabra favorable hacia el nazismo”.

Con un doctorado en historia obtenido en 2013 en la Universidad de Gdansk y un MBA en 2023, Nawrocki se presenta como un hombre de orígenes humildes, exboxeador semiprofesional y defensor de los valores católicos.

“Los valores católicos son importantes para mí. Sé que él los comparte”, declaró Lila Chojecka, una jubilada de 60 años, a la AFP en Varsovia el domingo.

Su campaña incluyó promesas económicas como no subir impuestos, reducir el IVA, introducir exenciones fiscales para familias con dos o más hijos y abolir el impuesto Belka. Además, defendió el uso del carbón polaco hasta que el país desarrolle su propia energía nuclear, rechazando el “impuesto verde” de la UE.

El resultado electoral, el más ajustado desde 2020, cuando Andrzej Duda derrotó a Trzaskowski por un margen de 2,06%, evidencia la división en Polonia. En la primera vuelta, celebrada el 18 de mayo, Trzaskowski obtuvo el 31,36% de los votos, seguido de cerca por Nawrocki con el 29,54%. Los votos de los candidatos conservadores Sławomir Mentzen (14,8%) y Grzegorz Braun (6,3%), eliminados en la primera ronda, fueron clave para la remontada de Nawrocki en la segunda vuelta.

Mientras Trzaskowski dominó entre la diáspora polaca con un 63,49% de los votos en el extranjero, Nawrocki consolidó su apoyo en regiones rurales y conservadoras.

La elección de Nawrocki representa un revés significativo para el gobierno de Donald Tusk, cuya coalición de centroizquierda asumió el poder en diciembre de 2023. La presidencia de Nawrocki, con su poder de veto, podría paralizar las reformas de Tusk, especialmente en temas como el aborto y la justicia, profundizando el enfrentamiento entre el gobierno y el Palacio Presidencial.

Polonia, miembro clave de la UE y la OTAN, se enfrenta ahora a un nuevo capítulo bajo el liderazgo de Karol Nawrocki. Su presidencia promete fortalecer la soberanía nacional, priorizar los valores tradicionales y consolidar la alianza con Estados Unidos, mientras mantiene una postura crítica hacia Bruselas.

Líderes como Santiago Abascal, presidente de Vox, felicitaron a Nawrocki destacando su victoria sobre “el candidato de Von der Leyen, de Sánchez y de Feijóo”. Por su parte, la primera ministra italiana Giorgia Meloni expresó: “Compartimos valores comunes y sólidas relaciones de colaboración”.

Con un país dividido y un escenario internacional complejo, Nawrocki asume el desafío de liderar una Polonia que busca reafirmar su identidad en el corazón de Europa.

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Miguel Díaz
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