Annobón: La isla africana que busca unirse a Argentina en un grito de auxilio

En un giro geopolítico inesperado, la pequeña isla africana de Annobón, ubicada en el Golfo de Guinea, ha solicitado formalmente convertirse en un estado asociado a Argentina. Este pedido, presentado por el primer ministro de la autoproclamada República de Annobón, Orlando Cartagena Lagar, no solo revive lazos históricos coloniales, sino que plantea un desafío humanitario y diplomático de enorme magnitud.
La isla, que pertenece oficialmente a Guinea Ecuatorial, vive una crisis humanitaria extrema bajo un régimen autoritario, lo que ha llevado a sus líderes a buscar ayuda en la Argentina, a la que consideran un «país hermano».
Un pasado compartido y un presente desesperado
Annobón, con apenas 17 kilómetros cuadrados y una población estimada de 3.000 habitantes (aunque otros 12.000 estarían exiliados), formó parte del Virreinato del Río de la Plata hasta finales del siglo XVIII, cuando fue transferida a la Corona española mediante tratados como el de San Ildefonso y el del Pardo. Este vínculo histórico, aunque controvertido, es la base del reclamo de Cartagena Lagar, quien afirmó: «Fuimos parte del mismo territorio. Hoy pedimos auxilio a la Argentina, nuestro país hermano».
La isla, de origen volcánico y rodeada de aguas profundas, enfrenta condiciones extremas. Según el primer ministro, los habitantes carecen de agua potable, electricidad y atención médica adecuada. La educación es prácticamente inexistente, con escuelas sin materiales ni personal capacitado. La economía local, basada en la pesca artesanal, ha sido devastada por la sobreexplotación de recursos por empresas ligadas al régimen de Guinea Ecuatorial y la falta de inversión. «Nos están matando lentamente», denunció Cartagena Lagar, subrayando la represión sistemática, la censura y las violaciones de derechos humanos por parte del gobierno de Malabo.
En 2022, Annobón proclamó unilateralmente su independencia tras tres asambleas generales en 2021, en las que la población expresó su deseo de autodeterminación debido a la «discriminación, abandono y traición» del régimen ecuatoguineano. Sin embargo, esta declaración no ha sido reconocida internacionalmente, y la isla enfrenta una ocupación militar y abusos crecientes, incluyendo denuncias de violencia sexual a niñas por parte de militares fang.
El pedido a Argentina y sus implicaciones
El llamado de Annobón no es solo humanitario, sino también estratégico. La isla posee ricos recursos pesqueros y minerales, y su ubicación en una ruta marítima clave del Atlántico la convierte en un enclave de interés geopolítico. Cartagena Lagar ha propuesto que Argentina establezca una base logística y humanitaria en la isla, lo que podría otorgar al país una presencia tricontinental: América del Sur, Antártida y África.
Sin embargo, aceptar este pedido no está exento de riesgos. Analistas advierten que un vínculo formal con Annobón podría generar tensiones diplomáticas con Guinea Ecuatorial, gobernada desde hace más de cuatro décadas por Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, y con otros países africanos que apoyan la causa argentina por las Islas Malvinas. Gonzalo Fiore Viani, experto en relaciones internacionales, calificó el pedido como una posible «manipulación geopolítica» que podría debilitar el reclamo argentino en foros internacionales, al diluir la singularidad del caso Malvinas.
El gobierno argentino, por ahora, ha rechazado la solicitud, aunque el tema ha sido derivado al Congreso para su análisis en comisiones legislativas. La posibilidad de enviar una misión humanitaria o establecer una base logística está sobre la mesa, pero requiere una delicada maniobra diplomática para evitar conflictos en la región africana.
Más allá de los aspectos geopolíticos, el pedido de Annobón resalta su admiración por Argentina como un referente democrático. Cartagena Lagar destacó la experiencia argentina en la lucha contra dictaduras como un modelo para la isla, que busca escapar de la opresión y construir un futuro propio. En un video difundido en YouTube, el primer ministro reiteró su desesperado llamado por agua, electricidad y médicos, subrayando la urgencia de la situación.