“Agenda MAGA”: las diferencias y similitudes entre Trump y Milei

MAGA, el acrónimo de “Make America Great Again” es el lema de Donald Trump que comenzó a usarse en 2016 para indicar que quiere “Hacer América grande de nuevo”. Hace unos meses, luego de las elecciones generales de octubre en Argentina, el mismo Trump dijo que Javier Milei se postuló con una “agenda MAGA” ya que su intención es “Hacer grande Argentina de nuevo” y -de alguna manera- lo aprobó y le “pasó la posta”.

La sigla obviamente coincide y hay algunas similitudes entre ambos líderes, pero también marcadas diferencias. Trump tiene una agenda patriótica, que significa anteponer el país ante los intereses de China, de las fuerzas globalistas y de las entidades supranacionales. Hasta el momento, Milei ha rechazado la globalista Agenda 2030 de la ONU y con China tampoco ha intimado demasiado, solo ha tenido que mantener una relación debido a los compromisos previos asumidos por los gobiernos kirchneristas que casi entregaron el país al Partido Comunista Chino (PCCh), estando muy cerca de convertirla en “Argenchina”. 

Pero en política internacional una gran diferencia es que Milei se ha intentado acercar a Ucrania y a la globalista OTAN, mientras que Trump ha pensado hasta en retirarse de esta alianza militar.

Entonces, ¿podrá Milei llevar realmente adelante la Agenda MAGA de Trump? A continuación lo analizaremos.

Conservadurismo y liberalismo

Trump es conservador y tradicional, por ende, en su filosofía política, el Estado debe promover valores morales en defensa de la familia tradicional, y el amor por la patria, manteniendo a la sociedad lo más alejada posible de ideologías foráneas y perjudiciales para los ciudadanos estadounidenses.

Milei, por el contrario, es un liberal clásico (o libertario, como le gusta definirse). Adopta como filosofía la definición de liberalismo del pensador argentino Alberto Benegas Lynch (hijo): “El liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad…”. 

Por ende, coincide con su par norteamericano en la defensa de la vida desde la concepción y es un opositor ferviente del aborto (ya que este no respeta la vida del niño por nacer). También se opone a la ideología de género en las escuelas ya que, desde su óptica liberal, argumenta que el Estado no debe adoctrinar a los niños y, por ende, la educación corresponde pura y exclusivamente a los padres.

En síntesis, ambos líderes encuentran puntos en común en temas sociales como la defensa de la vida y el rol crucial de los padres en la educación de sus hijos. Sin embargo, Trump lo sostiene en base a principios morales que, entiende, son fundamentales para el sano desarrollo de la sociedad. En tanto, Milei tiene un planteo liberal amoral, basado en la libertad de los ciudadanos para decidir sobre sus vidas.

Proteccionismo vs libre mercado

Otra de la más acentuada diferencia entre ambos líderes es que Trump es nacionalista, mucho más que Milei, que es libertario. Por eso, el líder republicano quiere que Estados Unidos crezca con sus mismas industrias y producción en el país.

Por su parte, a Milei no le interesa demasiado que se desarrollen industrias nacionales. Él no es proteccionista sino que es libertario, es decir que aspira a abrir totalmente el mercado. En otras palabras, no le da prioridad a si la producción nacional es de empresas argentinas o extranjeras, e inclusive busca quitar las regulaciones heredadas para incrementar las importaciones y exportaciones.

Trump quiere lo mejor para EE. UU., tener una industria fuerte, ganar dinero con exportaciones y controlar importaciones para que tengan aranceles más elevados con el fin de que no puedan competir con productos nacionales. Por su parte, Milei ha hablado de liderar todo lo que se refiere a inteligencia artificial, y fomentar la explotación de materias primas, mientras que se van a poder importar otros productos esenciales como alimentos, textiles, materiales de construcción e incluso automóviles.

A pesar de estas marcadas diferencias, sí hay principios de la “Agenda MAGA” que Milei está dispuesto a aplicar y ya -en parte-  lo estaría haciendo. Estos serían los puntos:

“El país primero”

Donald Trump, desde su campaña presidencial en 2016, ha promovido fervientemente el lema «America First» (Estados Unidos Primero). Este eslogan encapsula su política exterior y doméstica, centrada en priorizar los intereses económicos, sociales y de seguridad de los estadounidenses sobre los compromisos internacionales. Su administración se caracterizó por la renegociación de acuerdos comerciales, la imposición de aranceles y una postura firme para contener la inmigración ilegal.

Al igual que Trump, Milei enfatiza la necesidad de poner a Argentina primero, destacando la importancia de proteger la soberanía política del país frente a influencias externas y políticas internas que, según él, han llevado a la decadencia. 

Otro punto a destacar es que ambos líderes han mostrado una notable inclinación a reivindicar a las fuerzas armadas. Trump, durante su mandato, aumentó significativamente el presupuesto de defensa, reafirmando el papel crucial de los militares en la seguridad nacional. Su administración promovió una imagen de respeto y apoyo inquebrantable hacia las fuerzas armadas, utilizándolas como un símbolo de fuerza y patriotismo.

Por su parte, Milei -a pesar de su corto periodo de gestión- también aumentó el presupuesto de defensa, compró nuevo equipamiento militar y reivindicó a los héroes que lucharon en la guerra por las Islas Malvinas. En un desfile del día de la Independencia el 9 de julio, se vio un desfile militar como nunca antes se ha visto, donde marcharon al menos 7000 efectivos de las fuerzas del orden. 

Las calles se llenaron de banderas celestes y blancas y de ciudadanos emocionados aplaudiendo a los veteranos de Malvinas y a todos los militares que desfilaban con orgullo, luego de años de ser vapuleados por los gobiernos socialistas.

Oposición al socialismo y comunismo

Otra parte esencial de la “Agenda MAGA” es el rechazo al comunismo, el cual ha causado cerca de 100 millones de muertes no naturales en el mundo.

Trump ha sido un crítico acérrimo del socialismo, utilizando a menudo a Venezuela como un ejemplo de lo malo que puede ser este sistema empobrecedor. Su retórica ha sido clara: el socialismo y el comunismo son amenazas existenciales para el sueño americano y la prosperidad del país.

De manera similar, Milei ha basado gran parte de su discurso en la denuncia del socialismo y el comunismo, a los que culpa de la decadencia económica y social de Argentina. Su enfoque libertario promueve la libertad individual, la propiedad privada y el mercado libre como antídotos contra las políticas intervencionistas y colectivistas que, según él, han llevado a la crisis en su país.

Lo cierto es que las políticas comunistas de asistencialismo, elevados impuestos, intervención del estado en la economía, falta de seguridad jurídica y condicionamiento de las libertades civiles han sido moneda corriente en los gobiernos kirchneristas, además de estar sumamente alineados comercial y políticamente con el régimen comunista chino, la dictadura más sangrienta de la historia.

“Devolverle el poder al pueblo”

«Devolverle el poder al pueblo» fue un lema central durante la administración de Trump. Su retórica  anti-establishment resonó con millones de estadounidenses desencantados con la política tradicional. Durante su mandato implementó -hasta donde lo dejó el “Estado Profundo”- políticas para reducir la burocracia, limitar el poder del gobierno federal y empoderar a los ciudadanos comunes.

La mítica frase de Donald Trump “drenar el pantano”, podría compararse a la “casta” a la que se refiere Milei: burócratas del establishment que no quieren perder sus privilegios, empresarios prebendarios y medios de comunicación deshonestos, entre otros actores.

Milei también se presentó como un outsider dispuesto a desafiar el status quo y en parte lo está cumpliendo. Su promesa de liberar a Argentina del yugo del estatismo y la corrupción política ya se está viendo con la reducción del estado y su plan de austeridad. Hasta ahora, devolver el poder al pueblo ha implicado una reestructuración radical del estado y una mayor participación del ciudadano en la vida política y económica del país.

Si bien Trump no pudo “drenar el pantano” porque cuatro años no fueron suficientes, ahora podría tener una nueva oportunidad, mientras que Milei recién está conociendo y probando quienes juegan para él y quienes son los posibles traidores.

Conclusión

Al parecer, tanto Trump como Milei, están dispuestos a dejar su vida para defender los valores que hicieron grande a sus respectivas naciones, tales como el trabajo y la libertad. 

Sin embargo, a Milei le falta mucho camino por recorrer. Trump, con 78 años, es mucho más racional y ya no tiene ambiciones porque su vida ya está hecha. Es multimillonario, siempre lo fue, y si está exponiéndose incluso a ser asesinado es porque siente un deber hacia su país.

En cambio Milei, al convertirse en una figura internacional, puede todavía ser tentado por beneficios mundanos que le hagan perder de vista su misión y su rectitud. Esperemos que eso no suceda.

CC – Mundo Libre Diario

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Redacción Mundo Libre
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