4 hábitos que elevan la calidad de vida de cada día
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Es fácil dejarse llevar por la rutina. De la mañana a la noche, podemos estar ocupados con tareas rutinarias que nos brindan poca satisfacción. Aunque las rutinas diarias brindan estructura y previsibilidad, tienen efectos secundarios desafortunados. Una vez que nos acostumbramos a algo, tiende a volverse menos especial, incluso tedioso o aburrido.
Todos hemos escuchado la frase “la variedad es la sal de la vida”. ¿Qué pasaría si pudiéramos hacer que los momentos cotidianos fueran más memorables? ¿Qué pasaría si pudiéramos convertir hábitos aparentemente ordinarios en potenciadores del bienestar y la inspiración? Puede que no sea tan difícil como cree.
1. Cuidado personal
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Cuidar nuestra apariencia es una herramienta mágica. Tener una percepción positiva de cómo nos vemos puede aumentar nuestra confianza y autoestima. Pero el cuidado personal no es solo para salir. Es un hábito que vale la pena mantener en casa, incluso cuando nadie nos ve. El simple acto de cambiar el pijama por ropa informal o probar un nuevo peinado puede darnos una mentalidad renovada y un impulso para afrontar el día.
Para las mujeres, un toque de maquillaje puede mejorar su imagen personal.
Los efectos del cuidado personal van más allá de la superficie. Como hábito personal, te da una sensación de autocuidado; es una declaración de que respetas tu cuerpo. En cuanto a quienes te rodean, mantener una buena apariencia es una muestra de respeto y consideración, ya que permite que los demás disfruten más de tu presencia.
Intenta incorporar pequeños hábitos de cuidado personal a tu rutina diaria y toma nota de cómo te hacen sentir estos cambios por dentro. Al decidir cómo quieres lucir, considera lo que tus elecciones dicen sobre ti. A veces, los pequeños cambios pueden tener grandes efectos.
2. Crea hábitos fragantes y estimulantes, como una rutina de aromas.
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Los olores son evocadores. Ciertos aromas pueden desencadenar recuerdos o despertar emociones, y es por eso que agregar aromas a su rutina diaria tiene el potencial de mejorar su estado de ánimo.
- Velas perfumadas: Elige una vela con un aroma suave que te guste o te traiga buenos recuerdos. Enciende la vela cuando estés en casa y déjala arder hasta que su aroma impregne el espacio.
- Incienso: Quemar incienso es un ritual en sí mismo. Durante siglos ha sido parte de las prácticas espirituales, brindando concentración y elevando el espíritu. Hacer una ofrenda de incienso agrega un sentido de sacralidad a sus oraciones diarias o puede crear una atmósfera propicia para conectarse con usted mismo.
Alternativamente, si se usa solo por su aroma, el incienso se puede quemar de fondo. Acompañar sus mañanas con una fragancia relajante como sándalo, limoncillo, lavanda o naranja puede ayudarlo a comenzar bien. - Aceites esenciales: Los aceites esenciales son versátiles porque puedes disfrutar de su aroma en tu piel o difundirlos en tu ambiente. Son aceites concentrados hechos a partir de extractos naturales y a menudo tienen propiedades medicinales como aliviar los síntomas del resfriado o el dolor.
Para aplicarlos en tu piel, normalmente necesitarás diluirlos con un aceite portador como el aceite de coco o el aceite de jojoba. Sigue una receta y aplica la mezcla en áreas como las sienes, las muñecas o detrás de las orejas. Si eliges el aceite adecuado y lo haces parte de tu rutina nocturna, inhalar el aroma relajante puede mejorar tu sueño.
Los difusores son otra opción popular adecuada para cualquier momento del día. Funcionan mezclando aceite esencial con agua y liberándolo en el aire. Hay diferentes tipos de difusores, como cerámicos, eléctricos y ultrasónicos. Experimenta un poco y encuentra el que sea adecuado para ti.
3. Convierte tu pausa para el café o el té en una ceremonia
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Las bebidas calientes forman parte de la rutina diaria de muchas personas. Aunque no contengan azúcar, son una especie de capricho, una pequeña excusa para tomarse un momento del día y hacer algo por uno mismo.
Preparar café o té es relativamente rápido y fácil. Pero ¿qué pasaría si pequeños cambios pudieran mejorar la experiencia de la pausa para el café o el té? Aquí hay algunas formas de hacerlo:
- Elige una taza o vajilla exclusiva: algunas piezas de vajilla son arte. Vienen en diferentes formas y colores, y algunas tienen diseños intrincados. Al igual que las piezas de arte, pueden ser personales. Asegúrate de elegir una que te provoque buenos pensamientos cuando la veas. Las tiendas de segunda mano ofrecen muchas opciones singulares.
Por ejemplo, algunas tienen patrones delicados que te dan una sensación de delicadeza y elegancia. Otras son sencillas y rústicas, y pueden recordarte la importancia de ser modesto y discreto. Por supuesto, no tienes que conformarte con solo una. Si eres intencional en tu elección, crearás las condiciones para una experiencia edificante. - Considera los métodos tradicionales de preparación: no hay nada de malo en usar bolsitas de té ya preparadas o café instantáneo. Nos ahorran mucho tiempo y también pueden aportar buen sabor.
Pero participar en el proceso de preparación tiene su encanto. Nos enseña la belleza de la paciencia y aumenta nuestra apreciación por el resultado final. Si tienes unos minutos libres, considera usar una prensa francesa para el café, por ejemplo, u hojas sueltas para el té. El proceso te ayudará a relajarte y tomarte un momento para estar presente. - Añade pequeños detalles que aporten alegría: ¿Qué tal si colocas tu taza en una bandeja y la acompañas de un pequeño refrigerio? ¿Y si le agregas unas flores y una vela? Armar un arreglo sencillo para tus pausas de café o té puede convertir tu hábito en una ocasión especial.
4. Decora tu espacio con elementos inspiradores y estimulantes.
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Tu entorno tiene una influencia significativa en ti. El tipo de pensamientos y emociones que evocan pueden moldear tu estado de ánimo. Ya sea tu casa, tu oficina o tu escritorio, aquí tienes algunos consejos para convertirlos en fuentes de inspiración.
- Muestra una cita inspiradora: Hay frases o palabras que simplemente te tocan el alma. Tenerlas a la mano, sobre todo en momentos difíciles, puede servirte como ancla en medio de una tormenta.
Puedes mostrarlas en un marco o simplemente escribirlas como una nota. Mientras las tengas a la vista, te mantendrán inspirado. - Añade un toque de naturaleza: las plantas o flores pueden darle vida a tu entorno. Sus colores y su belleza inherente aportan un aspecto tangible que no se puede reproducir. Elige una planta que te resulte agradable a la vista y no olvides cuidar de tu fiel y tranquila compañera.
- Arte que cuenta una historia o un mensaje poderoso: El arte es poderoso. Como una cita, puede recordarte una idea o un pensamiento significativo, pero no se necesitan palabras, solo una mirada. El arte clásico , en particular, tradicionalmente tenía como objetivo representar lo bueno y lo bello de la humanidad. Las piezas clásicas a menudo representaban reinos divinos o ilustraban valores como el coraje, la lealtad y la modestia.
Exponerse diariamente a un contenido tan noble puede nutrir tu mente. Pero no tienes que comprar una obra maestra. Simplemente busca arte que sientas que realmente eleva tu alma.
Por Carolina Avendaño